24.

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Capítulo 24.



Aster

—Saca a Bevelyn de aquí. —musito cerca de Irati viendo como Siriom se gira lentamente a mirarnos molesto.

Irati asiente alejándose un par de pasos cuando el rey comienza acercarse empuñando su daga amenazante.

—Debí de asesinar a tu madre cuando tuve la oportunidad. —gruñe lanzando la daga en mi dirección.

Una sonrisa divertida se forma en mis labios cuando esquivo su arma sin problema y empuño mi espada con fuerza.

—Supongo que debiste hacerlo. —respondo lanzando un ataque con mi arma que es bloqueado por una espada que aparece entre sus manos.

Su rostro se acerca al filo de ambas espadas mirándome divertido.

—Primero te asesinare y luego a tu madre. —musita con rencor.

—Será divertido verte intentarlo. —respondo despreocupado lanzando otro ataque rápido con mi espada que es bloqueo por la suya sin problemas.

Distraigo a Siriom enviando ataques con la espada que él fácilmente bloquea dando rápidas miradas a su espalda viendo a Irati desatar a Bevelyn y con ayuda de su magia avanzar lentamente hasta las escaleras. Un repentino movimiento del rey me toma distraído y realiza un profundo corte en mi pecho, la sangre es rápida en humedecer mi camisa y una maldición se escapa de mis labios cuando se lanza sobre Irati para detenerla.

Mi cuerpo es rodeado por una bruma oscura que me impide lanzar una daga con precisión y ésta choca contra alguna cripta, la espesa neblina se libera provocando una fuerte ventisca y extiendo mi mano lanzando un ataque contra Siriom. El hombre cae en el suelo, Irati se apresura a salir del lugar llevando el cuerpo de Bevelyn frente a ella.

— ¡Ten cuidado! — exclama ella. Siriom lanza un ataque sobre ella haciéndola maldecir con brusquedad. Irati se gira con una mueca ofendida. — ¡Cuando mi amado esposo te mate voy a ir con el clan de brujas de sangre y voy a torturar tu maldito espíritu o lo que sea que haya en ese horrendo cascarón! — exclama furiosa subiendo las escaleras. — ¡En una pieza Aster!

Suspiro asintiendo a sus últimas palabras viendo que Siriom desaparece del suelo y un fuerte golpe en mi espalda me hace caer sobre mis rodillas, cierro mis ojos cuando recibo otro impacto en la zona que es rasgado por el filo de su daga. Estiro mi mano enviando su cuerpo varios metros lejos hasta que lo recibe la pared, me levanto del suelo con dificultad sintiendo un fuerte ardor en ambas heridas, como si fuese una llama ardiendo contra mi piel. El rey se levanta del suelo y aparece justo al frente mío lanzando un golpe a mi rostro, sostengo su puño antes de que impacte contra mí y lanzo un fuerte puñetazo contra su estómago, luego otro y en cuestión de segundos nuestra posición cambia a una de mi cuerpo atrapado entre él y una pared.

Su cabeza golpea la mía con fuerza y yo lanzo un fuerte golpe con mi puño en su barbilla, el hombre se tambalea un par de pasos atrás y aprovecho para golpearlo de nuevo, rematando al enviar un ataque contra él que lo deja en el suelo. Corro por mi espada que se encuentra al otro lado de la sala y me giro justo a tiempo deteniendo un ataque de su parte por su espada.

—Cuando esto acabe, me voy a asegurar de cortar tu cuerpo pieza por pieza y luego pondré los pedazos en una caja, — se ríe haciendo fuerza en la espada. — le pondré un enorme lazo y se lo enviaré como regalo a tu esposa para que se divierta un rato armando el rompecabezas de mi querido sobrino, tal vez y hasta tus hijos logren jugar con él algún día. Ya sabes, me da pena dejar a los pobres niños sin ninguna conexión con su padre, pero estoy seguro que ayudará a fortalecer lazos si juegan con tu cuerpo descuartizado.

El Reino Maldito (Guarrenclow #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora