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Martina

La tarde pasaba y cada vez me sentía mejor.
Con Lourdes comimos hasta lo que no había y nos reímos de todo. Me hacía sentir acompañada, y gracias a eso me olvidaba de todo lo que pasaba a mi alrededor.
Como que por ejemplo; mi papá se paseaba de una punta a la otra saludando a los invitados con su familia perfecta siguiéndolo por de tras

Lo peor de todo, es que toda la familia de mi viejo estaba acá. Nunca tuve una relación con ellos, siempre trataron a mi vieja de loca y eso hizo que me aleje de todos.

- Me da miedo boluda, mira si me ven. - dice lourdes susurrando.

Si bien era un cumpleaños familiar, lo que menos faltaba era alcohol. Pero como eramos menores y supuestamente no tomábamos, nadie nos trajo nada.

- No te va a ver nadie, dale. - dije insistiendole.

- No, no voy a ir. - se cruzo de brazos y volvi a esconderse atrás de la pared.

- Dale boluda, es un toque nomas.

- Anda vos, yo te espero.

- A mi me van a reconocer, aparte sos más petisa, no te van a ver.

- Sos una idiota. - dice provocando que me ría. - Esperame acá. - dice para desoues abrir la puerta de la cocina.

Los mozos estaban sirviendo el postre, así que no había casi nadie en la cocina. A los cinco minutos vuelve Lourdes con tres botellas de vino en la mano.

- Te fuiste a la mierda.. - digo riéndome por como se veía.

- Agarra una y vamos. - me pasa la botella y camina enfrente mío dirigiéndose a la mesa.

Al estar lejos de las demás mesas, no se darían cuenta de nada de lo que hacíamos.

Lourdes empezó a tomar y no se en qué momento se bajó una botella sola.
Encima, tenía menos aguante que parecía que ya estaba borracha,

- Mienteme como siempree - canto lu causando mi risa.

- ¿Bailamos?. - me pregunto ella extendiéndome la mano.

Me daba vergüenza ajena y ternura a la vez por como actuaba.

Agarre su mano y nos pusimos a bailar en medio de todos. (Cabe aclarar que todas las personas estaban entre los 50 y 60 años).

- Si no supiste amarrr - canté agarrando a lu por la cintura.

Antes tenía muchos prejuicios conmigo misma y nunca me mostré como realmente era. Pero hoy en dia me chupaba un huevo que mi viejo o mis tías me vean así con una mina. Era mi vida y ellos nunca se preocuparon por formar parte de ella, así que no tienen derecho a juzgar nada de lo que soy.

- Sos muy hermosa... - dice Lu. Por el tono de voz ya se notaba que no estaba en sus mejores condiciones.

- Vos sos hermosa. - dije acercandome un poco más a ella sin poder controlarme.

Basta, está borracha; pensé.

No me la quería chapar mientras estaba en pedo, quería que sea consiente de lo que estabamos haciendo.

Siento como Lourdes se acerca cada vez más a mi y por alguna razón yo no me quiero alejar.

- ¿Marti?. - dice una voz atrás nuestro provocando que Lu se aleje por completo de mi.

Nunca amé y odié tanto a alguien como la persona que estaba atrás nuestro por arruinar y salvarme de este momento.

Confusa | MartuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora