*En el capítulo anterior*
Creo que también puedo agregar a la lista, nuevo amor…
Capítulo 36: La guerra comenzó - Parte 1
Narra ______:
¿Emocionada? No, ¿Contenta? No, ¿Feliz? No, ¿Todo eso y mil cosas buenas más? Definitivamente.
Hoy era mi primer día en la empresa de modelaje, que según Harry se llamaba “Photo Model”. Debo admitir que no era el nombre más original que se me hubiese ocurrido, pero era una revista con un importante reconocimiento mundial. Yo sabía mucho de revistas y era verdad que esa y “Elegance Photografique”, donde trabajaba mi madre, eran rivales, ya que constantemente luchaban por el puesto número uno de las revistas más influyentes y vendidas de moda. Estaba muy feliz por el puesto, que aparte de independencia económica, me daría en cierto modo, una especie de… venganza.
Alice y Martina me miraban sonrientes, mientras me acompañaban en la espera de Harry en el Hall. Yo estaba realmente nerviosa y emocionada, no lo sé, solo sé qué no podía parar de dar pequeños saltitos y refregar mis manos, haciendo un esfuerzo sobrehumano para no morder mis uñas, ya que Alice en la mañana me había puesto unas postizas, porque durante el tiempo que estuve en la calle me las comía.
Alice: Cálmate amiga, ya llegará –dijo con una expresión divertida mientras terminaba de abrochar el saco de su elegante traje negro-
La verdad el negro le sentaba, ya que hacía un fuerte contraste con su piel blanca y pelo dorado que caía suelto por la espalda con unos suaves bucles naturales. Igual su comentario no iba a hacer que me calme.
Martina: Es verdad, cálmate –pidió inútilmente con una sonrisa-
Martina llevaba una falda tubo en gris al igual que su saco, una camisa violeta y zapatos y bolso del mismo color. Mientras que me miraba como si tratase de controlarme con sus ojos chocolate, se ataba su pelo del color del fuego en una coleta alta, quedando prolijamente peinado y con un delicado mechón que caía al costado de su rostro. Aunque su comentario tampoco serviría.
______: Los siento, es que estoy tan emocionada –exclamo mientras que doy un saltito-
Alice: Nos dimos cuenta
______: Pero esperen, si yo voy con Harry, ¿Ustedes cómo van a la empresa? –pregunté para que la atención no se centre en mi locura ansiosa-
Martina: Vamos las dos en el auto de Alice –sonrió mientras que Alice sacudía las lleves entre sus dedos-
Asentí y me alejé un poco de ellas hasta un espejo en una de las paredes de Hall. Mi vestido negro, corto y ajustado se me ceñía perfecto al cuerpo y combinaba con las altas botas del mismo color. Aunque el abrigo turquesa daba un toque de color y combinaba con mis ojos. Luego miré mi rostro con los ojos bien deliñados y los labios con un suave brillo, y por suerte, sin granos ni manchas, gracias a la crema que me prestó Martina, esa chica tiene cremas mágicas, debe ser prima de Campanita.
Agradecí mentalmente por millonésima vez tener el mismo talle que Alice y las mágicas cremas de Martina.
Alice: No te preocupes, todo saldrá bien –dijo apoyando su mano en mi hombro mientras me miraba a través del espejo-
Luego de eso escuché una bocina. Cuando nos dimos vuelta vi a Harry en su auto, que me hacía una seña para que vaya.
Alice: ¡Suerte! –gritó mientras yo corría hacia afuera-
En cuanto salí, el frío viento que anunciaba que venía el invierno me golpeó, generándome un escalofrío en todo el cuerpo, pero rápidamente entré en el asiento copiloto del auto de Harry, donde la calefacción y el aromatizante para autos me rodearon al instante.
