The Galaxy Chicken

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Cuando Michael baja de su avión en Sídney, luce como un pollo que cayó en un balde lleno de tinte para cabello y luego se vio atrapado en un huracán.

Ya limpiándose en el baño, arruga su nariz y trata de arreglarse el cabello. Se pega persistentemente en cualquier dirección, peor que de lo usual, resultado del pelo naturalmente revoltoso de Michael y la forma en la que trató de dormir en el avión. En cuanto al color,  sabe que podría haber hecho algo más ordenado, pero a pesar de eso, se superó a si mismo por mucho, aun considerando su regla de no descuidar sus trabajos.

Toma su mochila y se dirige hacia el área de equipaje para encontrarse con Ashton, quien se supone que debería de ir a recogerlo, y para tomar sus maletas. Inconvenientemente todo se encuentra lleno de gente, suficiente para hacer a Michael, que tiende a evitar socializar, más que irritado. Su irritación se evapora cuando la cara de Ashton aparece de entre la gente, buscándolo.

—¡Ashton! —lo llama; tiene que repetirlo varias veces antes de que éste finalmente se dé cuenta de donde está, con la cara iluminada y dirigiéndose a él.

Ashton ha crecido bastante desde la última vez que lo vio. Es un poco más alto, su cabello está más ondulado, y sus brazos son más musculosos de lo que recordaba. Está usando un pañuelo gris en la cabeza para mantener el cabello fuera de su rostro. Él cree que el chico ha crecido bien. Desafortunadamente, la pubertad no le dio a Michael la misma apariencia; las únicas cosas que obtuvo fueron unas perforaciones y el cabello de colores.

—Mikey —dice Ashton con una sonrisa, tirando de él para abrazarlo—. Gracias a Dios te deshiciste de tu flequillo.

Tres años. Han pasado tres años desde la última vez que se vieron y esto es lo que recibe.

—Pensé que te gustaría —dice Michael—. Tú también te ves bien.

—La pubertad hizo cosas asombrosas.

—Tu antigua plancha para el cabello hizo cosas menos asombrosas.

Ashton lo golpea suavemente en el brazo, bromeando como si eso nunca hubiera parado. Los dos chicos se voltean, pudiendo así ver si el equipaje se mueve.

—¿Y cómo estuvo el vuelo? —pregunta Ashton—. ¿Te dieron comida?

—Sí —responde, eligiendo la segunda pregunta—. Pero era comida de avión, así que... ya sabes.

—Pobre de ti. Te conseguiremos algo tan pronto como lleguemos a casa.

—Gracias al cielo —dice Michael riendo. El equipaje se empieza a mover.

—¿De qué color es tu maleta?

—Es negra —responde, y empiezan a buscarla.

Cuando finalmente la consiguen, maltratada por años de viajes, Michael la toma, evitando por poco la cabeza de una pequeña niña que se encontraba un poco cerca. La apoya en el suelo pesadamente.

—¿Eso es todo? —pregunta Ashton con el ceño fruncido—. ¿Sólo una maleta?

Michael se encoge de hombros.

— Vámonos.

Ashton asiente.

— Está bien, vamos, me estacioné en un piso debajo de este.

Ashton conduce a Michael por escaleras y ascensores y finalmente fuera en el estacionamiento. Abre la puerta de un auto negro con aspecto bastante antiguo, se desliza dentro y encuentra su camino hacia el asiento del pasajero.

—Bien, te hablaré un poco sobre unos detalles —dice Ashton, saliendo del aparcamiento y conduciendo hacia la salida—. Recuerdas a Calum, ¿cierto?

Give Me Love (Muke) [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora