❤27🐺

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-Es una larga historia –comento la bruja.
 
-Así, quiero escucharlo, no tengo nada que hacer es más, no iré a trabajar –tomo lugar esperando escuchar.
 
Hera suspiro como le diría la verdad sin parecer que es una loca, vio el rostro de su amiga ahí sentada como buena niña, aunque claramente no lo era.
 
Podría continuar con su misma mentira, el problema le tenía tanto cariño, que no quiero perder su amistad, han pasado por todo desde la universidad.
 
-Hera dime no me voy asustar, ¿Es algo genético?, ¿O tal vez tengas problemas de Hígado?, aunque dudo esto porque nunca te has enfermado.
 
-No es eso…
 
-O te contagio de algo, de seguro una…
 
-No Francis si me dejaras explicarte que hay algo más  en este mundo del que tú conoces sé que será difícil entender lo que trato de contar, pero créeme jamás te he mentido y no lo hare.
 
-Me estas asustando mujer ahora dime!
 
-Bien soy una bruja –dijo ella sacando el aire.
 
Francis parpadeo,  pero no pudo evitar soltar la carcajada del siglo,  Hera era muy ocurrente en decir eso.
 
-cielos Hera casi me hago pipi, dime enserio.
 
-Es verdad lo que te estoy diciendo.
 
-No si tú eres una bruja yo soy la mujer maravilla –se puso de pie.
 
La bruja sabía que esto no le iba a creer,  Francis siguió riéndose por el chiste que no lo era...
 
-Sandro es un hibrido  Francis, es mitad vampiro y mitad lobo –continuo Hera.
 
Francis callo pero solo fue momentario para luego volver a reír como loca, ahora resultaba que Satán era vampiro con razón tenía el cuello  rojizo Hera por tanto  que le dio su succionada.
 
-Ya enserio sabes que creo que ahora me agrada satán mírate, pediré algo de comer.
 
-Te lo voy a demostrar –se puso de pie.
 
Miro aquel florero, alzo su mano tratando de moverlo, odiaba no  poder continuar con la práctica y su madre selo advirtió, pero era tan burra para eso.
 
Se concentró tanto que exploto  el cristal saltando Francis.
 
-¡Pero que carajos fue eso!
 
-Te lo dije, soy una bruja, solo que estoy fuera de práctica.
 
Su amiga tembló el labio, mirando a Hera con una sonrisa y esos ojos dorados.
 
-Y lo de mis ojos es porque he despertado mi lado lobuno.
 
-Tu…. Tu ¡Que!
 
**
 
Despertó, creyendo que tendría a su liebre en cama, pero la muy ágil se había ido dejan una nota. Que regresaría cuando tuviera chanza.
 
¿Chanza?, siempre despertaba solo, pero creyó... al diablo lo que creyó ya que regresara le daría duro.
 
*Le dirás a tus padres, no podrás callar por mucho.
-No tengo opción, debo decirles.
*Es muy dulce, la bruja.
-Lo es, supo meterse bien –sonrió el hibrido
 
Cayo de nuevo en la cama, inclinando su rodilla, había pedio el día solo para pasar en la cama, claro que había planeado todo, pero la muy astuta se fue sin ser notada. Ahora comprendía algunos recuerdos.
 
Verla ahí  recargada en el árbol, Mientras el practicaba básquet con los de la demás manada, era popular, pero jamás le paso por la cabeza ella, o las veces que paso por los pasillos y la vio recogiendo sus cosas, jamás se detuvo en ayudarla.
 
Notando  que no dejaba de verlo, hubo momentos que lo irritaba y hasta incomodidad sintió, y evitaba esconderse de ella.
 
Vio su pulsera, con aquellas bolitas de colores, ahora que estaba acomodando su mente, la señora Inna le dijo que era una pulsera muy especial, que ayudaría a controlar su mal humor, pero sobre todo que  estaba hecha con mucho amor.
 
-Hera, Hera, así que me tenías atrapado pequeña coneja traviesa.
 
Tomos su teléfono y de tanto darle vueltas era mejor avisar.
 
-Así es padre, si todo está bien, sé que las cosas no debieron pasar así, si dile a mi madre que la quiero.
 
-No fue correcto, no puedo opinar mucho, porque prácticamente tu abuelo me caso.
 
-El abuelo siempre quiere movernos a su antojo, solo hay que darle por su lado.
 
-Aun no me pasa que no te haya puesto el nombre suyo, solo es un simple nombre.
-Al menos no tengo sus genes, es un caso ese hombre.
-Solo lo dejo parlotear, bueno supongo que  se quedaran un tiempo.
-Aun no lo sé es muy pronto para decididlo, estoy tratando de asimilar todo esto.
-Ahora entiendo cuando vi a la señora Inna me saludo, pero fue extraño la forma de verme, tanto que tu madre dice que estoy algo paranoico...
 
Sandro rasco su barba, sería catastrófico que dejara que fuera sola, y en un dos por tres tumbarían su puerta, son lobos de paz los Walmon pero era mejor evitar un revuelo.
 
-No tardara en darte la invitación que estamos en su casa, y otra cosa aun no le digas a nadie, es solo que es mejor dar la noticia ahí me explico.
 
-Si descuida, me alegro que formaras tu nido, mira a tu hermana está lejos, solo falta Adalina pero ella solo está a meses de volar.
 
-Te dejo ella está aquí –colgó el hibrido.
 
Vio a la bruja ahí con una pequeña maleta, fue hasta ella abrazando la de la cintura.
 
-¿Tu cara lo dice todo? – comento el lobo.
 
-Creo que la deje con traumas – torció sus labios.
 
-Lo dudo esa mujer es loca, ya nació así –musito el hibrido.
 
-Oye –dio un golpe en su pecho.
 
-Que es la verdad, ahora dime no lo tomo bien que vivieras conmigo.
 
Ella negó, más bien no podía sacarla del letargo,  fue mucha la sorpresa que le dio, tal vez se me pasó poquito gruñirle, solo un mínimo.
 
-Dice que quiere un lobo – encogió los hombros –parecía más bien una demanda.
 
-Es pero que no le hayas prometido nada, sabes que es imposible –dio un beso en su frente.
 
-Si eso lo sé, también le dije lo que eras –comento haciendo que el hibrido se apartara.
 
-Supongo que eso no te creyó.
 
-Que eres un sexi hibrido vampi-lobo no tanto, pero  si pregunto si tenías amigos ya sabes cómo tú, pero negué porque eres único y eres solo mío.
 
Sandro sonrió besándola, claro que era el único.
 
-Vamos a la cama –sugirió el.
 
-No, ahorita –respondió ella.
 
El frunció el ceño, ¿Lo estaba rechazando?
 
-Iré a la biblioteca, solo vine a dejar mis cosas, necesito partirle el culo a un tipo que se cree mejor que yo y  ya sabes –inquirió ella.
 
-Así, que interesante saber, debe ser demasiado apuesto.
 
-Solo un poco, Arrogante al fin, bien te dejo –se puso de puntillas besándolo solo para dejarlo ahí.
 
Sandro rasco su barba bien delineada, esa mujer prefirió irse a estudiar que pasar un buen momento en la cama, bajo su vista a su entre pierna.  Necesita bajar eso.
 

–¡Hera, Hera!

HIBRIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora