Chicago Night's (USA × Weimar) [YAOI]

Ｍａｒｉｐｏｓａ

La noche había sido espectacular en todos los sentidos, ambos habían disfrutado cada segundo del espectáculo e incluso tuvieron la oportunidad de acercarse a los músicos al concluir debido a las influencias del castaño, Weimar pudo demostrar su impecable habilidad con el violín siendo aplaudido por el grupo de humanos que se encontraba allí por lo que se camino a la casa del mayor la enorme sonrisa de su rostro y sus mejillas ruborizadas no desaparecieron. Tras abrir la puerta el de piel amarilla entró casi corriendo hasta la habitación para guardar la fotografía que le habían tomado al momento de tocar, la había visto una y otra vez pero seguía siendo increíble para él, mientras tanto el de estrellas caminaba tranquilamente hacia su vitrina para servirse una copa con muy poco contenido pues no era muy fanático del alcohol. Casi media hora después el menor salió de la habitación vistiendo el pijama que comenzó a llevar y con sus hebras rubias humedecidas debido a un rápido baño que tomó para relajarse, caminó en dirección a la terraza en donde se encontraba USA observando el horizonte nocturno con todas sus estrellas y luces, una vez a su lado apoyó un poco su cabeza en el brazo izquierdo ajeno que inmediatamente se movió hacia un lado de su cabeza dejándolo apoyado en su pecho... Para el germano fue incómodo hasta que se concentró en el ligero sonido similar al latido del corazón que hacía el núcleo al girar por lo que extrañamente comenzó a sentirse a gusto allí pues era calmante, la mano libre de guante del más alto se enredaba suavemente entre su cabello acariciándole de manera reconfortante....... Su estrés total parecía desvanecerse en ese lugar, la sombra hostigante sobre sus hombros parecía esfumarse apenas ponía un pie en América...... Todo parecía ser parte de un sueño perfecto, como los que leyó en los libros que recibía de su madrastra Austria-Hungría.... Una mujer amable pero que no supo manejar la situación de manera asertiva y causó una guerra nociva para todos.

Él ya no quería saber nada más de la guerra, estaba cansado de intentar reparar los enormes daños y lo único que deseaba era poder comer tranquilo mientras apreciaba el cielo de media tarde. Sin embargo debía reventar su burbuja pues él no tenía tiempo para eso. Dejó escapar un suspiro pesado de sus labios en una mueca de fastidio por arruinarse el momento con sus problemas hasta que una ráfaga de viento y un sonido lo sacaron de su propia mente. Las alas marrones del norteamericano estaba extendidas en un totalidad de manera majestuosa también mostrando algunas plumas ausentes e incluso casi quemadas...... A juzgar por la gravedad de las cicatrices debió haber sufrido lesiones tan fuertes que no se pudo regenerarse de manera correcta.

—Cada una de las plumas que perdí fueron enterradas en distintos campos de batalla, de ellas brotaron vida hasta cubrir la tierra quemada e infértil de hermoso y basto verde.... –Empezó el de parche mirándolo con una expresión seria al igual que su voz, con un par de pasos volvió a acercarse al menor tomándolo de los hombros y mirándolo a los ojos– Si una simple pluma pudo regenerar algo completamente perdido..... Entonces tú puedes lograr aún más, revertir el paso de la muerte y la decadencia por sobre tu historia.

—No... no sé cómo hacerlo, esperan que arregle todo como si sólo fuese una habitación desordenada pero no es así, no es sólo esperar sentado a que mágicamente la deuda y el tratado desaparezcan junto a lo que hicieron –Lloriqueó el de lentes mientras su voz temblaba agitada, se estaba desahogando sobre todo lo que tenía que callar entre las cuatro paredes de la asfixiante oficina de su padre muerto– Yo no quería dirigir su imperio, yo jamás quise tomar un arma... No quise ser criado como un soldado..

Se mordió el labio con fuerza para evitar el hipo que le causaba la entrada irregular de aire, sus ojos ya comenzaban a enrojecerse poco a poco con cada lágrima derramada.

—¿Confías en mi? –Preguntó duramente el anglosajón con su vista celeste clavada en las gemas brillosas que lo observaban aterradas, recibió un asentimiento rápido como respuesta a lo cual se inclinó rodeándolo con sus brazos y cubriéndolos con sus alas– Entonces.. haré que todo esté bien, my little sunflower..

El tricolor se aferró al contrario como si fuese lo único que conocía en el mundo pues lo hacía sentir seguro entre tanta incertidumbre. La diestra enguantada de USA de posó sobre su mejilla delicadamente mientras se agachaba más hasta quedar frente a frente, estaba dudando fuertemente en sí era correcto.... pero el cielo magnético en los ojos del europeo parecían llamarlo a gritos por lo que ya sin pensar acortó la distancia estrechando sus labios contra los ajenos pasmados de la sorpresa, el de camisa beige estaba estático producto a la ausencia del conocimiento de cómo actuar en una situación así.... Las cosas que había leído en su infancia eran poco claras pues no eran manuales, por un momento pudo escuchar la voz de su madrastra repitiendo su usual frase «Si crees que algo es correcto, entonces no debes pensarlo dos veces, pues el corazón tiene las respuestas que tu mente no».

Sus labios se movieron un poco inicialmente, luego se dejó llevar por la suavidad con la que el de ojo celeste comenzó a guiar hasta que se separaron en un jadeo profundo mirándose con confusión. Simplemente no dijeron nada y siguieron acurrucándose entre sí con la vista en el cielo dejando que sus preocupaciones se alejaran de la burbuja de cristal que era ese hogar en el rascacielos de Chicago.

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Otra vez su hermano no había llegado a casa como antes, la vez en que le preguntó dijo que era por el tráfico aéreo y la dificultad de conseguir transporte debido a su situación. El azabache hacía sonar la mesa con sus dedos replicando sobre la madera de manera algo enojada pues casi ya no veía a Weimar ni cuando estaba en casa, por poco y olvidaba cómo se veía, pero no tenía de otra más que dejarlo hacer su trabajo en lo que esperaba que Adolf saliese de prisión.
Ya aburrido se levantó de la mesa tras terminar de comer y se dirigió al jardín para sentarse a apreciar todas las plantas y flores que solía cuidar su tía Prusia, se dejó caer al césped sin importarle su ropa y cerró sus ojos unos momentos. Segundo después escuchó dos risas y una melodía bastante tenue en adición al sonido de la lluvia al caer por lo que se levantó de inmediato para buscar qué lo provocaba....pero no había nadie más a su alrededor, incluso el cielo estaba despejado, el de ojos esmeralda decidió ignorarlo de mala gana echándole la culpa al estrés.