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Capitulo 1.


Irati.

Retiro mi cabello de mi rostro acomodando el libro en mi mano derecha y con la izquierda meso suavemente la cuna en la que duerme el pequeño bebé de cabello rubio. Arca duerme tranquilamente moviendo sus manitas a veces. Paso la página del libro muy atenta a la lectura.

Sin quererlo mis ojos se desvían hasta la gran ventana de la habitación de Arca. Por varios minutos miro al cielo, un extraño anhelo extendiéndose por mi pecho. Es como si algo dentro de mí hubiera despertado desde hace unos días, hay algo en mi que quiere volar hasta el cielo y perderse entre las blancas nubes. Un suave sonido hace que parpadee y salga de mi trance, hasta que el sonido se convierte en un fuerte llanto. Hago una mueca y de un salto me paro dejando en libro en la mesa de té, con sumo cuidado paso mis manos debajo del cuerpo del bebé, una en su espalda y otra en su cabecita como me ha explicado mamá. Con cuidado apoyo su cabeza en mi pecho. Arca es de esos bebés que lloran a todo pulmón y nunca se cansan. Como en este momento.

— Shh. —trato de arrullarlo tatareando la primera canción que viene a mi cabeza.

Alguien toca la puerta, acomodo mi vestido con mis poderes y tranquilamente me siento de nuevo en la silla con el bebé en mis brazos.

— Adelante.

Una cabeza llena de cabello blanco se asoma por la puerta. Sonrió al ver los ojos rojos de Yoon, el adolescente sonríe tomándose el atrevimiento de entrar, cierra la puerta y como si estuviera en su propia casa toma el pequeño plato de galletas de chocolate que me pertence y se sienta tranquilo a comerlas.

— ¿Sucede algo? — pregunto curiosa. Arca se queja haciendo un pequeño sonido.

— Nada. — responde Yoon encogiendo sus hombros. Le miro atenta, vaya que ha cambiado en estos dos años. Elevó una ceja divertida. — Esa zanahoria me estaba persiguiendo. — se queja con su rostro inexpresivo.

— ¿Hablas de Lun?

— La zanahoria, si esa misma.

Frunzo el ceño al escuchar el apodo que le ha dado a mi hija. Y sin poder evitarlo una carcajada sale de mis labios, carcajada que detengo cuando el rostro del bebé se contrae y abre la boca llorando de forma escandalosa.

— Odio a los niños. — gruñe el albino mirando con horror al pequeño Arca.

– Tú odias todo Yoon.

— Excepto a Lenni.

—Excepto a tu madre. — pongo los ojos en blanco.

—¡Buenas mi gente! ¿esas son galletas? Yo definitivamente tomaré algunas. —el dragón abre la puerta de golpe y se lanza a quitarle una galleta a Yoon—. ¡Arca! ¿puedo tomarlo en brazos? Lo extrañe mucho.

Me rio dejando que tome al bebé.

— ¿Te gustan los bebés Drake? — habla Yoon, hay una pisca de burla en sus palabras.

—Son muy lindos cuando son de alguien más. —responde mirando con ternura al bebé.

— ¿Y no te gustaría tener el tuyo? — sigue el mocoso.

—No gracias, así estoy bien. ¿Por qué preguntas? ¿acaso quieres hacer uno propio?

–Odio a los niños, son asquerosos y ruidosos. — responde zampando una galleta en su boca.

—Yo odio a los adolescentes, son asquerosos, ruidosos, irritantes, impertinentes y la lista puede seguir.

— También odio a los adultos que se aprovechan de jovencitas menores de edad.

El Reino Maldito (Guarrenclow #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora