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-Esto quiere decir que es una tregua inquiere el hibrido.

-Es así como le pondremos, vaya que eres bueno.

-Vas conociéndome bruja-llevo sus dedos a su boca.

-Pero... por ahora creo que debo irme -empujo al lobo.

Sandro sonrio como ella trataba de huir descaradamente, este juego le estaba gustando.

-¿Estas segura que te dejaré ir entera?-camino sigiloso ante su presa.

-Quiero intentarlo -sonrio ella.

Necesitaba sacar su sensualidad, la timidez debia hacerla par atrás,más cuando ese hombre le ha visto todo!!!!.

Llego hasta la puerta, aunque era claro que no saldría en esa ropa, las manos del hibrido se estamparon en la puerta teniendo la de prisionera.

La bruja se giro detallando a ese hombre creado por los dioses. El era perfecto pero con un carácter horrible pero esperaba que el tiempo lo cambiara.

Ambos se conectaron que ella misma dio la iniciativa de subir sus manos hasta el mismo rostro del hibrido.

-Hueles bien -Dijo el acercando su rostro.

-Segun tu a que huelo -rozo sus labios en un coqueteo.

El pecho del hibrido gruño, necesitaba tenerla o se volvería loco. Creyo que podria estos días, odiaba que ella no lo buscar,y aquie estaba el tratando un poco de atención de ella.

-Miel -susurro en sus labios.

-pero a ti no te gusta la miel -respondió ella apartándose.

-Siempre hay una primera vez.

-Estas seguro de eso, porque no te creo Sandro Vanglesky.

-Entonces que debo hacer Hera Walmon.

-No lo sé, dímelo tú.-reto ella.

Sandro quería arrancarse los cabellos esta mujer desea difícil, pero su coquetea y esa forma de deslizar sus dedos jugando en ser perseguida.

-Dime quieres que esto sea lento o muy tortuoso. -dice el hibrido.

-crees lograrlo, vas bien. Pero te falta aún lobo.

-Ven -ofreció su mano a la bruja.

Ella bajo la vista, para luego subirla el tenia ese aire seductor. Mordio sus labios.

-Esa es tu forma de hablar, era enserio.

-Muy enserio, ven -tomo su mano llevándola a su pecho.

-Ahora me doy cuenta que no debo confiarse de un lobo.

-Pensé que las brujas sabían un paso adelante -Contrataco el hibrido.

Esto le saldria caro con Francis, la mano del hibrido acaricio detrás de su oreja, cerro los ojos soltando un gemido su lengua humedecio su piel.

-Me gusta tu sabor Hera -continuo lamiendo cercas de su cuello.

La bruja parpadeó este hombre estaba tocando terreno peligroso, más buen ella lo llevaría a ese territorio explosivo.

La giro brutalmente llevándola a su habitación, Hera se dejó besar detrás de su nuca, su cuello, las manos del hibrido recorrían su cuerpo, masajenado sus senos.

Ella se deleitaba como el soltaba esos gemidos excitados, desbotonando su camisa dejandola en su ropa interior.

La mano del hibrido bajo de su abdomen hasta su centro deslizando uno de sus dedos.

-Humeda para mi. -metio su lengua en su oído.

-Uhmm -respondió ella moviendo sus caderas.

Sandro rasgo sus bragas entrando sus dedos con más libertad, Hera continuó contoneando sus caderas el bulto del hibrido rozaba sus nalgas.

-Eres una hechicera -introdujo otro más en su hendidura.

-De las buenas -respondió ella.

-Eso lo se-beso su cuello en repetidas ocasiones.

Las mejillas de Hera ardían bajo su mano sincronizando con la del hibrido.

Hera gimio, como Sandro succiona su cuello, sus dientes daban pequeñas mordidas.

-Debes tener cu....Cuidado.... Sa... Sandro -gimio Hera.

-Tienes miedo que te marque -jadeo al sacar sus dedos de su interior. -Mojada bruja.

Chupo sus dedos saboreando el sabor se la bruja.

-No lo harás, puedes arrepentirte de hacerlo -se giro Hera.

El apretó sus nalgas frotándose con su cuerpo.

- Tal vez o tal vez me agrade la idea de verte en mi cama todas las mañanas.

-¿Es una declaración?.

El no contesto, solo la beso saboreando sus labios tiernos, ella era diferente a sus gustos, era simple pero aún así lo enloquecía.

Devoró robandole el oxigeno, sus manos recorrían soltando el sostén descubriendo sus pequeños pechos al aire.

-Perfectos -pellizco sus pezones.

-Segun crei que te gustaban voluptuosas -ironizó ella.

-Tal vez me hechizaste y mira como me has puesto -la hizo tocar su bulto.

Las manos de Hera subieron enredandose en su cabello cenizo, atrayendo lo a sus labios en un beso lento, como a ella le gustaba.

Tomo de sus muslos cargando la llevándola a la cama.

-Eres mía Hera -beso el cuello de la bruja.

-Aún no lo soy -gimio ella.

El gruño posesivo, soltó su cuello bajando con pequeños besos sobre sus pechos hasta su abdomen, continuó su recorrido hasta su zona sensible, esta vez deleitando su lengua.

Sus manos juguetaban con sus pezones, sin dejar de comerla, la bruja movía sus caderas con pequeños gemidos de placer.

Estimulo su botón inflamado, succionado ferozmente, Hera apenas logró sostenerse de lo que estuviera a su alcance.

-Sa.... Sandro..... Oh..... No.... Basta.... -Gimio apretando sus piernas, necesitaba que el se detuviera o iba a morir

El hibrido no escucho continuo deleitándote de su líquido, su lengua jugaba deslizándose de arriba abajo, quería que entendiera ella aquien pertenecía, la liebre era suya solo suya.

-Correte Hera -embistió con más rapidez desesperado.

Hera tenía su cuerpo caliente demasiado a decir verdad tanto que sentía que su pecho rompería, soltó un gemido corriente cuando este mordió sus labios.

Su respiración se entrecorto esto era... no tenía palabras todo temblaba, hasta su cabeza estaba algo confundida.

Sandro limpio su boca subiendo hasta ella, quería ver sus ojos café.

-Deliciosa Hera, esta vez no dejaré nada a ti. -tomo su pierna inclinando sobre su cadera.

-Es... Espera... apenas logró decir.

-No puedo esperar cuando estoy por explotar -contesto el.

-¿Estas en celo? -pregunto ella

-Aún no, pero tu olor me está despertando y créeme te voy a dar duro Hera todo los días.

-Que... estas tratando de decirme.

-Es obvio Hera, eres mi esposa te quedaras aquí conmigo, no solo eso eres mía, tanto que tienes razón en algo.

Ella se inclinó un poco sin comprender ¿Acaso se refiere?..

-Eres mía tanto que te voy a marcar pequeña bruja descarada.

HIBRIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora