Martina
Salí afuera a tomar aire, lo necesitaba, me estaba agobiando ahí adentro.
Saque un pucho de la campera de jean que llevaba puesta y lo prendi, también necesitaba calmar mi ansiedad. Me senté en el pasto y miré hacia arriba exhalando el humo.
- Martina - dice Megan acercándose a mi - ¿Que te pasa? - habló con un tono molesto.
- No quiero hablar ahora. - pido calmada.
- ¿Por qué la trataste así? - pregunta sentándose a mi lado.
- ¿A quien? - digo sin entender de que me habla.
- A la chica, Lourdes.
- No se, reaccione mal nomas.
- No podes ir tratando así a la gente porque reaccionaste mal nomas. - dice con un tono irónico las últimas palabras.
- Y bueno, ¿Que querés que haga? - digo molesta.
- Que le pidas perdón. - la quedo mirando esperando a que diga algo más pero no agrega nada. Asiento en forma de respuesta y tiro el cigarrillo al piso.
- Esta bien, después lo hago.
- No, hacelo ahora.
Me rió - No se ni quien es. - Megan me mira, si sabía quién era. - Bueno, pero tampoco se donde está.
- Búscala, esto no es tan grande. Dale. - me dice levantándome del piso.
Suspiró y miró hacia adentro, la veo bailando con su grupo de amigos en una esquina. Miro a Megan por última vez antes de entrar a la casa. Voy primero a la barra, me pido un fernet y espero a que se quede sola para acercarme.
- Ey - digo apoyándome en la pared a su lado. Ella me mira confundida. - Perdón por lo de recién... No sé que me paso.
- No pasa nada. - dice sonriendome.
La quede mirando, nunca me había dado cuenta de lo linda que era. - ¿Querés tomar algo? - preguntó derrepente.