"Manzana Prohibida"

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La luminosidad del sol filtrándose por la ventana anunciando el inicio de un nuevo día le hizo recaer nuevamente en la culpa de sus acciones. Miró el cuerpo a su lado cuando emitió un ligero suspiro, otra más en su lista pensó. La noche anterior, como casi todos los sábados, había ido a una fiesta con sus amigos, no porque le gustará bailar o convivir, era lo que menos hacía, por el contrario, lo que casi siempre solía pasar en dichas reuniones era que terminaba enredándose con mujeres, una cada noche, nunca repetía, por lo menos en aquella ocasión podía decir que la conocía y no era una simple chica que había visto de repente, que se le había hecho bonita y simplemente usarla para unos momentos de placer.

Miró el reloj en su teléfono y rápidamente se levantó sin ningún cuidado, tenía un compromiso más importante que estar con esa mujer. No le importaba hacer ruido y despertar a su acompañante de aquella noche, solo quería ir a casa y dormir lo que no había podido como hubiera deseado y después atender aquel asunto de gran importancia para él.

Sintió que aquella velada había sido una perdida de tiempo, ni siquiera lo había disfrutado lo suficiente, solo había sido una noche de sexo más, como lo habían sido las últimas veces, aunque antes tampoco podía decir que era algo gratificante, pero por lo menos le hacían disfrutar por unos minutos, aún asi, no recordaba haber deseado realmente a ninguna de las mujeres con las que había estado, no sentía nada por ellas, tanta era su indiferencia por ellas que tenía el atrevimiento de compararlas con un pedazo de papel que podía tirar a la basura sin ningún remordimiento.

—...Neji...— murmuró la chica con voz somnolienta mientras él terminaba de vestirse—. ¿Qué estás...

—Me voy...— dijo con un tono cortante, no quería alargar más su estancia en aquel hotel de paso.

—¡¿Qué?!, pero...— Neji se irritó al escuchar el tono de su voz exaltado, sabía lo que se avecinaba con eso.

—Aquí tienes para poder ir a casa...el hotel ya lo he pagado.— dijo con indiferencia, sin mirar el rostro de enojo y frustración de la mujer.

—Debes estar bromeando, tan siquiera podríamos ir a desayunar y hablar, no me puedes dejar así como una...— cayó sus palabras, no podía insultarse a ella misma de esa manera.

—Nunca acordamos nada, solo fue un momento para relajarnos, y lo sabes bien.

—Pero...creí que podríamos empezar algo más...

—Pensaste mal, ahora me tengo ir.

—¡Eres un idiota!, creí que lo que decían de tí eran solo chismes...te dí mi confianza y así me lo pagas.— dijo con el rostro rojo de la ira, había sido una estúpida.

—No te lo pedí, así que ahorrate tus insultos Sakura, espero no verte más.— dijo el Hyuga para salir de la habitación y dejar a la pelirrosa gritando groserías de él.

—¡Me las vas a pagar Neji Hyuga!— fue lo último que llegó a escuchar.

Soltó un suspiro en cuanto salió del hotel, Sakura había sido más difícil de lo que pensó, arrepintiéndose de inmediato por haberse enredado con ella, más aún cuando tendría que verle la cara de vez en cuando en la universidad.

Tomó su auto y se dirigió a la gran casa que compartía con su familia, solo esperaba no encontrarse con su prima, era tímida y de voz baja pero aún así sus reproches eran los peores ya que siempre le decía la verdad de lo infame que era.

Apenas cruzó el vestíbulo sus fosas nasales se inundaron con su aroma favorito, lirios, pero en lugar de alegrarse cómo solía ser cada vez que tenía aquel aroma cerca, su corazón se aceleró palpitando rápidamente como loco, ¿qué era peor que encontrarse con su prima?, pues que su mejor amiga estuviera en su casa, después de él llegar desalineado y oliendo a perfume de mujer.

"Un mes para disfrutar"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora