*En el capítulo anterior*
Tomé el control de la televisión y la apagué, esto requeriría atención.
Capítulo 23: Ya pasó
Narra ______:
______: Es un imbécil-mascullé molesta refiriéndome a Harry una vez terminé la explicación de lo ocurrido-
Martina: Pero tú también eres bastante idiota, como vas a correr con una herida de ese tamaño?-preguntó mirándome con desaprobación mientras ponía el pote de helado vacío sobre la mesa-
______: Idiota será tu abuela-respondí mirándola mal- aparte no está tan mal-dije restándole importancia-
Martina: Pues si no está tan mal, déjame verla-pidió con sencillez-
______: Claro-acepté luego de pensarlo unos segundos-
Me paré y con mucho cuidado me di vuelta, para que mi herida quede a su simple vista, esepto por la venda. Pude sentir como lentamente y con mucho cuidado trataba de sacármela, pero al parecer se me había pegado.
Martina: Recuéstate boca arriba-pidió con tono serio-
Sin preguntar, me tumbé abrasando una de las almohadas. Pude sentir los leves tirones de la cinta en mi piel y el doloroso desprendimiento de la gasa de mi herida, que hiso que tenga que morder la almohada para no quejarme. Una vez la venda estuvo fuera de mi piel escuché una pequeña exclamación de sorpresa por parte de Martina.
Martina: Sí que te pasaste-me regañó tocando suavemente los bordes-
______: Claro mamá-respondí sarcásticamente- como está mi herida?
Martina: Pues-dijo dudosa- digamos que podría estar mejor. Pero como me esperaba algo así he traído algo-avisó parándose y acercándose a la mesa para rebuscar algo en su cartera-
Luego de unos segundos, sacó de ella un pequeño pote circular de color blanco, con algunas líneas azules, y que tenía unos diez centímetros de altura y el diámetro de la palma de mi mano.
Martina: Esto-dijo señalando el frasco- es una crema que hará que se te cicatrice más rápido- me informó acercándose y sentándose en el sofá justo donde estaba hace unos momentos-
Lentamente abrió el frasco, y con los dedos sacó un poco de un ungüento blanco, y con mucho cuidado comenzó a esparcirlo por la herida. No me dolía ni ardía, pero estaba frío, lo que no era nada agradable.
Martina: Debes ponerte un poco todos los días, así el lunes ya solo será una fina cascarita y ya para el miércoles será historia-repuso alegre mientras seguía esparciendo la crema cuidadosamente sobre la herida- genial, verdad?
______: Sí, la verdad me viene muy bien- respondí somnolienta-
La verdad que los masajes que le hacía a mi pierna con la crema, me daban más sueño del que ya tenía, que junto con la cómoda almohada donde estaba apoyada, me llamaban a dormir. Pero no debería dejar a Martina, y yo dormirme…
Me estiré y enseguida noté algo extraño, no estaba en mi cama. Abrí los ojos de golpe y miré a mí alrededor incorporándome sentada de un salto. Pero mí alrededor y los recuerdos me tranquilizaron, estaba en el sillón. Recordé lo que había pasado ayer poco a poco, de verdad me dormí dejando sola a Martina? Probable mente siga aquí, cuanto pude haber dormido? Diez minutos? Veinte?.
Estiré mi mano y tomé mi celular para ver la hora, eran las nueve de la mañana del domingo… QUE?!. Bueno creo que dormí un poco más de veinte minutos (Conciencia: *Voz sarcástica* No me digas, enserio, creo que te pasaste un poco dormilona), cállate.
Entonces escuché un ruido proveniente de la cocina, y la idea de que Martina siga aquí apareció en mi cabeza. Me quedé mirando fijamente la puerta de la cocina y de repente, luego de dos o tres ruidos más, apareció alguien, pero no era Martina, sino Harry.
Harry: Has despertado, creí que dormirías todo el día-saludó con una sonrisa y una bandeja con dos chocolatadas mientras se acercaba- traje chocolatadas, creí que si las olías despertarías- anunció llegando a mi lado y dejando la bandeja sobre la mesita-
_______: Chocolate-susurré embobada por el dulce olor- espera, que haces aquí?-pregunté recodando que él no debería estar acá-
Harry: Pues luego de que te durmieras Martina debía irse y no quería que te quedes sola, y como al parecer le contaste de nuestro encuentro, decidió que a mejor opción era yo-respondió acomodándose en el sofá de frente a mí, mirándome con sus hermosas esmeraldas, color vómito de elefante-
No podía creer que Martina alla hecho algo así, como se atreve? Se volvió loca? Es estúpida? Definitivamente si, cuando la vuelva a ver mejor que tenga una muy buena explicación.
______: Y tú solo aceptaste?-pregunté sorprendida tomando una taza, pensando el mil y un formas de matar a mi querida amiga Martina Viras-
Harry: Pues luego de que me cuente lo de la herida y que corriste, pues quería decirte que lo siento, no debí tratarte así- se disculpó rascado su nuca-
______: No sé si voy a perdonarte-respondí egocéntrica a lo que Harry me miró mal-
Harry: Bueno, digamos que yo no te obligué a correr, tu corriste a mi encuentro-se defendió burlón-
______: Eres un imbécil, lo que sugieres es que te deje más tiempo debajo del frío cuando te enojaste justamente por eso, decídete idiota- deje tomando un sorbo de la deliciosa chocolatada –
Harry: Pues si me tratas así y no quieres reconciliarte ya que los dos perdimos, me iré y me llevaré la chocolatada-dijo arrancando el vaso de mis manos mientras me miraba fijamente-
Yo lo miré de manera asesina, y luego de pensar unos segundos, en que me convenía y que de ninguna manera dejaría que se lleve mi súper deliciosa chocolatada calentita, respondí rodando lo ojos:
-Está bien, ya pasó-y me tendió el vaso con una divertida sonrisa para que lo tome de nuevo-
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HOLA A TODAS :) AQUÍ ESTÁ EL CAPÍTULO DE ESTA SEMANA. YA SE QUE ES CORTO PERO ESTOY CON LOS EXÁMENES FINALES Y NO TUBE MUCHO TIEMPO DE ESCRIBIR, PER YA VIENE LAS VACACIONES, ASÍ QUE NO ME ABANDONEN Y SEGUIREMOS CON MÁS :3
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Continuará...