12.

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Capitulo 12.



Aster.

Abro los ojos, pero los vuelvo a cerrar disfrutando del preciado silencio dentro de la habitación. Pocas son las ocasiones donde se puede tener este espacio para reflexionar sobre lo sucedido hasta el momento.

Los episodios son algo que me han preocupado hasta el momento, ¿realmente funcionó ese hechizo del doctor? ¿Estoy bien finalmente? No me siento distinto, aunque tampoco me sentía distinto cuando de pronto mis sentidos eran nublados por ese extraño instinto de asesinar, de ver a la víctima rogar por una oportunidad de seguir viviendo y... mejor no continuar por esa línea de pensamientos.

La mejor parte de lo que ha sucedido, es el gran paso que he dado en mi relación con mi linda esposa, irme a vivir con ella, algo que en el pasado simplemente era horrible. Vivir bajo el mismo techo que Irati era una tortura en vida, pero ahora no quiero despegarme de su lado, irónico, ¿no? Si en el pasado me hubiesen preguntado quién —entre Drake y yo— sería el primero en contraer matrimonio, señalaría a Drake sin dudarlo, pero resultó todo lo contrario.

La puerta se abre de golpe, pero me mantengo acostado sobre la cama fingiendo dormir. A juzgar por las pisadas, es Drake y por eso mismo, lo voy a ignorar.

—¿Está vivo? —se pregunta a sí mismo—. ¿Respira? ¿Dónde está Halsey? Se suponía que ella estaría a su lado, le mentí a Irati. —siento su mano acercarse a mi rostro, justo bajo mi nariz—. Moriré en manos de Irati si se da cuenta que le mentí, pero no del todo, si está vivo.

¿No piensa irse?

—Aster, ¿qué clase de vida pecadora llevas? —abro mis ojos de golpe al escucharlo y él me golpea la cabeza— ¡idiota! Casi detienes mi corazón del susto —y vuelve a golpearme con mayor fuerza.

—¿Qué te pasa? —gruño acariciando la zona del golpe— ¿a qué te refieres con vida pecadora dragón? Estoy casado, estoy con Irati y no con otra. —digo en tono obvio.

—¿Pecadora? Dije esperanzadora.

Me inclino sobre la cama y ahora soy yo quien golpea su cabeza con fuerza, él se queja soltando un quejido.

—Escuche clara esa palabra Drake, no soy tan idiota como tú. —lo reprendo volviendo a acostarme sobre la cama—. El único pecador dentro de esta cabaña eres tú.

—Pero y ¿Halsey?

—Esto no se trata de ella, es sobre ti. —giro mis ojos fastidiado cuando se sienta en el borde de la cama dándome la espalda.

—Sí, pero es que...

—Te dije que no vamos a hablar de eso.

—Bien.

Recargo mi cabeza sobre mis manos y me dispongo a continuar durmiendo cuando recuerdo algo importante.

—Irati, ¿dónde está ella? —le pregunto mirando interesado su espalda.

—Ella está bien, se desmayó por ayudar al doctor, pero ahora se encuentra mejor que tú.

—¿Ayudarlo? ¿En qué?

—Por lo que tengo entendido el doctor necesito más energía de la que planeaba para el hechizo, pero nada que la poderosa Irati no pudiera lograr.

Asiento volviendo a cerrar los ojos dispuesto a dormir, pero Halsey ingresa apresurada a la habitación saltando hasta la cama, cayendo sobre el cuerpo de Drake y él sobre mí. Lo empujo lejos, distancia dragón, distancia.

El Reino Maldito (Guarrenclow #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora