El Reino Maldito (Guarrenclow #2)

16.

Capitulo 16.

Irati.

— ¿Qué haces? — pregunto cerca del oído de Kellion. El dragón da un bote y gruñe un montón de cosas en otro idioma.

—Me has sorprendido... — musita dejando de lado el frasco que tenía en su mano.

— ¿Qué es?

—Lo encontré por ahí, estuve rastreando a Orión pero no ha dejado rastro.

—Otra vez ese nombre... ¿porque lo llamas así?

— Es su nombre, ¿no?

Parpadeo confundida pero no digo nada, me alejo de Kellion y me siento en uno de los pequeños bancos del jardín a esperar a Aster. Hemos conseguido que una doctora reconocida en el reino nos atienda en una hora.

Jugueteo con los pliegues de mi vestido mirando de reojo como Kellion revisa exhaustivamente el frasco. De pronto sus ojos se encuentran con los míos.

— ¿Sabes de algún hechizo que derrita el hielo? — pregunta.

— ¿Exactamente qué tipo de hielo?

—Hielo maldito.

Abro los ojos sorprendida. El hielo maldito es un hielo que, según dicen, fue creado por la legendaria y monstruosa Reina de las Nieves. Una mujer despiadada que no tenía piedad por sus víctimas y usaba el hielo maldito para congelar sus corazones hasta que morían.

—No, lo siento. Por lo que se solo el creador puede derretirlo. — respondo encogiendo mis hombros. Y es verdad, el hielo maldito le hace alusión a su nombre es una maldición y solo el que lo ha creado lo puede derretir. — ¿Porque preguntas?

— Nada importante, curiosidad. Escuche a unas chicas hablar de eso.

Asiento, seguro fueron chicas de la Academia. Miro a lo lejos como Halsey, Drake y Aster se acercan. El segundo trae una bolsa en su mano, frunzo el ceño, pero luego recuerdo que ayer prometió que conseguiría un poco de ese algodón dulce para mí. Los saludo con una mano, Kellion decide ignorarlos y seguir perdido en su mundo de locura.

—Mi deuda ha sido pagada. —dice Drake entregándome la bolsa.

—¡Gracias! — abro la bolsa y miro el delicioso algodón color rosa. — ¿Cómo dices que se llama?

—Algodón de azúcar. —responde divertido.

— Me encanta. — suspiro, me acerco a Aster y le ofrezco para que pruebe.

—¿Sabe bien? —cuestiona tomando un trozo y mirándolo con extrañeza.

— ¡Sí! Pruébalo, es como comer una nube.

—Está bien. —responde poco convencido llevándose el trozo a su boca, sus ojos se abren y una pequeña sonrisa se forma en sus labios—. Sabe muy bien.

Le sonrió y me giro a Halsey, tomo un trozo.

—Abre la boca Hal.

—Eres tan linda Ira. —contesta obedeciendo gustosa.

Kellion nos mira curioso desde el suelo. Inclina su cabeza y el largo cabello rubio cae hacia un lado tapando uno de sus ojos.

— ¿Quieres probarlo? — le pregunto divertida.

— No creo que deba. — retrocede avergonzado.

Ruedo los ojos, le paso la bolsa a Aster no sin antes tomar una generosa porción y voy pisando con fuerza hasta él, trata de apartarse, pero soy más rápida y logro meter el algodón de azúcar en su boca. Hace una mueca y luego sus ojos brillan.