19.

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Capitulo 19.


Aster

—Bienvenidos a la cacería de cada año. Como participantes su única utilidad es divertir a nuestro rey y servir en la otra vida como alimento para él. —anuncia un hombre por algún lugar del coliseo.

Observo el sitio donde está el rey sentado en su trono con una mano sosteniendo su cetro y una pequeña serpiente blanca alrededor de su brazo. Un poco más al fondo veo a Irati atada inconsciente, siendo custodiada por un gran perro negro y ojos rojos. Mi ceño se eleva cuando no veo a Halsey por ningún lugar, hace un instante la vi junto a Irati y ahora no. De pronto el escenario ruidoso guarda silencio en segundos, miro a mi alrededor viendo que todos se han dejado caer sobre sus rodillas mostrando respeto al rey que se ha levantado del trono alzando su mano para callar a la multitud.

—Mi amado pueblo, conocen la tradición de esta asombrosa y honorable cacería para brindarme su delicioso néctar de la vida, como rey debo de agradecerles su pasión por morir para servirme, pero hoy, hay otro motivo de celebración. —anuncia el rey elevando su cetro y señalando al gran perro a unos metros lejos de él—. Orión ha regresado a su hogar a servir a quien le dio la oportunidad de estar en este mundo. Orión regresó para cumplir con su deber de cuidar mi preciado paraíso. —el perro se lanza furioso contra el rey, pero la cadena que lo sostiene del cuello evita que sus grandes dientes puedan dañarlo.

El rey regresa a su lugar ignorando los gruñidos furiosos de la bestia detrás suyo. El perro de lograr romper esa cadena no va a dudar en enterrar sus grandes colmillos en el cuello del rey.

—¡Que la cacería comience! —anuncia el hombre de hace unos minutos.

Me mantengo en mi lugar cuando escucho un extraño ruido en el coliseo y en medio de la arena una plataforma es elevada con una cantidad limitada de espadas. Los diez hombres que se inscribieron a esta extraña actividad para rendir tributo a su rey se lanza como animales para tomar una de ellas y yo los veo de lejos cuando la sangre mancha la blanca arena del suelo.

Uno a uno en el grupo de hombres desesperados por una espada se asesinan entre ellos sin importarle las heridas en sus manos al tratar de tomar la espada por el filo o los cortes en sus brazos al tratar de evitar los golpes. Miro detenidamente al rey, mi objetivo antes era ganar esta maldita cacería, pero ahora solo deseo ver al hombre gritar por piedad. Comienzo a caminar hacia el rey valorando la altura y alguna entrada a la gradería para llegar a él, pero mi camino es detenido cuando el filo de una espada se interpone en mi camino, giro lentamente mi rostro en dirección al chico de cabello largo con su rostro manchado de sangre y cargando una espada.

Suelto una risa sarcástica cuando lanza el primer ataque en mi dirección y lo esquivo con facilidad.

—Quítate de mi camino. —gruño estirando mi brazo en su dirección y lo envió al otro extremo del coliseo.

Continuo mi camino, pero una espada pasa por mi costado cortando la piel en mi brazo y me giro hacia el desesperante chico.

—¡Patéale el trasero amor! —escucho los gritos de Drake sobresalir entre el bullicio de la gradería.

— ¡Sácale el corazón y tráemelo! — lo sigue Kellion agitando un abanico de papel.

A quienes les voy a patear el trasero y sacar el corazón son a los que están gritando. Giro mis ojos y me enfoco en el chico que se ve decidido a ganar esta batalla para servirle a su rey.

Corro a tomar la espada que lanzó en mi dirección y me giro justo a tiempo para detener el corte que probablemente me daría en la espalda. Lanzo un ataque que él detiene con facilidad y envió otro tras otro que son bloqueados por el pelinegro rápidamente. El chico lanza una fuerte estocada logrando que la espada se escape de mis manos y caiga lejos de mi agarre, lanza un corte limpio hacia mi estómago y con rapidez detengo la punta de la espada entre mis manos girándola de modo que no dé en mi cuerpo y lanzo una patada a su estómago logrando que suelte el arma definitivamente.

El Reino Maldito (Guarrenclow #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora