18.

32 3 10
                                    


Capitulo 18.

Aster.

Me remuevo incómodo sobre la cama escuchando gritos desgarradores entre la oscuridad que inunda mi sueño, trato de despertar, pero la sensación de mano tomando mi cuerpo y tirando de mí hacia esa oscuridad extraña me impiden abrir los ojos, y de pronto me encuentro en la habitación. Completamente solo. Trato de mover mi mano o alguna extremidad de mi cuerpo, pero parece no responder, trato de hablar o soltar algún quejido, pero imposible. Mi cuerpo no responde a mis órdenes.

Mis sentidos se ponen en alerta al escuchar los gritos acercarse de golpe, el ruido es desgarrador y ensordecedor, quiero tapar mis oídos para detener el ruido, pero no puedo. Mi corazón se acelera de golpe, siento un sudor helado cubrir mi cuerpo y mi respiración agitarse cuando una extraña sombra comienza a tomar forma en la habitación. Un hombre completamente negro aparece en la habitación, los gritos se callan cuando eleva su mano con un cuchillo en ella y gotea un extraño líquido del mismo color. El miedo me invade cuando trato de moverme al verlo acercarse lentamente, sus ojos brillan de un tono rojo cuando percibe esa emoción en mi cuerpo y se abalanza sobre mi cuerpo.

Siento el cuchillo cortar mi piel y un grito desgarrador se escapa de mi boca. La luz del sol me obliga a cerrar los ojos de golpe y escucho la voz de Drake a lo lejos pidiéndome que le diga que me sucede.

Mi cuerpo tiembla ligeramente y poco a poco tranquilizo mi respiración mirando a los dos dragones en la habitación iluminada por la tenue luz del día.

—¿Estás bien? —pregunta Drake sentado en el suelo frente a la cama.

Asiento.

— ¿Está muerto? — pregunta Kellion. — Si está muerto, ¿puedo sacar el corazón?

Drake se saca el tacón de su pie y lo lanza hacia Kellion que lo esquiva sin ninguna dificultad.

—Muertos estaríamos nosotros si Irati siente que el corazón de su esposo se detiene. —lo reprende Drake girando sus ojos.

—Hay un corazón más importante que debe seguir latiendo. — murmura volviendo a juguetear con los guantes de su vestuario.

—¿Me puedes explicar porque actuabas tan extraño mientras dormías? —pregunta el dragón cruzando sus brazos y mirándome molesto— Tu cuerpo convulsionó, creí que te estabas muriendo y sentí la presencia furiosa de Irati en esta habitación. —finge un escalofrío exagerado.

—Fue un sueño raro. —digo sintiendo mi corazón dispararse—. Escuché gritos de agonía, un hombre extraño apareció en esta habitación y quería matarme. —resumo el sueño sentándome en el borde de la cama.

—¿Tendrá relación con el rey de este reino? —pregunta para sí mismo Drake.

—Hay un horrible hedor en toda la habitación. — Kellion olfatea y hace una mueca de asco. —Azufre y algo más... tal vez sangre

Drake olfatea cerrando sus ojos y asiente de acuerdo a las palabras del dragón. Me levanto de la cama pasando de sus presencias hacia el baño, me acerco al lavado para limpiar el sudor en mi rostro y frunzo mi ceño mirando mis ojos todavía rojos. Desde ayer siguen en este estado y estoy llegando a la conclusión de que no van a desaparecer tan fácilmente. Ingreso a la ducha quitándome la ropa en el proceso, limpio el sudor con el jabón y cuando termino seco mi cuerpo chasqueando los dedos para que la mochila aparezca en el baño. No me arriesgo a pedirle a Drake que me pase la mochila, es capaz de entrar al baño solo para fastidiarme la existencia.

Una vez listo salgo del baño mirando a los dragones vestidos con sus atuendos de mujeres empoderadas devorando el desayuno sin señales de dejarme algo. Lanzo la mochila sobre la cama y me acerco a Drake tomando la tostada que planeaba comer.

El Reino Maldito (Guarrenclow #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora