De Vuelta

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Sintiendo el efecto de la droga ser procesada lentamente por su sistema, el azabache miró sus manos cubiertas de sangre comenzando a temblar cual convulsión hasta que cayó desmayado frente al cuerpo agitado de su hermano que se sostenía con fuerza la herida en su pecho... esta estuvo a escasos centímetros de mandarlo a hibernación, su cuerpo se sentía inestable y era inseguro continuar allí tras oír los pasos de guardias acercándose por lo que usó toda su fuerza restante para separar la materia de su cuerpo convirtiéndose en un bruma oscura que abandonó la oficina por una de las ventanas justo en el momento en que la puerta era abierta de golpe por Himmler y sus hombres que sólo encontraron un rastro de sangre flúor y al de esvástica inconsciente tanto por su choque emocional como por efecto secundario de la droga que le dieron en el café para que se volviera psicótico y él mismo se deshiciera del estorboso tricolor, el humano había orquestado todo luego de la primera oportunidad en que uno de sus espías en América le envió una fotografía en donde se podía ver al primer heredero germano comiendo junto al anglosajón.

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Su mente repitiendo en tortuoso bucle las crueles palabras de su amado hermano lo llevaron a uno de los lugares posiblemente más inseguros para él, pero ya casi no veía y lo último que pudo hacer fue volver a su forma original antes de estrellarse en un basto campo manchando más su uniforme negro ahora con tierra.

Estuvo algún tiempo allí hasta que alguien aterrizó a algunos metros atraído por la energía oscilante que desbordaba su cuerpo.

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Weimar parpadeó despacio sintiéndose entumecido envuelto en mantas sobre lo que reconoció como una cama normal, su vista era borrosa a falta de sus lentes por lo que nervioso de sus recuerdos regresando a su mente intentó levantarse para averiguar en dónde estaba.

-No te levantes, has estado mucho tiempo acostado y tu cuerpo no responderá bien.. -Habló una voz desde la entrada haciendo que el rubio girase rápidamente sin poder reconocerlo por la lejanía-.

Notando esto el individuo se acercó hasta que el joven pudo enfocar su vista, soltando así un jadeo al reconocer de quién se trataba.. Entonces estalló en llanto asustando al de estrellas que pensó que su presencia era el problema.

-Verzeih mir.. Ich bin dumm, Dritte hat alles herausgefunden.. Ich habe es vermasselt, Verzeih mir! -Soltó el tricolor en medio de su llanto desesperado, luego de casi haber podido morir a manos de su hermano estaba aterrorizado de lo que podría hacer este ahora que tenía más motivos-.

(Perdóname.. soy un estúpido, Dritte descubrió todo.. Lo arruiné, ¡Perdóname!)

-¿Descubrir qué?, ¿De qué estás hablando Weimar, él te hizo esto? -El americano se acercó al más bajo tomándolo de los hombros para que se calmase, casi se infarta cuando lo vio ensangrentado en los campos de Verdún tras haber ido al sentir una presencia extrañamente conocida-.

-Alguien le dio unas fotos de nosotros en Chicago y en la mansión... Dritte enloqueció e intentó matarme hasta que usó su daga -Entre hipidos relató entrecortado y tembloroso aferrándose a las manos ajenas que aún luego de tanto le daban confort-.

-Ese maldito pudo haberte matado, estuviste inconsciente casi seis meses.. él cree que estás muerto y difundieron la noticia -Apretando la mandíbula mirándolo directamente a los ojos, viendo como su expresión desencajada se deformaba más a una mezcla de emociones negativas-.

-....No podré volver a mi hogar.. -Sus orbes cielo volvieron a llenarse de lágrimas que no tardaron mucho en descender por sus mejillas sintiendo un horrible vacío en su pecho, estaba básicamente exiliado-.

-Esta nunca dejó de ser tu casa.. -Le dijo el castaño en tono bajo mientras le colocaba cuidadosamente unas gafas de extremo ligeramente rajado que sacó de su bolsillo dejándole notar que se encontraban en aquel departamento de Illinois-.

USA había conservado todas las cosas que el de piel amarilla dejó antes de la tragedia del 29, por suerte eso incluía unas gafas que se le habían resbalado al alemán mientras dormía en el sofá y olvidó en un cajón, oportunamente ahora podía darles un nuevo uso hasta que pudiesen conseguir unas nuevas.

Al de orbes cielo le tembló el labio inferior en un puchero y se aferró con fuerza al pecho ajeno, siendo inmediatamente abrazado por el mayor que luego de esos años le daba igual lo que sucedió durante los juegos, creyó que lo había perdido para siempre y ahora gracias a Pangea lo tenía otra vez con él.

-Ahora ya no tienes excusa para negarte a pasar más tiempo aquí.. -Habló nuevamente el mayor acariciando la espalda ajena con cuidado para confortarlo, su presencia le daba tanta paz-.

-...¿No estás.. molesto conmigo?.. -Preguntó avergonzado el alemán mirándolo, se había comportado como un niño esa vez y ahora él volvía a salvar su desagradecido pellejo-.

-Da igual lo que haya pasado antes, lo importante es que estás bien y estás conmigo.. -Las manos del albino se posaron sobre las mejillas del otro que lo miraba con timidez, sus ojos cielo eran las joyas más valiosas que tenía en su vida.. Así que rindiéndose a la tentación le robó un beso suave que fue correspondido-.

Sus labios estuvieron unidos durante unos momentos hasta que se separaron con lentitud en un suspiro, entonces el tricolor se acomodó mejor entre los brazos del castaño sintiéndose seguro con su presencia y su suave olor a menta.

-..Te amo... -Dejó oír en un murmullo contra su pecho que fue claramente percibido por el contrario, que le dejó un beso en la frente y lo acunó en sus brazos para que descansara un rato más antes de salir de la habitación para comer-.

Chicago Night's (USA × Weimar) [YAOI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora