"Niñera"

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El ruido de su pequeño zapato golpeando levemente contra el piso era una muestra clara de su falta de paciencia.

No podía despegar la vista de la calle, el gran ventanal de su casa tenía una vista perfecta a ésta así que no la desaprovecharía.

Miró por milésima vez el reloj colgado en la pared por encima de la chimenea con notable fastidio, sus ojos y ceño se contraían más y más mientras tomaba con fuerza la manga de su, hasta ese momento, pulcro y pequeño saco hasta arrugarlo conforme más tiempo pasaba. ¿Quién se creía que era?, ¿Por qué aún no llegaba?, ¿Cómo se atrevía a dejarlo esperando?, ¿Y si se había hartado de él?, ¿Y si había cambiado de empleo, y talvez ya no quería verlo más?, o peor aún...¿Y si estaba con alguien más?...su mirada llena de fastidio y molestia cambió rápidamente por una de angustia en cuanto pensó eso último, no imaginaba verla con alguien más que no fuera él, al menos en el futuro cuando tuviera la edad suficiente...

-Joven Neji, no quiere algún aperitivo mientras espera a la señorita Tenten.- interrumpió sus pensamientos una de sus sirvientas.

-No.- dijo cortante como siempre, pero luego recordó las pequeñas platicas, o mejor dicho regaños que su querida niñera le decía día con día que pasaban juntos por su apática actitud, a su parecer no era bueno que un niño de 10 años se comportará de esa manera tan grosera, al parecer lo habían consentido demasiado-. Quiero decir...se lo agradezco pero no tengo hambre ahora.- dijo con un tono más relajado pero con la misma seriedad que siempre reflejaba.

La mujer no hizo más que sonreír mientras se retiraba. Desde que había llegado aquella chica a cuidar del "pequeño amargado", las cosas habían mejorado y podían soportarlo un poco más, seguía con ese rostro de querer matar a todo el mundo pero por lo menos ya decía gracias, como si de un bebé se tratara; y todo gracias a ella, Tenten.

Las personas que acompañaban siempre al pequeño amargado, es decir, Neji, miraban con ternura la actitud que este tomaba cuando la chica se aparecía cruzando la puerta tarde tras tarde, siempre con su uniforme del colegio y cuando su jefe regresaba al trabajo en su empresa después de comer. Siempre saludando con una sonrisa amable a todos y después atender al pequeño lo que resta del día.

Aún no lograban comprender como aquella chica había logrado convencer a un hombre como Hizashi de dejarle cuidar de su único hijo, era obvio que era lo que más amaba; y siendo que ella también apenas y había acababa de terminar la pubertad, tenía 15 años, aún así aquel hombre de aspecto autoritario pero muy amable había cedido.

Pero no importaba, la joven era muy linda y estaba haciendo cambiar al niño que muchas veces los sacaba de quicio por su apática actitud.

Neji miró tras el vidrio lo que menos deseaba, Tenten había llegado y eso lo alegraba pero...estaba con un chico, ¡De su misma edad!, ¿Acaso por eso había llegado tarde?, ¿Realmente estaba con él?.
Se acercó lo más que pudo al gran ventanal para ver todo lo que la castaña hacia con aquel joven de cabello pelirrojo.

Lo primero que notó fue que ella no tenía el cabello amarrado como siempre lo llevaba; después los vió sonreírse y despedirse agitando la mano tras una pequeña conversación. la observó a ella primero, esa sonrisa la reconocía, era la que le dedicaba a todos, así que quiso creer que no era nada, pero aún así no podía sentirse tranquilo, porque a diferencia de ella, aquel chico pelirrojo sonreía con nerviosismo y cuando comenzó a caminar en dirección opuesta a ella y su casa, este no paraba de voltear con un lijero sonrojo hacia la chica que se dirigía a la puerta principal, tenía 10 años pero era muy inteligente, lo suficiente para saber cómo actuaba una persona enamorada, o eso es lo que decían los blogs que leía en secreto.

"Un mes para disfrutar"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora