Lourdes
— La concha de la lora. — dice Martina tratando de sacar el humo de la cocina.
— ¿Como van a dejar las hoyas así?. — dice su mamá riéndose. Por suerte no nos cago a pedo.
— Fue todo la culpa de Lourdes. — dijo Martina haciendo que la mire indignada.
— No se, pero lo importante es que vamos a comer ahora. — habla Silvin haciéndonos a las dos. — ¿Que querés comer vos?.
— Lo que quieran, yo no tengo drama. — respondí.
— Entonces comemos pizza. — dice la última palabra cantando.
Su mamá se reí y sale de la cocina.
Martina empieza a limpiar todo rápido mientras yo la ayudó en lo que puedo. No me deja ni siquiera lavar un plato.— ¿Como que yo tengo la culpa?, Mentirosa. — le digo secando las cosas que ensuciamos.
— Vos tenes la culpa, ¿Quien te manda a ser así de linda?. — dice robándome un beso.
Bueno, ya puedo morir feliz.
— Deja de ser tan mentirosa, no te hace bien. — dije para después alejarla de mi.
— Yo no miento.
Terminamos de lavar las cosas, las acomodamos y bajamos a recibir la pizza. La cual también fue motivo de debate ya que Martina quería pedir la de jamón y queso y su mamá la mozzarella. Todo un dilema.