"Mejores Amigos"

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Día 13

De todas las cosas que habían pasado hoy, era justamente eso lo que no podía sacar de mi mente. Nunca la había visto vestida de esa manera, y a decir verdad nadie, porque no solo yo sino todos los chicos presentes en ese momento habían notado todo lo que ella escondía debajo de sus ropas holgadas, cosa que me hacía molestar mucho, ya que la miraban sin siquiera disimular un poco, pero lo que me hacía enojar más fue lo que pasó después a raíz de esta situación.

Todo había comenzado cuando "mi mejor amiga" (y algo más) Tenten había sido obligada por mi prima y sus amigas a entrar al club de porristas cuando solía estarlo en karate conmigo, por lo cual tenía que usar esa ropa tan diminuta que consistía en una falda muy arriba de las rodillas y en una blusa que no le tapaba el hombligo. Y no podía negarlo, se veía bastante sexy y sensual, como ni en mis sueños más retorcidos me la hubiera imaginado, ya que dichas prendas resaltaban bastante bien todos sus atributos y de esta manera llamando no sólo mi atención...

Flash-back

-lo siento Neji, pero se lo prometí a las chicas.

-no pueden obligarte Tenten.

-lo sé, pero creo que es hora de que...

-de que qué...

-de que me comporte un poco más...femenina.

-eso no tiene sentido.- y es que era verdad, para mi ella era de la chica más linda que había conocido.

-pues para mi sí...tú no lo entiendes Hyuga.

-no lo haré si no me lo dices.

-tú no sabes lo que se siente que todos los chicos te miren como un bicho raro.

-y eso que tiene que ver.

-te dije que no lo entenderías, y te haces llamar genio.-nunca me había hablado de esa manera. - así que ya lo decidí y digas lo que digas nada me hará cambiar de opinión.

-hmp bien, pero quien se supone será mi compañero ahora.-dije como último intento por convencerla de que se quedara conmigo en el club de karate, y es que era la única manera que tenía para poder cuidarla de cualquier tipo que se le quisiera acercar, pero ahora al parecer no podría detenerla. El no tenerla cerca me hacía sentir preocupación por perderla y más aún al saber que utilizaría ese uniforme tan diminuto.

-no lo sé, mmmm...¿Por qué mejor no intentas entrar al club de fútbol?.

-no creo que...

-vamos así por lo menos estaremos un poco juntos como los mejores amigos que somos - y tenía que volver a decir esas palabras, palabras que muchas veces resonaban tan fuerte en mi cabeza que hacían que no quisiera confesarle todo lo que sentía por ella por miedo al rechazo y a perder su amistad...- mientras tú juegas yo te apoyo, además sé que no eres tan malo en ese deporte - después de pensarlo un momento me di cuenta que no era tan mala idea, por lo menos así la tendría vijilada cerca de mi.

-hmp bien - dije rendido sin querer hablar más del asunto.

Fin del flash-back

Y fue así justamente como hoy mientras me encontraba en medio de mi primer partido sin poder concentrarme lo suficiente por lo bien que lucía, pero sobretodo, observando como muchos chicos que presenciaban el encuentro prácticamente se la estaban comiendo con la mirada al ver por primera vez todo lo que Tenten tenía por ofrecer físicamente como mujer, perdimos el encuentro mayormente por mi culpa.

Me levante de la cama después de un pequeño descanso para tomar un baño. Al salir mientras me secaba la cabellera escuché un pequeño grito, quite de mi rostro la toalla y fue que la vi, aún tenía puesto su uniforme de porrista, se había tapado el rostro, pero aún así se notaba que estaba sonrojada. Al ver su expresión recordé que había salido del baño sólo con una toalla que tapaba la parte baja de mi cuerpo y aquella con la que me sequé el pelo...

-y-yo realmente lo siento...toqué y no contestaste, pero quería corroborar que e-estuvieras bien- dijo nerviosamente. - no debí entrar.

-t-tranquila, sólo espera un momento afuera - dije más nervioso que ella, así que sin más ella obedeció y salió, mientras tanto yo me colocaba la primera camisa y pantalones que encontré. - pasa.

-hola Neji, ¿Como te sientes? - dijo más calmada, pero aún así todavía se sentía una incomodidad por lo sucedido.

-si te refieres al partido de hoy estoy bien, gracias por preguntar, si era todo puedes irte. - dije un poco molesto por lo sucedido al final, ya que al terminar dicho encuentro, Sasori, un chico pelirrojo de dos grados mayor al de nosotros se le había acercado con la intención de invitarla a salir, y por lo que supe ella aceptó.

-yo sólo...estaba preocupada por ti...te fuiste tan rápido que supe de inmediato que algo te pasaba.

-ya te dije que estoy bien.

Me miró con el señor fruncido y en silencio mientras me examinaba, ella sabía que estaba mintiendo - no, no lo estas. - dijo finalmente mientras se cruzaba los brazos desafiante. Verla de esa manera me hacía perder la cordura en mis pensamientos, aun con el ceño fruncido en su rostro. - así que no me iré hasta que me digas que te pasa Hyuga...se supone que somos los mejores amigos. - y esa fue la gota que derramó el vaso, para mi ya era más que suficiente.

-¿enserio quieres saber que me pasa? - dije con una sonrisa sarcástica que no solía presentar ante ella por lo grosero y egocéntrico que me veía.

-s-si - dijo nuevamente tartamudeando al ver que avanzaba lentamente hacia ella.

-bien ahora lo sabrás... - finalmente me había decidido, ya no soportaba escuchar las palabras "mejores amigos", yo quería y necesitaba más que eso, así que sin previo aviso tomé su rostro con algo de brusquedad y la besé, además de que un segundo después de unir mis labios con los de ella baje mis manos a su cintura para sentir más su cuerpo y con la intención de acariciar su espalda baja y vientre desnudas por aquel uniforme. Temía que me empujara y me rechazará, pero al sentir que me correspondía, nuestro beso se había intensificado demasiado, al grado de que comenzó a soltar suspiros que no hacían más que querer más de ella, así que tomando el beso como un permiso me permití bajar una de mis manos a su muslo con la intención de subir lentamente su falda de porrista, la cual me había tentado a hacerlo desde que la vi salir de aquellos vestidores; mientras tanto ella acariciaba tímidamente mi espalda.

Acariciaba su muslo tan frenéticamente que no pude evitar subir mi mano a su trasero y acariciarlo como si fuera la única oportunidad que tendría, pero al parecer no había sido muy buena idea, ya que fue el momento que ella se separo un poco asustada...

-lo siento no quería... - me miró muy nerviosa y sin poder creer lo que sucedió, así que sin dejarme explicarle lo que sentía, salió de mi cuarto y lo más seguro también de mi casa.

Había sido un idiota, la había perdido y todo por mis celos enfermizos, aunque después de todo ella no me pertenecía, y ahora nunca lo haría.

"Un mes para disfrutar"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora