Give Me Love (Muke) [Traducción]

It Comes and Goes in Waves

La primera cosa que Michael hace a la mañana siguiente es balancear sus piernas fuera de la cama, ponerse de pie, y caminar hacia el espejo. Se queda parado en frente de él, frunciendo el ceño hacia su pálido torso y sus torpes miembros. Tira mechones de su descolorido cabello de colores galaxia. Al menos puede arreglar eso, nada más. Compró algunos tintes hace un par de semanas. No pudo encontrar su marca habitual, pero lo hará.

Necesita algo que hacer con sus manos, de todas formas, mantendrá su mente fuera para soportar todo. Específicamente a Luke. Mayormente a Luke. No está muy entusiasta para tratar con él.

Y, ya saben, el hecho de que su madre ya no le volverá a hablar más. Pero no está seguro de cómo tomarse eso, principalmente porque hay una buena posibilidad de que su mamá no recuerde la pelea, aun si él lo hace. Lo que saca la pregunta, ¿se tiene que ocultar (como siempre) y perdonarla, o tiene que quedarse con el rencor?

Es algo difícil para él olvidarse de lo que dijeron.

Va a volver a teñir su cabello. Puede distraerse a sí mismo hasta que se vea obligado a tratar con sus problemas. O tal vez sólo se encerrará en el baño y esperará hasta que los humos del tinte lo maten lentamente. Lo que sea.

Se pone una camisa y toma el decolorante y el tinte y se encamina fuera de su cuarto hacia la sala.

Ha sido un buen mes desde la última vez que se tiñó el cabello –demasiado largo, pero considerando todo lo que se desplegó, se ve perfectamente aceptable.

—Stacy's mom, has got it going on —canta suavemente, tratando de ponerse en un buen estado de ánimo—. Stacy's mom, has got it going... ¡ahhhh! —su voz se eleva con alarma. Luke grita (literalmente)—. ¡Jesús! ¡No sabía que estabas ahí!

Luke toma su camisa del lavamanos, apretándola contra su pecho.

—¿Qué estás... ?

—¿No le pones seguro a la puerta cuando te bañas? Jesús, mierda, ponte una camisa —Michael está definitivamente agradecido de que traiga puestos los pantalones.

La cara de Luke no tiene color.

—Sólo me iré —murmura.

—Ay Dios mío, fue mi error, fue mi error, lo siento, ni siquiera sabía que estabas aquí —termina, quedándose ahí en shock. Se miran el uno al otro, congelados.

—Pensé que le había puesto seguro —afirma Luke, ruborizándose, con los ojos muy abiertos.

—Sólo... sólo me iré —dice Michael, retrocediendo—. Yo solo... sí, me iré. Iba a teñirme el cabello pero...

—Estaré fuera en un segundo, te puedes quedar, necesito... ya sabes... ponerme mi camisa —dice.

—Eso está bien, me puedo... ir —contesta, rascándose el cuello—. Debería irme. Tú llegaste primero.

—Sólo, sólo tengo que ponerme mi-mi camisa —balbucea. Michael trata de ver a cualquier lugar menos a él. Falla miserablemente. No puede evitarlo, no sabe a dónde más mirar.

—Bueno —responde, cambiando su distancia—. Uh.

—¿Podrías, como, ver a otro lado?

—¡Oh! Sí. Perdón. Lo siento. Yo no... quería.

Aparta la mirada, y Luke, como precaución extra, se da la vuelta y desliza su camiseta por su cabeza.

—Bien, está bien —dice tranquilamente, aunque con nerviosismo—. Yo sólo me iré. Uh... —tira de su cabello mojado y le da un vistazo rápido en el espejo. Toma la secadora y pasa al lado de Michael—. Lo siento, disfruta... teñir tu cabello.