–Pondré un poco de café –comentó antes de darse la vuelta –La habitación está en la según puerta.
–Mejor tu baño –Respondió ella.
–No te hare nada Hera –dijo con un poco de malicia.
–El baño está bien, uno nunca sabe que depredador pueda entrar por esa habitación, y en lo que haces le café y me cambio los minutos pasan, así que apúrate.
El asintió, pero de esta no saldría la liebre, la vio entrara a su baño preparo café, tomo dos tazas, parece que ella estaba haciendo más tiempo, pero le cobraría los minutos, sirvió el suyo que le agradaba el sabor oscuro sin nada de dulce, al de Hera puso un poco de leche y dos pequeños cubos de azúcar.
Tomo las dos tozas para dejarlas en la sala de la mesita, casi al punto de caerse al verla con una de sus camisas, vio sus piernas delgadas imaginado que tendrá debajo de ellas, paso saliva pero necesita disimular un poco.
–Huele rico –dijo ella tomando la taza que el ofreció.
–Tiene dos de azúcar no sé si lo querías dulce o amargo.
–Creo que un poco de dulce está bien, he probado lo amargo y créeme me a quedado un sabor medio turbio –respondió refiriéndose al hibrido.
Tomo lugar en el sillón quedando en la orilla mientras Sandro hizo lo mismo pero da tres movimientos perfectamente calculados.
–No contara el tiempo que tardaste –fue el primero en hablar.
– ¿Cómo? –pregunto ella.
–Que has hecho trampa veinte minutos cambiándote te los cobrare de la hora.
–Vaya que quieres volteármela.
Sandro sonrió claro que quiera voltearla de otra manera.
–Te vez bien con esa camisa –comento recorriéndola.
Hera cerro las piernas cruzándolas, ese hombre le trasmitía calor, debía soportar y listo todo saldría bien de aquí.
Resiste Hera, recite tu puedes, se mentalizo. No importa que este demasiado apetecible debo resistir para ganar la batalla, ¿porque él?, porque me toco una tentación así. Como serían sus hijos bueno si tuviera.
–Gracias, bueno ya que me has traído aquí dime que es lo que realmente deseas hablar, créeme que estuve a punto de negarte.
–Sobre lo que ha pasado, no fue correcto que te fueras así Hera –la bruja sonrió irónicamente.
– ¿Correcto?, fuiste tú el que se puso intenso, me diste a escoger, cuando claramente sabes mi respuesta, será mejor que cuides que dirás porque puedo irme así como regrese.
–Entiendo, pero tendrás que esperar un poco escuchas eso – mustio Sandro –parece que es una tormenta así que tendrás que escucharme.
–Eso no está ayudando, no entiendo a que me has traído –dejó la taza para ponerse de pie.
–Hera por favor siéntate, debemos estar de acuerdo lo que hablaremos con nuestros padres sombre nuestro fugaz matrimonio. Además créeme mi padre estará molesto por hacerlo de esa manera, y no como se debe.
La bruja ruedo los ojos, en algo tenía razón pero a su madre no se le escapaba nada, sabia la vida a medias de lo que paso.
– ¿Te preocupa eso? –Insinuó ella –Sera mejor saberlo así tendré a qué atenerme, pero es claro tu respuesta, estas arrepentido, tal vez no soy la mujer que tu quisieras en tu vida, no quieres hijos del cual yo quiero en un futuro no ahora y es algo que no entiendes.
–Entonces porque no aceptaste él te, cuando te lo sugerí.
–Porque no me gusto que tú tomaras la decisión, pudiste decírmelo de una manera, peor no era como si lo dieras por hecho.
– ¿Tomaste algo? –hizo la pregunta con tacto. –No estoy presionando solo me gustaría saber que decisión tomaste no puedo obligarte a nada.
Hera lo miro a los ojos, le daría la respuesta que el quería escuchar pero de la cual ella sabía la verdad.
–Sí, tome algo –respondió ella esperando una reacción del hibrido.
Sandro la miro, algo le decía que no era cierto, pero solo asintió como respuesta haciéndole creer que estaba conforme con su respuesta de mentira, no era tonto claro que no. Pero si eso quería ella, no tenía opción que aceptar solo esperaba tener mucha paciencia.
–Podemos tener hijos en unos veinte años –Sandro se acercó un poco.
– ¿Veinte? –musito la bruja detenido la aproximación del lobo.
–Bueno diez –respondió el dando otro movimiento.
–Me estas asegurando que quieres hijos en ese tiempo, dime que te esta haciendo cambiar de opinión, ahora dime que piensas sobre tu y yo.
–No tengo problema con eso –respondió rápido –por algo estamos unidos, no soy tan idiota que te hace pensar que me molestas que seas tu
–No lo sé, tal vez tu reacción al verme, pero conozco tus gustos y un poco de la vida que lleva señor hibrido –se puso de pie cayendo Sandro donde ella estaba.
Hera solo una risa graciosa, así que ese era el plan.
–Vaya tanto así crees conocerme, pero te han faltado algunos cosas que no sabes de mi –respondió rápidamente poniéndose de pie.
–Como cuales, según tú.
–Como el hecho que en ese momento deseo a mi mujer conmigo–desbotono su camisa.
Hera retrocedió, así que la atrajo para seducirla, vaya hibrido listo pensó, miro el lugar trazando una ruta de escape, del cual Sandro detecto sonriendo.
–Me gusta el juego de la libre y el lobo ¿Quieres jugar? –mostró una sonrisa perversa lista para devorar.
–Esto es tu plan de hablar señor hibrido.
–Mi plan era hablar en la cama, pero si quieres en la sala, en la mesa, en la barra o en la pared no tengo problema con eso –dio otro paso acercándose.
–Sabes que esto es un juego sucio –sentencio la bruja.
–Me gusta jugar sucio más en este momento, o vamos Hera, no te resistas puedo oler que me deseas, y tu sientes los mismo.
–Tan seguro estas –lanzo un cojín que este esquivo.
–Porque no lo averiguamos, además somos esposos, mates y todo eso porque no darle a nuestros cuerpos lo que pide, y yo en este momento tengo unas ganas de entrar en ti, de abrirte las piernas, degustarme, saborear tu piel y créeme no me gusta la miel pero tu uhmmm, estoy muy duro Hera, no sabes cuánto.
–No puedo creerlo me trajiste solo para quitarte las ganas, ¡Eres de lo peor! –se dio la vuelta molesta.
–Hera solo un poco, pero también... maldicion Hera escúchame –la hizo girar.
– ¿Qué quieres Sandro?, y espero que esta vez seas honesto.
–A ti Hera, te necesito. –respondió apretando la mandíbula.
–Estas seguro de lo que dices, escúchame bien Sandro no me voy a confiar de ti no más, sabes que somos rivales en nuestros despachos.
–Eso está más que claro y créeme seré in parcial, no porque seamos algo nosotros, no significa que dejare ganar a mi linda esposa.
Hera torció sus labios así que serán las cosas, no tenía problema con eso tampoco creía que la dejara ganar.
–Yo no espero que lo hagas porque te pateare el trasero de lobo que tienes –alzo su rostro desafiándolo. –No sabes cómo lo voy a disfrutar.
–Eso me gusta, porque afuera somos rivales esposa mía, pero adentro seres solo mía. –respondió atrayéndola de tras de la nuca.
–Entonces esto es un trato de quien ganara.
–Lo es, así que bruja espero que ganes, porque créeme que si pierdes no sabes lo que te hare y aunque lo logres el resultado será lo mismo, querida esposa –estampo sus labios con los suyos.
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HIBRIDO
Hombres Lobo- Deberías renunciar, no tienes madera para esto bruja- burlo con cizaña - Talvez pero me gusta los riesgos, pequeño lobo - Eso lo veremos pequeña bruja - salió de ahí entre risas Ella le daria una de todas y es donde mas le duele, jamás juegues co...