11.

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Capitulo 11.

Aster

Observo con mis brazos cruzados al dragón que es atendido por Halsey, ella lo regaña mientras limpia las pocas heridas que quedan en su rostro y sin delicadeza, según ella es un método para hacerle saber que no debe volver a pelear con alguien de esa manera.

—Todavía sigo sin creer que se golpearan de esa manera, ¿qué te pasa? ¿Pasó algo que no me contaste idiota? —pregunta presionando con fuerza el algodón húmedo de alcohol, esa acción le roba un quejido a Drake—. No llores, después de esa pelea, ni siquiera tienes el derecho de sentir dolor.

—Ya entendí. —responde por lo bajo Drake con sus labios fruncidos.

—Borra ese puchero. —lo reprende Halsey, pero Drake no lo hace—. Te golpeare más fuerte que ese dragón, tú eliges. —y bajo esa orden, sus labios se transforman en una fina línea.

Ahora que menciona a Kellion, ¿cómo se encuentra él? Ella fue la única que salió de la cabaña a mirar su estado. Fue una grandiosa pelea, Kellion realmente se puede nombrar como el ganador de la batalla, pero no es algo que solo yo pueda reconocer, no con esa mirada que posee Drake, él está decidido en ganar cuando tenga la oportunidad. Me desvíe del tema.

—Halsey, ¿cómo se encuentra Kellion? —le pregunto cuando se levanta de la cama con el botiquín.

—Bien, le ha ido mejor que a ese idiota. —gruñe señalando con su barbilla al dragón—. ¡Oh! Les tengo algo que comentar, es increíble e importante que lo sepan... —elevo mi ceja cuando la veo con sus labios cerrados sin decir nada.

—¡Halsey! Dinos, no te guardes el chisme para ti sola. —se queja Drake acostado desde la cama.

—Eso trato de hacer. —musita confundida—. Lo que quería decirles sobre él, es que... —me mira molesta, sus ojos brillan con furia y lanza contra la pared la caja que funcionaba como botiquín—. ¡No puedo! Quiero contarles sobre... —silencio y ella chilla con fuerza—. Malditos, son unos malditos. —gruñe saliendo de la habitación.

—¿Y a esa que le pasa? —indaga confundido Drake.

—Ni idea. —me alzo de hombros, saliendo también de la habitación.

—¿Puedo dormir en tu habitación? —me pregunta el dragón cuando estoy por cerrar la puerta.

—El único lugar al que deberías de ir a dormir es fuera de la cabaña y que mueras congelado. —sentencio cerrando la puerta con fuerza.

Lo escucho quejarse, pero ignoro lo que dice caminando a la habitación que comparto con Irati. A pesar de que esa pelea no fue mía, me siento cansado como si hubiese sido yo el que estuviera ahí. Abro la puerta y la cierro escuchando el ruido del agua en el baño, me dejo caer sobre la cama acomodándome para dormir hasta el siguiente día. Me cubro con la sábana percibiendo el aroma de Irati en la almohada y eso es suficiente para dibujar una pequeña sonrisa en mis labios.

Pasan unos cuantos minutos para que ella salga del baño y me obligue moverme para ocupar su lugar a mi lado. Envuelvo mis brazos en su cintura atrayéndola a mi cuerpo, respirando profundo su fragancia.

— ¿Cómo están los idiotas? — pregunta curiosa apoyando su barbilla en mi pecho.

—¿Cuál de todos? —pregunto de regreso con la mirada fija en el techo.

— Los dos dragones.

—Ah, ellos. —suspiro recordando el rostro golpeado de Drake—. Según ha tratado de decir Halsey, Kellion está bien y Drake, es Drake.

— ¿Tan mal quedo?

—De la cabeza sí, pero físicamente está mejor, aunque tengo la teoría de que no va a perder la oportunidad de volver a pelearse con Kellion.

El Reino Maldito (Guarrenclow #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora