Beso del Sol

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Berlín, Mitte. 1917


Un pequeño rubio corría entre el enorme y precioso jardín de la residencia en la que vivía, esta misma había sido pasada de generación en generación por los guardianes del territorio desde la separación de Pangea y ahora la compartía con su familia. Sus brillantes ojos color cielo buscaban ansiosos el rastro de su hermano menor quien se escabulló minutos atrás entre las flores en medio de un emocionante juego de persecución, sin embargo, la hora de juego se vio interrumpida por el sonido de un motor aproximándose a la entrada principal por lo que los menores se detuvieron abruptamente por unos segundos para luego correr en dirección a la entrada de la gran mansión.

-Reich, ¡espera! -Chilló el de trajecito gris al azabache que giró a verlo nervioso, el de manos amarillas sacudió rápidamente la camisa del menor quitando una pequeña mancha de tierra obtenida en medio de su carrera- Listo.

-Gracias, Brüder. -El de ojos esmeralda le sonrió alegre al más alto, mostrando ampliamente sus pequeños colmillos que comenzaban a mudar esta temporada-

El ruido de un portazo y la posterior apertura de la gran puerta de fino roble les hizo dar un ligero salto acomodándose rectos en sus lugares a la espera de quienes entrasen. Al ser el actual líder de la familia, Imperio Alemán, entraba primero al lugar con ese aire frío de poder que lo caracterizaba. Seguido de él se asomaba Austria-Hungría blandiendo un abanico que hacía flotar sus rizos dorados, por último Prusia aparecía virando los ojos mientras le daba una mordida a la manzana que traía en la mano.

-Weimar, Third Reich. -Saludó el rubio de gélidas esmeraldas a los dos menores que hicieron el saludo reglamentario, no había una relación parental tan... sólida, pero era suficiente-

-Bienvenido a casa Väter.. -Habló el tricolor sin poder evitar entrelazar sus manos producto al nerviosismo, no lo habían visto en casi un año y no estaban muy informados de la situación en los frentes de batalla...sin embargo sabían que iban mal-

-Ha sido un largo tiempo, vengan aquí. -El temible imperio se agachó colocando una rodilla en el suelo en lo que estiraba los brazos como invitación a sus descendientes que se acercaron despacio- Cada vez que regreso se ven más altos, pronto tomarán los lugares que les corresponden.

Los lugares que les corresponden...

La frase que más temía Weimar en estos tiempos, él no quería asumir el mando, no quería pasar su tiempo tras un gran escritorio con enormes cantidades de documentos que firmar cuidadosamente, no quería ser un ave enjaulada. Pero no había otra opción... El primogénito debía continuar con el legado familiar y cuidar que el ciclo continuase con el paso del tiempo, eso lo afligía pues el quería seguir siendo libre y poder sentir el sol sobre su rostro....poder sentirse vivo.
Pero no había más que hacer, incluso su pequeño hermano había aceptado gustosamente su puesto como líder de todas las fuerzas armadas, él era muy parecido a su padre, casi como cortados del mismo molde pero no dejaba de ser un niño dulce que siempre hacía lo posible para que su hermano mayor estuviese orgulloso de él.

• • •

Durante la madrugada seguía sin poder conciliar el sueño, había oído a los mayores hablar sobre el retiro del ejército ruso tras un conflicto interno y la entrada de un "Hombre Americano" a la guerra que se inestabilizaba cada vez más a lo que se le calificó como «Preocupante». Aún así procedieron nuevamente a planificar ofensivas y el cambio de guardia en las trincheras pues los soldados estaban agotados y se presentaban múltiples casos de severos desbalances mentales. Oír todo aquello ahuyentó el sueño del infante que apenas y notó cuando los primeros rayos solares comenzaban a teñir el cielo de dorado anunciando un nuevo día, cuando entró una mucama a despertarlos él ya estaba vestido y observaba la ventana con la vista perdida entre sus propios pensamientos.
El desayuno lo pasaron callados sólo oyendo el repicar de los cubiertos contra la fina porcelana de los platos, los mellizos austrohúngaros estaban pegados a su madre mientras que la mayor de los infantes se hallaba al lado de Prusia, ambas saltándose directamente al postre como de costumbre, después de mucho tiempo comían todos juntos pues desde el inicio de la guerra cada quién estaba en sus obligaciones por lo que apenas y se cruzaban en los pasillos, por la tarde los menores de la familia se colocaron en fila en medio de la sala con los portafolios que contenían las notas y observaciones de sus tutores privados, a Chile le daba completamente igual si tenía alguna nota baja pues a su "Madre" sólo le importaba que fuese capaz de ser una buena estratega...sin embargo los dos alemanes eran los más nerviosos pues debían ser intachables ante los ojos de su padre.

-Veamos, Hungría. -Dijo el mayor a lo que el niño de ojos limón le extendió el portafolios que fue revisado tranquilamente, sus notas eran decentes para su corta edad así que se lo devolvió y le dio una simple asentida-

Luego siguió Austria, sus notas eran idénticas con la ligera diferencia de tener un punto más en caligrafía. En medio estaba la latina esperando su resultado tranquilamente pues sabía que era buena y tenía razón pues sus puntajes no bajaban de 8, el de manos rojas le entregó sus cosas dándole un asentimiento a lo que también ganó un guiño de la prusiana que se encontraba en frente junto a la de parches. La tensión aumentó al ser el turno del niño de piel blanca..

Third aún no tenía una identidad específica por lo que lucía una pulcra piel blanquecina y la bandera del mayor en el lado superior derecho hasta que ascendiera de puesto y los humanos le designasen un emblema.

- Excelente. -Soltó seco el de cabellos rubios devolviendo el portafolios al más bajo, sus notas era casi perfectas únicamente con detalles que pulir en Planificación y Redacción- Weimar.

El mencionado tragó en seco intentando no temblar, él tenía la mayor carga sobre los hombros, sin embargo no estaba hecho para la guerra...

Idiomas: 10/10.

Caligrafía: 10/10.

Planificación: 7/10.

Matemáticas: 9/10.

Cuerpo a Cuerpo: 4/10.

Con arma: 2/10.

Puntería: 5/10.

Redacción: 10/10.

Distinción de armamento: 4/10.

Nota: El menor no posee voluntad de lucha, no destaca en habilidad bélica y se niega repetidas veces a ejecutar al prisionero de la prueba final.

Al terminar de leer los otros estudios y exámenes el imperio arrojó con fuerza la carpeta al suelo esparciendo los papeles en el suelo asustando a los niños que dieron un salto intentando no moverse de sus rígidos lugares, ante la violenta reacción de su hermano menor la de parche de águila llamó en silencio a su aprendiz saliendo ambas de la sala bajo los gritos del hombre furioso, siendo seguidas por la esposa de éste y sus hijos correspondientes dejando sólo los tres germanos en la habitación. El de lentes lloraba silenciosamente y al menor le temblaba el labio mientras uno era reprendido......el azabache puedo haberse ido pero no dejaría sólo a su hermano en ninguna circunstancia así fuese bajo al ira de su padre.

-¡Eres una vergüenza como descendiente, eres inútil y sólo te la pasas con la cara metida en putos libros de cuentos! -Rugió el de uniforme militar apretando sus puños son fuerza viendo como ambos tenían la cabeza gacha como si ignorasen lo que decía- ¡Deberías ser como tu hermano!

En un momento de descontrol su diestra tomó del cabello al de ojos cielo causando que se quejara e intentara alejarse, Imperio Alemán no tenía tiempo para sus pretextos y pérdidas de tiempo, estaban perdiendo la guerra y sus hijos debían de ser 100% capaces de mantener a flote el territorio cuando les llegase la hora de asumir los puestos que se les asignaron tras su nacimiento de la madre tierra. Volviendo en sí momentos después notó el rostro del pequeño rubio empapado en lágrimas mientras temblaba y su hermano tomaba su mano con los ojos fuertemente cerrados tratando de demostrarle su apoyo.

-Fuera. -Dijo entre dientes abriendo su mano a lo que el de traje gris cayó sentado al suelo de madera y rápidamente se levantó tambaleante intentando correr para abandonar la sala junto al menor quien aún no lo soltaba-

El tricolor suspiró sentándose en su sofá personal de cuero y se cubrió el rostro con una mano también enojado por su propia acción, quería que sus hijos fuesen excepcionales, quería que los cinco niños fuesen fuertes para evitar situaciones como la actual. Pero no sabía cómo tratarlos pues su padre SIRG siempre fue de mano dura con él y su hermana...pero ella parecía no estar afectada por todo lo que pasaron en sus entrenamientos aislados. Dio un último suspiro para luego dedicarse a empacar sus cosas pues a la mañana siguiente volverían al frente de batalla.

. . .

Durante la noche se acercó a la habitación que compartían los infantes, encontrándolos durmiendo abrazados en la cama del mayor....sus mejillas estaban enrojecidas y aún habían rastros de lágrimas secas sobre ellas por lo que exhaló despacio antes de separarlos y acostarse en medio acunándolos en sus brazos mientras cantaba suavemente la canción que había hecho para ellos cuando llegaron a su vida.

Chicago Night's (USA × Weimar) [YAOI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora