Necesitaba a Francis en este momento a su mosquetera al rescate, Sandro daba un paso más cerca de ella acorralándola en la pared, el hibrido sonrió era pan comido, nadie le quitan nada, mucho menos la liebre bruja. Por antigüedad, porque conocía a los Walmon, así que pro derecho ella tenía sus días contados. Y no un tipejo que ni al caso venia.
Era claro solo con una mano le podría arrebatar la ropa delgada que llevaba, nada sexi, pero aun así estaba con unas ganas.
-¿Qué...que haces .... a... aquí..- dijo con su voz temblando.
-Te sorprende mi presencia brujita.
Ella paso saliva, claro que le sorprendía y no sabe de qué manera, miro ambas partes el corredor, porque tardaba tanto Francis.
Sandro hizo lo mismo acaso sabe que ella es la presa y busca la salida.
-Me va a invitar a entrar -dijo más cerca casi rozando su rostro.
-Yo... - recordó las palabras sabias de Francis -No-termino diciendo.
Sandro arrugo su frente, acaso escucho bien (No), para el no. Tal vez solo esa nerviosa, era claro era la impresión deseosa que tenía por él, sonrió como sabe hacerlo y como derretir a una mujer, olía ella a humedad, que paso saliva.
-¿No?, creo que no escuche bien -se acercó un poco más casi su aliento rozando su rostro -me lo puedes repetir.
-Lo siento pero no puedo. -trato de mantenerse firme pero por dentro quería meterlo y amárralo, se reprendió ante su urgencia necesidad. Pero como no si esa para comérselo.
Sandro se inclinó hacia atrás asimilando lo que escucho, la vio temblar, bueno no importaba si no entraba.
-Porque tiemblas Hera Walmon, no debieras solo le das más ansias de que uno devore el plato y creme no he comido en muchos días. -los labios de Sandro quemaban las mejillas de Hera.
Ella gimió al tacto del hibrido tocar su barbilla, ¿Acaso la tomaría aquí?, Sandro disfruto aquel sonido de su boca, quería pasarse de lista la pequeña bruja no con él, no sabe dónde se metió, no solo como destinada si no también en los negocios laborales.
-¿Comido? -dijo tan inocente sin saber a qué se refería Sandro.
Soltó una risa malévola, que erizo la piel de Hera, asimilo la inocencia de la bruja, vaya festín que se dará.
-No tientes a tu suerte, creíste que no llegaría a mí.
Hera parpadeo de que hablaba ese hombre, aun ante el hechizo de sus ojos.
-Tus planes descabellados, pero te dejare claro algo Hera, has logrado captar mi atención, y seré sincero no esperaba que fueras tú, pero como he sido educado por mis padres en aceptar a mi futura destinada, créeme que tu vida no será la misma bruja. Así que te voy a pedir que reúses en dejar en paz con tus coquetos hacia el Juez. -dijo llevando su mano a su boca
Hera parpadeo, pero abrió los ojos cuando la humedad de su boca chupo sus dedos, quedándose boba en el acto. Miro su muñeca aquella pulsera y supo que a pesar de todo ella serme estuvo presente en su vida.
-Serás una buena chica, también desistirás del caso entendió -volvió a decir pero esa vez mordiendo las yemas de su dedos. -dime que lo harás.
-Yo.. -callo el rostro de Sandro la olfateo cerca de su oido izquierdo, sorprendiéndola -Yo... -encajo sus uñas en sus piernas delgadas para no gemir y mojarse.
-Lo harás -sonó a una amenaza muy sexi y seductora que estuvo a punto de flaquear hasta que...
-ALTO AHÍ SATANAS!! -escucharon decir detrás de Sandro.
El hibrido se giró mirando aquella mujer cargando una bolsa de pan y leche.
-Así que tu táctica es seducir a indefensas, que asco -dijo ella tomando la mano de Hera.
-¿Tu quién diablos eres? -gruño enfurecido.
-El ángel guardián de esa pobre alma indefensa de su depredador.
Sandro dio un paso hacia ellas, pero Francis llevo de jalón a Hera hasta adentro y cerrándole la puerta al hibrido en su cara.
Sandro rabio golpeando la puerta enfurecido nunca en su puta vida le habían hecho eso, vio una pareja de ancianos mirando asustados, Sandro tomo compostura, pasado sus manos por su cabello, esto no se quedaría así.
Francis dejo las cosas en la mesa girándose ante la Hera muda que estaba en el sofá, puso sus manos en la cadera y empezó a pisotear el piso con su pie.
-Se puede saber que fue eso -dijo ella indignada.
-Yo...
-Yo, yo. Basta Hera mamita despabílate te estaba comiendo en tus narices a este paso tu terminas dándoselas y no le costara nada.
-No me estaba comiendo -dijo sacudiendo los hombros -debió hacerlo -mordió su dedo desganada.
-Te estas escuchado, bueno claro el tipo se cae de bueno, hasta da miedo, vistes me gruño como animal -se sacudió los hombros -ahora entiendo porque esas perdida necesitamos trabajar mucho con esa actitud, enserio Hera casi le das los calzones ahí mismo.
-No tanto así -se justificó recordando lo de la entrada
-¿A no?, que fue eso que vi, pero siendo así te voy a castigar porque te traje tu pan favorito y veo a mi pequeña niña siendo comida dejaste que te chupara los dedos, y créeme quede buen rato ahí mirando, hasta me siento sucia. -dio otro suspiro, llegó hasta ella tomando lugar a su lado -Nena te pidió que desistieras del caso, en cambio de que, acaso de actos sexuales por dios que bajo es ese tipo.
Hera soltó una carcajada, Francis también era inocente al igual que ella, tal ve un día le diga la verdad de lo que es Sandro y ella.
-pero como está muy dispuesto el tipo no queda de otro que hacerlo calentar ¿Lo quieres? -preguntó mirándola.
-Sabes que es obvio, soy tan tonta, pero sabes que no me lavare las manos.
-Que cochina, -dio un empujón, bien mañana es el gran día yo me encargare de todo y de mi Francis Pobel que ese hombre estará rogándote y el mismo es quien desistirá del caso ya lo veras. Como dicen amigos y rivales pero aquí será Amantes y rivales. -froto sus manos con malicia.
Hera se estremeció Francis era un diablo.
Sandro necesitaba comprar otro volante había partido el suyo, maldijo ante la furia, quien se creía esa humana, pero parece que tenía un perro guardián, estaba tan cercas de ceder, pero no se le escaparía mañana o no la tendría como él quería, y ese gato no se saldría con la suya esa bruja era suya.
Matthew, termino de hacer una llamada últimamente tenía muchos escalofríos era como si alguien hablara a sus espaldas, tal vez era suposiciones, recibo los avances, solo del despacho Carson le enviaron el informe pero de Diamante nada, se le hizo extraño. Tal vez mañana la señorita bruja le de las respuestas.
Miro el mensaje que recibo justo en ese momento, sonrió pero también se puso serio estaba distanciado de cierta persona, no era correcto lo que hacía pero no podía negarse ante semejante petición de acompañante.
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HIBRIDO
Lobisomem- Deberías renunciar, no tienes madera para esto bruja- burlo con cizaña - Talvez pero me gusta los riesgos, pequeño lobo - Eso lo veremos pequeña bruja - salió de ahí entre risas Ella le daria una de todas y es donde mas le duele, jamás juegues co...