Girasoles

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Cuando el germano despertó notó que se encontraba sólo en la habitación sobre la cama un poco destendida, recordando haber dormido toda la noche abrazando al mayor quien también lo rodeaba con sus brazos dándole calor. Su rostro enrojeció a la par en la que sentía una sensación cálida en su pecho y una sonrisa tonta formándose en su rostro debido a que el perfume del americano estaba impregnado en su pijama dejando un aroma agradable. Sacudió la cabeza para sacar esas ideas de su mente y tomó sus lentes de la mesa de noche para caminar en dirección a la sala tras ponérselos.... No había ningún ruido aparte de los que él hacía, se extrañó de encontrarse solo pero al acercarse a la encimera de la cocina vio una caja de cartón liso y una nota doblada en triángulo para resaltar.

Sunflower tuve que salir a una reunión de urgencia durante la mañana, no sé a qué hora despiertes pero te dejé el desayuno y por favor espera a que regrese. Atentamente, USA.. –Leyó en un murmullo para al final asentirle al aire dejando el papel a un lado para abrir la caja ya tan conocida de postres—.

Al quitar la cinta de tela junto con la tapa dejó ver la pequeña torre de hot cakes bañados con miel junto a un poco de crema batida mientras que en un extremo había una botella de cristal de leche con toques de café y caramelo que pensó le gustarían al menor. Pasó las cosas a la mesa y luego de sacar un tenedor comenzó a comer de manera alegre cautivado por lo nuevo que comía, al terminar desechó todo y lavó la botella sabiendo que esas iban a un lugar diferente luego de cumplir su propósito así que luego de ello se acostó en el lado de la alfombra cercano al ventanal para admirar la calle y distraerse hasta que llegase el de franjas rojas.

Tras haberse distraído concentrado en unos humanos que limpiaban las ventanas de un edificio de enfrente atento a cualquier posible accidente que por suerte no ocurrió, oyó la puerta abrirse dos horas después por lo que se levantó yendo a recibir al castaño sin percatarse de que aún estaba en pijama.

—Vaya, ¿Tuviste muchos dulces sueños? –Rió suavemente el recién llegado observando al menor que rápidamente se avergonzó pues casi pasaba de media tarde, extendió su mano izquierda tendiéndole un bonito ramo de girasoles envueltos en papel amarillo con una cinta dorada– Cuando venía de camino los vi y me recordaron a ti, así que te los traje.

—..Da..Danke –Dijo Weimar abrazándolos contra su pecho sonriéndole mientras se escondía un poco tras ellos lo que causó que el más alto imitase su expresión y le revolviera el cabello– ¿Cómo..te fue?..

—Supongo que bien, sólo era una aburrida reunión con los humanos que dirigen los ministerios, están algo quisquillosos últimamente –El de parche azul le restó importancia al asunto mientras caminaban a la cocina en donde dejó su portafolios a un lado para beber refresco tranquilamente, al terminar se dio la vuelta rápidamente subiendo al tricolor sobre la encimera sacándole un ligero susto– Te extrañé.

El de ojos cielo se mordió el interior de las mejillas aún extrañado por todo desde ayer más los nuevos comportamientos del mayor, no tenía ni la menor idea de cómo debía comportarse o si era correcto lo que hacían. Pero el tener tan cerca al americano le era hipnotizante así que sin pensarlo le dio un pequeño beso en la frente ahorrándose las palabras, ante ese acto el de traje azul rodeó su cintura y escondió la cara en el hombro ajeno sintiendo la mezcla de suaves olores entre ambos.

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—No olvides hacer pausas para beber agua y por favor, procura dormir durante la noche. –Concluyó el de ojo celeste quitándose el saco en lo que el más bajo movía de lado su maleta para salir– Weimar.

El de lentes giró ante la mención de su nombre y sintió algo suave caer sobre su cabeza, se tratada del saco azul del de piel blanca que lo usó para acercarlo y cubrir así cuando le dio un último beso en los labios que duró unos momentos antes de quitarlo de sus cabezas y reír por la reacción nerviosa del europeo pues estaban en el puerto naval con cientos de humanos que podrían verlos. Bajó del auto rápidamente con su maleta y la usual caja de postres para el viaje, caminó rápidamente al hangar donde lo esperaban y se subió rápidamente mientras empezaban a girar la hélice para despegar con dirección a su hogar. Desde afuera el de franjas rojas esperó hasta ver al avión perdiéndose en el aire y emprendió el viaje devuelta a Washington DC para continuar con su trabajo mientras suspiraba aburrido por la rutina.

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Durante el camino el tricolor comía tranquilamente algunas galletas cubiertas de chocolate mientras observaba por la ventana el inmenso océano perdido en sus pensamientos. Se habían besado dos veces, habían dormido en la misma cama y con frecuencia estaban juntos haciendo cualquier cosa... Incluso mostraban interés por los asuntos del otro. Suspiró profundamente pasando su mano libre por su cabello, debía pensar en ello cuando volviese y también le preguntaría al castaño si todo lo que hacían era correcto...... Aunque realmente quería seguir con eso, las caricias en su cabello, los abrazos y las comidas que compartían tranquilamente sin pensar en sus agobiantes responsabilidades. Ahora debía llegar y esperar que su nación no estuviese ardiendo en llamas como un apocalipsis, también debía buscar a Third para encomendarle un par de tareas importantes para comenzar a moldear sus responsabilidades pues entre las pocas veces que lo veía comenzó a notar que estaba comenzando a crecer poco a poco, esperaba que su hermanito no tuviese que cargar con tantas cosas como él pero sabía que no sería un niño para siempre por más que así lo desease.

Chicago Night's (USA × Weimar) [YAOI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora