3.

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Capitulo 3.



IRATI.

Miro sorprendida la escena enfrente de mis ojos. Sin embargo, no digo nada y me apresuro a llegar hasta el elfo y tocar su frente con mi mano, lo sostengo cuando cae inmóvil. El hechizo no va a durar mucho, no con su aura vuelta loca.

— Espero que puedan explicar esto. — gruño enfadada mirando al dragón y al hada. Con cuidado muevo el cuerpo de Aster, sus ojos consumidos por el rojo sangre me miran. — Yoon.

— ¿Sí? — responde sin levantar la mirada de su nuevo aparato traído de la Tierra.

— Vamos a las mazmorras.

El mocoso asiente guardando su aparato, con cuidado arrastro al pesado elfo que gruñe. Oh cariño, lo siento mucho, pero esta es la única forma de que no nos arranques la cabeza a todos con esa sed de sangre que te traes.

Bajamos las escaleras cuando Yoon abre la puerta. Drake y Halsey están en completo silencio. Sé que han estado ocultando algo, que sea rubia no significa que sea tonta.

Pasamos por los fríos y oscuros pasillos, las celdas están vacías por lo menos las de esta área. Los niveles más bajos de las mazmorras son las que apresan a los ladrones y asesinos. Está zona está por completo desolada y está prohibida la entrada para personas que no sean de la familia real.

Yoon juguetea pasando sus manos por los barrotes de metal causando pequeños sonidos que retumban en su lugar. Quiero gruñir exasperada pero no quiero darle la diversión que busca. Estos dos últimos años he logrado comprender que su pasatiempo favorito es ofender y hacer enojar a los demás.

— Está. — me detengo y señalo con la barbilla la puerta al final del pasillo y la que está en mejor estado. Yoon la abre y nos deja pasar.

Dentro las paredes blancas de ladrillo nos reciben, miro los grilletes firmemente pegados en los ladrillos. Con cuidado dejo a Aster en el suelo y lo ató con fuerza pasando los grilletes por sus muñecas hasta poder cerrarlos.

— Listo — limpio mis manos en la falda de mi vestido y miro al par de mudos. — Estoy esperando a que comiencen a hablar.

—Se suponía que Halsey estaba aquí para controlarlo y que esto no sucediera. —Drake se cruza de brazos mirando al hada, ella le propina un fuerte golpe en la cabeza—. Auch.

—Te mereces más que eso por recargarme todo el trabajo. —se queja ella—. La próxima vez que Aster se descontrole, te lo enviaré para que te corte la lengua como al noble.

— ¡Dejen de discutir, por todas las diosas! Ni siquiera estoy enfadada porqué este idiota de aquí se haya cargado a ese asqueroso hombre. — gruño exaltada por su conversación. — Lo que quiero saber es porque mi esposo está actuando tan extraño. — lo señalo con un dedo, el hechizo de inmovilidad ha dejado de hacer efecto y el comienza a moverse furioso tratando de soltarse. — ¡Está totalmente fuera de sí!

—En realidad no sabemos con seguridad porque le sucede eso simplemente sucede. —responde Halsey, mirando al elfo.

—Ya ha tenido varios episodios en su reino y por eso lo han mantenido alejado, entrenando sin descanso. El último fue bastante épico, he de admitir. —Drake mira orgulloso a su amigo.

Elevo una ceja. Claro que lo sé, aunque conmigo no fue precisamente agresivo a tal punto de querer matarme.

— ¿Alguna forma de hacerlo entrar en razón? — pregunto preocupada.

El Reino Maldito (Guarrenclow #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora