6.

44 5 0
                                    



Capitulo 6. 


ASTER.

Cuido cada uno de los movimientos que dan los empleados al empacar una cama igual a la que está en exhibición. No deben de cometer un solo error, ese será mi sitio favorito en la casa y nada malo le puede pasar.

—Majestad, ¿lo enviamos de inmediato a su casa? Contamos con la mejor tecnología para hacer este tipo de envíos. —se acerca uno de los hombres.

—Sí, junten todo el pedido y lo envían cuanto antes. —le respondo mirando cómo les señala a sus compañeros que comienzan a cargar la cama fuera de mi alcance.

Me alejo después de pagar todos los muebles que Irati ha elegido mientras yo me quedaba cuidando mi cama, anoto la dirección de la casa y me alejo en búsqueda de mi esposa. ¿Podría comprar alguno de esos aparatos que Yoon carga consigo siempre? ¿En qué zona está esa sección?

Me detengo al lado de Irati que mira unas lámparas de noche.

—¿No sabes dónde puedo encontrar uno de esos aparatos como el de Yoon? —le pregunto mirando con una mueca una lámpara de forma extraña.

— ¿Para qué quieres uno de esos? Sabías que dañan tu cerebro. Mira como esta Yoon. — responde mirándome como si hubiera dicho la cosa más horrible del mundo.

—Correré el riesgo, ¿no sabes si venden aquí? —evito girar mis ojos frente a su exageración.

— Al final del pasillo tres. Leni me hizo comprar el de Yoon en este lugar.

—Gracias. —ignoro mis ganas de salir corriendo y camino como alguien normal.

Siguiendo las indicaciones de Irati llego a esa zona cargada de tecnología tan solo que... ¿por dónde empezar? Este tipo de aparatos eran bastante novedosos y al estar gran parte de mi tiempo encerrado entrenando no tuve tiempo para relacionar con ella como Drake o Halsey.

Hay de tamaños grandes y otros más pequeños, algunos con tapa y otros sin ella. ¿Qué hago? Me acerco a un aparador donde hay de tamaños más pequeños que a juzgar por su tamaño entran sin problema en el bolsillo de mi pantalón.

—¿Puedo ayudarle en algo majestad? —giro a observar al empleado.

—Compraré ese. —señaló uno que a juzgar por su apariencia es similar al de Drake.

—Permítame. —me hago a un lado para que busque el aparato que he comprado—. ¿Esta majestad?

Asiento y lo sigo de cerca hacia la caja para pagar por el dichoso aparato. No puedo evitar sonreír sintiéndome realmente feliz como cuando cocinan mi comida favorita y salgo en búsqueda de Irati para mostrarle mi auto-obsequio.

—Mira, mira. —le digo mientras me acerco y le muestro la caja del aparato.

—Vaya... has comprado uno de esos. — murmura sorbiendo la pajita del batido que lleva en la mano.

—Sí, no entiendo muy bien cómo funciona, pero aprenderé. —frunzo mi ceño imaginando el dolor de cabeza que será aprender a usarlo.

— Tal vez Yoon te ayude... o mejor no, pídele a Drake.

—Buena idea.

...


Al llegar a casa muchas de las cosas ya estaban acomodadas. Excelente servicio. Irati estaba acomodando su ropa dentro del clóset mientras yo me encargaba de encontrar un modo de encender el aparato ese tecnológico. Irati detiene sus movimientos para acercarse de pronto a la ventana y abrirla.

El Reino Maldito (Guarrenclow #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora