"Obsesión"

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El timbre dió anuncio al término de clases, levanté la mirada hacia la ventana notando como la plaza principal comenzaba a llenarse lentamente de chicos queriendo huir del agotador día de la escuela.

Naruto se levantó con prisa metiendo sus útiles sin cerrar su mochila para después emprender corriendo hacia la puerta...

—¡Rápido Sasuke!, ¿Qué acaso no te preocupa que se llene la sala de videojuegos?.— expresó efusivo el tarado.

—Realmente no...— contestó el emo mientras seguía guardando sus cosas con lentitud sólo para hacer rabiar más al idiota y mientras yo también deseaba que se apresurara.

Por otro lado estaba Shikamaru, quién apenas había despertado dejando un rastro de baba en el pupitre, e irse arrastrando su mochila tras de sí, "vaya compañeros", pensé rodando los ojos.

Dejé de prestarles atención, esperaba a que todos me dejaran solo en el aula, no dejaría que alguno de ellos sospechara sobre mis acciones...

—¡Neji!...— me llamó Lee antes de salir y mientras guardaba lentamente mis cosas para ganar más tiempo—. ¿Otra vez clase de arte?— asentí sin mirarlo, Lee solía ser demasiado curioso y era lo que más quería evitar—. ¡Bien!, ¡Entonces espero ver alguna de tus obras pronto!, ¡Da lo mejor de ti Neji, que tú llama de la juventud no se extinga!.— me dijo con su dedo pulgar levantado y su fastidiosa sonrisa, asentí sin mucho interés y lo ví irse.

Cuando me aseguré de que ninguno de mis compañeros o conocidos estuviera cerca, comencé a caminar hacia la dirección contraría, llegando hasta el lado opuesto del edificio en el cual impartían clase de arte y poder tener una vista perfecta de esta, clase la cual era mi objetivo desde el principio.

"No había mentido del todo cuando dije que tenía que estar en la clase de arte", pensé arrogantemente.

Subí varios pisos tratando de no ser visto hasta toparme con una puerta metálica que daba acceso a la azotea; saqué de mi bolsillo una de las tantas argollas del cabello que había tomado de mi prima Hanabi y la introduje en la cerradura hasta escuchar que se encontraba abierta.

Apenas cruce, el aire golpeó mi rostro, sería un poco molesto por mi larga cabellera, pero nada que pudiera detenerme, ni la lluvia de la semana pasada lo había logrado.

Caminé por la azotea hasta posicionarme en el punto en el cual me había estado colocando desde que había iniciado el semestre.
Tomé la mochila extra que llevaba y que servía para los materiales de arte pero que en su lugar extraje una cámara, me recosté en el duro concreto para no ser atrapado y comencé a ver a través de la lente, acercándola más y más a una de las ventanas del aula buscando mi objetivo, y fue que lo encontré...una sonrisa apareció involuntariamente en mi rostro al verla tan radiante como siempre, con una bata cubriendo su uniforme de posibles manchas de pintura, una sonrisa en el rostro mientras trataba de poner atención a lo dicho por su profesora, y sus característicos chonguitos moviéndose de un lado a otro...

Click, sonó la cámara al accionarla y capturar su imagen tan adorable...click...volví a accionarla después de un rato mientras comenzaba a pintar...click...presioné el botón de nuevo cuando accidentalmente la pintura salpicó en su rostro, adornando sus mejillas con pequeñas manchas de varios colores y al mismo tiempo comenzaba a reírse de sí misma, sin poder evitarlo sonreí con ella, solo ella podía sacarme aquellas sonrisas que muchas chicas habían intentado antes, solo ella y sin ningún esfuerzo.

Pero aquella sonrisa en mi rostro desaparecido tan rápido como había aparecido, enfoqué la cámara lo más que pude para tener una mejor vista de la escena. Sin poder evitarlo mis manos comenzaron a hacer presión sobre la cámara por el enojo que había empezado a surgir en mi cuerpo.

"Un mes para disfrutar"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora