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Hera no podía creer lo que su madre decía, se puso de pie contenta, tiene esa sonrisa en su rostro, como lo tomaría Sandro se detuvo ante esos pensamientos, miro ambas mujeres junto con sus hermanas.

-Se alegrara solo que no lo va demostrar. –dijo Analea.

-Así son los hombres fingen que les cae pesado –Esta vez fue Eirá.

Hera se quedó sorprendida su hermana de menor había dicho algo así.

-Las revistas Hera, eso dicen –justifico la jovencita bruja.

-Nunca son ciertas. Tu deberías saberlo –inquino Analea –Bien debo irme si no estoy en casa Carlos se pone desesperado .

Elisa soltó una risa perversa que Inna la miro negando, dejando ala mayor de las brujas con la cara roja.

-Cuídate nos vemos después cariño.

-Bien yo me voy me pondré de acuerdo con Selene todo debe quedar perfecto, madre debes hablar con mi padre solo falta su permiso soy menor y no puedo viajar sin la firma de ambos padres –Inquirió la joven bruja.

-Hablare con él, pero sabes que no quiere que vayas a otro país lejos.

-¿Y porque a Iván si?, y no solo eso regreso con pastel y todo –soltó Eirá.

Inna la miro, no quiera que su hija tomar una decían precipitada algo le decía a que pasaría una tristeza en su corazón, pero no podía evita el dolor es parte del aprendizaje.

-Ya está aquí –dijo Hera nerviosa

-Creo que preparare más café, me acompañas Elisa.

-Por supuesto –respondió la loba

Hera salió mirando el auto de Sandro estacionarse, la puerta del copiloto se abría, saliendo de ella aquella mujer castaña

-HERA!!!! –grito Francis corriendo hacia ella.

-Ya estás aquí Francis, pensé que Sandro cumpliría su promesa.

-¿Promesa? –pregunto confundía.

-Sera mejor olvidarlo -dijo ella.

Al fin tendría a su amiga, mañana seria su fiesta de cumpleaños organizaran una velada nocturna, esperaba que ella le gustara conocer a su demás familia.

-Es muy bonita esta casa –dijo ella admirando la casa de su madre.

-Es muy acogedora, perece una cabaña por fuera pero no te dejes engañar.

-No me digas que es un palacio real adentro, claro son lobos deben tener buen gusto, pero ya que recuerdo tu madre es bruja, no te imaginas la curiosidad que tengo de conocerla.

-No es como las historias Francis mi madre no vuela sobre una escoba –dijo ella con un suspiro.

-Como sea, no sabes cómo fue un infierno todo el camino, no sé cómo puedes vivir con ese hombre –señaló discretamente –no le puedes sacar nada, algo me decía que podría ser tirada por un risco –sacudió los brazos la humana.

Hera sonrió si supiera, no estaba equivocada.

-Necesito hacer pis –dijo ella moviéndose –no se quiso parar en ninguna gasolinera es muy cruel.

-Si claro pasa al fondo a la izquierda –respondió Hera haciéndose aun lado.

Sandro recargo su cuerpo en el carro, le dolía la cabeza esa mujer no se callaba hasta por los codos hablaba, que horrible pensó el.

Miro a su mujer caminando hacia el muy sospechosa, tenía un brillo en sus ojos, y algo de su boca saldrá de eso estaba seguro.

-Por tu cara no te fue muy bien ¿Verdad?- lo abrazo de la cadera.

HIBRIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora