10.

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Capitulo 10.


Aster.

Dejo el postre dentro de honor y me levanto sacándome los guantes suspirando cansado. La receta fue más fácil con mi madre instruyéndome en la materia y no en completa soledad. Suspiro de nuevo en paz total, pero desaparece cuando escucho un fuerte grito de Drake llamando a Irati, salgo corriendo a su habitación con el corazón agitado y al llegar me encuentro con la chica recostada sobre la cama y Drake dando vueltas dentro de la habitación.

—¿Qué pasó? —le pregunto acercándome al dragón. Dependiendo de su respuesta, lo golpeare.

—Iba saliendo y se desmayó de la ¡nada! ¿Será el karma? —me mira con desesperación y agita sus manos en dirección de la chica— ¿siquiera... respira?

Me acerco al cuerpo de Irati y mi corazón se paraliza por segundos hasta que siento su respiración tranquila golpear contra el dorso de mi mano cuando la acerco a su nariz.

—Claro que sí idiota. —lo reprendo y golpeo su cabeza por el susto que me ha dado. Él suspira aliviado—. ¿Por qué dices que fue obra del karma?

—Me estaba incomodando con sus preguntas extrañas —elevo mi ceja en su dirección poco convencido de lo que dice—, me preguntó si dormía desnudo en la misma habitación que Killay, ¿puedes creerlo?

—¿Y dormías desnudo en la misma habitación que Killay? —cuestiono despreocupado y me siento en el borde la cama, posando la cabeza de Irati sobre mi regazo y acaricio su cabello.

—¡Aster! ¡obvio que no! Por las Diosas, no soy un enfermo para hacer esas cosas. —sus manos van a su cabello desordenándolo irritado.

—Entonces, no fue el karma y algo no anda bien con Irati. —resumo provocando que sus ojos se posen sobre los míos. Su mirada ha perdido el brillo que solía tener y ¿el color verde se ha expandido?

—Tiene sentido. —musita y rápidamente aparta sus ojos de los míos—. No me mires así, ¿qué te pasa?

—¿Así cómo? Solo trataba de asegurarme que el color verde parece extenderse.

—¿Extenderse? —asiento girando para mirar a Irati que continúa dormida— ¿el verde? ¿Más de ese color?

Asiento y escucho sus pasos correr hacia el baño antes de que suelte un fuerte gruñido.

—Primero esto y luego el cabello, ¿qué sigue? —lo escucho quejarse de sí mismo dentro del baño.

—¿Tienes alguna idea de por qué te está pasando eso?

—No de una que recuerde. —responde saliendo del baño—. Hablaré pronto con mamá, esto no es normal y... ¿si me muero?

Suelto una fuerte carcajada al escuchar su pregunta tan exagerada. ¿Cómo podría morir solo porque sus ojos estén cambiando de color junto a su cabello? De ser así, sería el primero en morir con estos episodios tan extraños que han aparecido de pronto.

—Todo el mundo sería más feliz. —respondo alzando mis hombros.

—Gracias, también te voy a extrañar. —gruñe girando sus ojos.

Mis ojos recaen enseguida sobre el rostro de Irati que se frunce como si estuviese a punto de despertar y Drake es rápido en llegar a mi lado mirándola impaciente para que abra sus ojos.

—Aparten sus horribles rostros de mi cara. — gruñe ella sentándose, se lleva un mano a la cabeza y se queja.

—¿Te sientes mejor? ¿quieres que busque al doctor? —le pregunto mirándola atento.

El Reino Maldito (Guarrenclow #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora