Noche

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Había pasado ya una semana desde el inicio de los juegos en Berlín, toda la gente de la nación parecía conforme mas muchos extranjeros comentaban por lo bajo sobre algunas cosas extrañas que habían ahora en la población alemana. El tricolor había compartido con el americano sus sospechas respecto a las nuevas amistades de su hermano y su preocupación de lo que pudiesen estar planeando, este prometió investigar cuidadosamente y le pidió mantenerse tranquilo hasta entonces.

-Me gusta poder venir y acostarme a tu lado, es como si todo el resto del jodido mundo desapareciera.. -Murmuró el castaño mirando al menor mientras acariciaba su mejilla delicadamente, su piel era tan suave como la recordaba-.

-A mi también me gusta, pero debemos tener cuidado.. -Weimar respondió en el mismo tono aferrándose al pecho ajeno, había llenado su pequeño escondite con mantas y almohadas por lo que ahora pasaban sus noches así hasta que saliera el sol obligándoles a despedirse hasta la siguiente caída de la oscuridad-.

-No te preocupes, todo estará bien hasta después de los juegos que puedas volver a visitar Chicago -Su mano albina levantó un poco la cabeza ajena y le plantó un pequeño beso en los labios, seguidos de algunos más hasta que cambiaron de lugares-.

El de orbes cielo jadeaba leve mirando al más alto que se mordía el labio, apenas en esos momentos había aumentado el calor en ese pequeño espacio en el que podían amarse libremente.

-Me gustaría poder continuar lo que nos interrumpieron hace unos días.. -Dijo en tono ronco mientras hundía su rostro enrojecido en el hombro izquierdo del de piel amarilla, el cuál se mantenía en silencio posiblemente a punto de excusarse como en otras ocasiones-.

-Bésame.. -Susurró rodeando la cintura del otro con sus piernas, su hermano aún no estaba en casa por lo que podría arriesgarse a disfrutar un poco al menos esa vez-.

El estadounidense no esperó mucho antes de obedecerle, atacando sus labios con besos profundos en lo que sus manos explotaban el cuerpo del más bajo que se estremecía ligeramente ante las caricias y suaves apretones que le daban, el de franjas rojas bajó hasta su cuello muriendo por marcarlo pero se limitó a dejarle pequeños besos para no ocasionarle problemas. El rubio sintió cierta zona comenzar a molestar por lo que bajó su mano intentando desabrochar su pantalón para tener más libertad, mientras tanto el de parche azul aprovechó aquello para que sus traviesas manos bajasen hasta el trasero ajeno para así amasarlo a su antojo provocando que Weimar se mordiese el labio para no gemir su nombre.

-Dilo bajo.. quiero escucharte... -La ansiosa voz del anglosajón se oyó ligeramente ahogada al estar devorando a lamidas y chupones el pecho del contrario-.

Sin embargo este no hizo caso y continuó reteniéndose hasta que el albino se sentó atrayéndolo a su pecho para terminar de desvestirlo para poder seguir recorriendo su cuerpo algo tembloroso, sentir la entre pierna ya despierta del germano chocar contra su estómago lo tentaba cada vez más por lo que se detuvo y acercó su diestra a la boca ajena, metiendo así dos dedos en esta que el menor un poco confundido comenzó a ensalivar como si fuese un helado. Lo cual no hacía más que excitar al castaño que se perdía hipnotizado en la expresión que hacía el otro chupando sus dedos, los cuales al ya estar sufrientemente mojados retiró de su boca para acercarlos hasta aquella entrada que moría por atravesar el mismo con otra parte de su cuerpo, más igual se deleitaba con los jadeos ajenos al introducir su índice en ese pequeño lugar jugando un poco hasta que se acostumbrara a la fricción para así también incluir al otro.

-..Hazlo... hazlo USA.. -Gimió tembloroso el de lentes rogando por que el mencionado siguiera, se sentía malditamente bien y pronto se aferró a su cuello cuando el movimiento allí comenzó sacándole más jadeos-.

El de estrellas sostenía con fuerza el muslo izquierdo del alemán mientras su otra mano se movía rápidamente para complacer a su amado girasol que pronunciaba su nombre con un maravilloso tono que lo hacía sentirse tan caliente, si bien sólo podía limitarse a eso por ahora.. le bastaba para sentirse en el jodido cielo. Pronto el de piel amarilla comenzó a mover las caderas instintivamente al sentirse cerca de acabar, notando esto América hizo que sus dedos llegaran más profundo justo en el momento en el que el menor le mordió el hombro sintiendo sus piernas perder la fuerza durante el momento en que cierto fluido blanquecino abandonaba su cuerpo para acabar manchando el torso del de ojo celeste que se mordió el labio otra vez pero con una sonría pícara.

-Perdón.. -El más bajó murmuró apenas pudo recuperar el aire, se avergonzó de haberlo ensuciado aunque eso realmente no le importaba al otro que se mantenía tranquilo-.

-Te amo.. -Canturreó el de franjas rojas inclinándose para darle un dulce beso, en serio lo decía con todo su corazón... lo iba a adorar siempre-.

Ambos se fundieron en un cariñoso abrazo durante un rato para luego separarse ya que tenían que limpiarse y acomodar el desastre que hicieron.

Chicago Night's (USA × Weimar) [YAOI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora