Chicago Night's (USA × Weimar) [YAOI]

Ｃｅｌｏｓ

El rubio se removía bajo la boca del de franjas rojas quien devoraba su cuello a besos y mordidas suaves robando jadeos de sus delicados labios rosados, mientras que sus manos traviesas acariciaban cierto lugar que lo hacía enrojecer y morderse el labio lastimándose con sus afilados colmillos que olvidó normalizar. Pero el toque de la puerta les recordó dónde estaban, por lo que se alarmaron y el tricolor empujó a USA al closet cubriéndolo con mantas destendidas por si acaso para luego colocarse la de su cama encima y abrir la puerta intentando normalizar su respiración, los ojos esmeralda de su hermano hicieron aparición tras un parpadeo de este haciéndolo agradecer de que su expresión fuese tranquila.

-Te traje Apfelstrudel. -Dijo el menor alzando una bolsa de papel de donde provenía el maravilloso olor a manzana del postre recién hecho que le entregó al de lentes que asintió un poco nervioso-.

-Gracias, hermano. -Murmuró forzando una sonrisa pequeña a la par en que su estómago comenzaba a revolverse gracias al olor que lo hacían desear comérselo lo más pronto posible pues aún no había cenado y almorzó mal debido a la cólera acumulada que tenía-.

Third se retiró y luego de cerrar la puerta nuevamente con seguro oyó al castaño salir de donde lo escondió en lo que él le daba una gran mordida a la masa de hojaldre sintiendo el dulzor de la compota de manzana al momento en que comenzó a masticar con fascinación, atrayendo la atención del más alto que se acercó tomando sus manos para acercar el pastel de fruta a su boca también.

-Damm, esto es realmente delicioso.. incluso puedo sentir el toque de ron -Saboreó el americano relamiendo sus labios, ambos eran amantes de lo dulce por lo que Weimar acabó por separar el postre con cuidado para que cada uno pudiera comerlo con calma-.

-Habla más bajo, él duerme en la habitación de al lado -Murmuró el de pijama blanca sentándose en su cama, si bien las paredes no eran delgadas igual prefería no correr el riesgo pues los enojos del carmesí eran tan peligrosos como los de su padre-.

-Entonces sería una pena que te escuche hacer ruidos raros. -Soltó el anglosajón que se lamía los dedos tras terminar su parte del pastel volviendo al lado del menor que tenía las mejillas manchadas de dulce y arqueaba una ceja- ..... Mierda, no puedo ser un pervertido si me miras con esa carita tan hermosa..

El castaño se avergonzó dejándose caer al lado del germano que rió bajo y continuó comiendo apoyándose en el hombro ajeno de quien suspiraba por él mientras acariciaba su cabello, se había extinguido todo rastro de enojo por lo que ahora se dejaba acariciar tranquilamente mientras disfrutaba de las dos cosas que le generaban felicidad en la vida, los dulces y USA.

• • •

Ya poco antes del amanecer el joven se despedía con una sonrisa boba del de ojo celeste que descendía con cuidado por la enredadera exterior de la habitación ubicada en el segundo piso, aún le quedaba algo de tiempo para pensar en cómo escondería las mordidas y marcas en su cuello ya que la ropa no podía hacerlas pasar desapercibidas como las de su espalda y muslos.

Al final decidió variar su estilo usando una cafarena negra de cuello tortuga y unos pantalones formales gris oscuro, al mirarse al espejo se sintió conforme y sonrió extendiendo sus hermosas alas marrones... emprendería vuelo hacia el estadio porque era una mañana hermosa y quería disfrutar de la vista. Así que tras unos agradables minutos de vuelo aterrizó en el palco que le correspondía siendo sorpresivamente saludado por el publico en general, el día anterior durante su visita al complejo en donde se hospedaban los atletas un reportero lo siguió disimuladamente captando con lujo de detalles la espontaneidad y amabilidad del tricolor con todo aquel que se acercase a saludarlo, recogiendo también breves declaraciones de los mismos comentando sobre lo cómodos que sintieron charlando con el ángel al cual el público decidió apodar "Rayo de Sol" en sus distintos idiomas. Claramente toda propaganda positiva era beneficiosa para Third por lo que mientras leía el periódico matutino el mismo decidió que su hermano seria su embajador de imagen por el resto de los juegos, por lo tanto también haría propaganda de ello a consejo de Goebbles.. el "Ilustre" ministro de propaganda elegido por Adolf.

Más allá el castaño usaba su don para apreciar perfectamente el ligero rubor y la sonrisa del germano que alzaba tímidamente una mano para devolver el saludo a los humanos que vitoreaban la suave paz que transmitía, sin duda seguiría dando de qué hablar en los siguientes días con su ahora relevancia bajo el flash de las cámaras que parecían amarlo tanto como el americano enamorado.