*En el capítulo anterior*
Me dirijo al auto y me subo rápidamente, ya no tengo nada que hacer aquí….
Capítulo 37: Te amo
Narra ______:
Luego de tomar el baño, simplemente me vestí con unas calzas, una musculosa blanca y un rodete, algo bien sencillo para estar en casa.
Justo había terminado la película que estaba viendo, la cual había empezado para tratar de distraerme de lo que pasa con mi madre, Harry, Sofía y el adaptarme a esta vida de nuevo. Debo admitir que funcionó, pero ya había terminado y mi cabeza volvía a llenarse.
Sentía que ya no podía, hacía muy poco había cambiado mi vida drásticamente y no podía creerlo. La semana pasada estaba en las calles sin saber que comería, y ahora estoy aquí.
Mis días no paran, siempre pasan cosas extremas y no puedo relajarme ni un solo minuto de mi vida. No puedo descansar de nada y estoy agotada, todo el tiempo son cosas fuertes las que me suceden y ya no tengo energías.
Apago el televisor mientras veo la ciudad de Los Ángeles por la puerta balcón. Respiro muy hondo y siento que voy a llorar… ¿Pero de que me va a servir?.
Me siento estúpida, impotente, abrumada, desvalorada, inferior, tonta, pequeña, inútil, un desastre, una mierda y todo eso junto y más. ¿Por qué me siento así? Porque soy lo suficiente menos como para que mi novio necesite otra punta, lo suficiente mierda como para dejar que a la pobre chica se le parta el corazón, lo suficiente inútil para solo servir de modelo, lo suficiente estúpida para estar dos años en la calle, lo suficiente abrumada porque no dejan de pasarme cosas, lo suficiente desvalorada para que mi novio tenga a otra, lo suficiente inferior para que no tener ni una sola cosa mía, lo suficiente pequeña para que todos me miren como si fuese una pobre hormiga, el suficiente desastre para vivir con mis amigas porque perdí todo, lo suficiente para ser yo.
Las lágrimas resbalan por mi mejilla, tratando de sacar el dolor y el sufrimiento que tengo dentro. Aunque sonría me pasaron muchas cosas, no las he superado aún, me duele, mucho. Me duele el haber perdido a Jane, el que Harry este con Sofía, el que mi madre esté en guerra conmigo, el que mis padres me hayan abandonado de una forma tan cruel, el no tener nada y el haber estado dos años en la fría y cruel tortura de la calle.
No importa lo que haga, no puedo sacar el dolor que tengo dentro. Comienzo a llorar abrazándome a mí misma, tratando de sacar esta sensación de mí. Comienzo a pensar en qué podría hacer para liberarme.
Podría cortarme, escuché que las chicas que lo hacen luego se sienten un poco mejor, como una forma de desquitarse. Pero nunca entendí que ganan. Solo lastimarse más de lo que ya lo están, cuando la solución es sanar no lastimar y hundirse más. Saco la opción de mi cabeza.
Podría vomitar, tratando de sacar la sensación. Eso haría que esté más flaca también y quizás me acepten más. Pero no lo creo, solo lograré desnutrirme y ser un asqueroso esqueleto, solo daré asco y lástima. Aparte peligra mi vida y debo ser fuerte, no darles el gusto de no estar más. Opción descartada.
Podría ponerme frente al espejo a repetirme lo estúpida que soy. Pero eso solo bajaría aún más mi autoestima y me terminaría por hundir. Mejor no.
Podría encerrarme a leer para olvidarme de todo. Pero los problemas no desaparecerán porque los evite, solo se agrandarán con el tiempo y solo podré encerrarme y aislarme del mundo, lo que es contraproducente. Tampoco.
Podría torturarme de alguna otra forma, pero no terminaría en nada bueno.
Solo puedo enfrentarlo, aunque me duela, sienta que no pueda, que me estoy cayendo, que me destruyo, que alguien como yo jamás podría. Es preferible intentar hacer algo, ya que si lo evito no lo podré superar más. El pasado está pisado, si sigo pensando en eso, jamás podré seguir adelante. Si sigo pisando en el mismo lugar, terminaré por hace un poso, en el cual caeré cada vez más profundo.