7 .

42 4 4
                                    


Capitulo 7.

Aster.


Dejo la toalla un poco húmeda sobre mis hombros e ingreso a la cocina ignorando la presencia de Drake sentado como un niño pequeño en la sala de estar. No quiero ni saber cómo ha logrado entrar a la casa suponiendo que tenía la mejor seguridad.

Miro las tostadas que Drake a preparado junto a tocino y tomo una de ellas, pero un golpe en mi mano evita que pueda llevarlo a mi boca. Me muero de hambre y eso no parece importarle al dragón que está enfocado en cuidar de Irati y no del supuesto mejor amigo de la infancia.

—Es el desayuno de Irati. —me reprende cruzando sus brazos.

—No te pregunté. —vuelvo a intentar tomar otra tostada, pero el dragón toma un sartén y me amenaza con él—. Bien, prefiero morir de hambre.

Él se mantiene señalándome con su sartén, delantal rosado y un brazo cruzado sobre su pecho. Me mira suspirando, pero me acerco a él. Hay algo nuevo en su apariencia, solo que no puedo asegurar que es exactamente.

—Sé que soy irresistible Aster, pero mantén una distancia prudente. —da un par de pasos lejos de mi alcance.

Tomo su brazo evitando que huya y me acerco a su rostro buscando con cuidado que es eso que lo hace lucir distinto. Cabello normal, piel normal, rostro igual de feo que como cuando nació y sus ojos normales. Me concentro en ellos obligándolo a girar en una posición que la luz de en su rostro y ¡es eso!

—¿Desde cuándo tienes manchas verdes en tus ojos color mierda? —le pregunto alejándome y tomando una tostada.

—¿Estás ciego? Siguen siendo color... —lo miro observar su rostro en un pequeño espejo que cuelga de la pared en la cocina y grita con fuerza— ¡tienen manchas verdes! ¡verdes! ¿Qué me está pasando?

Cierro mis ojos escuchando sus gritos y mirándolo correr a la sala de estar espantado. Me mantengo en mi posición comiendo otra tostada y evito reír cuando se lanza sobre Irati con sus ojos bien abiertos.

—¿Son verdes? ¿Ese es el color verde?

— ¡Tranquilo! — ella toma con fuerza su rostro con ambas manos y lo obliga a mirarla. — Drake, sí. Están un poco verdes. Pero son hermosos, no tienen nada de malo. Ahora cálmate.

—Pero... ¿por qué así? ¿Tan de pronto? —cuestiona confuso.

— Drake, sé que es difícil. Lo he visto, todos lo hemos visto en tus recuerdos hace dos años. — Irati suspira y besa su frente. — Está bien ser diferentes, eso solamente te hace más especial de lo que ya eres.

—Sí, pero...

—¿No quieres beber chocolate caliente? —le pregunto buscando una manera de que olvide el tema por un rato.

¿Por qué está tan inestable emocionalmente? Más de lo normal.

—¡Oh, sí! —se acerca corriendo—. Dame un momento y te lo preparo.

Me giro a prepararle la dichosa bebida ignorando como se sienta en el taburete y mueve un poco sus pies como un niño. Algo no anda bien dentro de esa cabeza. El chocolate no tarda en estar listo y se lo acerco junto a unas galletas que he encontrado entre los cajones.

—Come y calla. —le advierto cuando lo veo con la intención de abrir la boca.

Irati se acerca a tomar una tostada y yo me preparo un café cuando la puerta se abre de golpe. Puedo escuchar risas femeninas y el sonido de unas botellas golpear entre sí, la taza de café queda sin finalizar su recorrido cuando Halsey aparece junto a Yoon y Lenninsha cargando con grandes botellas de ron. ¿Tan temprano y bebiendo?

El Reino Maldito (Guarrenclow #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora