Give Me Love (Muke) [Traducción]

I'm Better off on My Own

Michael no es un santo. No es un héroe. No es un guerrero de Dios. El cielo no existe para él, y aun si lo hiciera, no sería a donde pertenece.

Solía soñar sobre el reino de Dios del que su madre hablaba cuando era pequeño, bajando para tomarlo en sus brazos y llevarse el dolor. Eso fue antes de que dejara de creer en Dios, supo que si hubiera uno entonces Él no dejaría que sufriera. Él no sólo se quedaría ahí viendo mientras era apartado de sus amigos, no se quedaría viendo mientras trataba de cuidar a su pobre madre cuando sus manos temblaban y su espalda le dolía. No dejaría que perdiera a Luke, no se quedaría viendo mientras él se aleja. Para Michael, Dios sólo puede existir como una mentira viciosa creada para infundir el miedo en los pecadores y apaciguar a los santos. No es como si no hubiera un Dios en absoluto, así es para él, no puede haber uno. Para Michael, Dios debe de haberse dado por vencido con él.

Y siempre pensó que estaba bien con eso.

Pero Luke. Luke es algo así como él se imagina a un ángel, su alma es blanca y limpia, y la de Michael está manchada con tinte para cabello y errores. No quiere lastimarlo. Quiere dejarlo inocente y adorable. No puede ser la causa de que sus ojos se vuelvan sombríos.

Y Michael se odia todavía más por alejarlo, por no tomar la oportunidad de agarrar a Luke y tomarlo en sus brazos para apartar el dolor. Pudo haber tenido al único chico que alguna vez quiso realmente. Y ahora nunca lo hará. Hizo lo correcto, se detuvo antes de que alguien pudiera salir herido, antes de que pudiera dañar a Luke. Porque Luke es alguien tan perfecto, y sabe que no puede tenerlo. No merece algo tan bueno.

Y ahora desearía estar con los ángeles, desearía poder olvidar la mirada en la cara de Luke cuando dijo, "yo no te amo".

Michael mintió. Vaya que mintió, y ahora es muy tarde; lastimó al pobre Luke, y Ashton y Calum no querrán que regrese, está jodido.

Es posible que ame a Luke, pero al final, eso no importa. Las cosas buenas no son para él, no lo merece.

¿Por qué, Dios?, pregunta, pretendiendo por un momento que a Él le importa, ¿por qué me diste una muestra de algo tan hermoso sólo para aclararme todavía más que no está hecho para mí?

Michael es un montón de cosas. Es amargo e inseguro y está atormentado, pero no es malo. Sólo ha golpeado a algún hombre si era para defender a alguien más débil. Y se esfuerza tanto en no lastimar a las personas. Pero cuando se derriba a sí mismo, los demás quedan atrapados en el fuego cruzado.

Porque la cosa es que, no sólo lo estaba negando. No sólo estaba asustado y roto. Y no dijo todas esas cosas para herir a Luke. Dijo todas esas cosas porque quería herirse a sí mismo.

Y, bien, consiguió lo que quería.

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Michael sale del avión en Perth, con la mirada caída y un estómago vacío, hay moretones invisibles sobre su corazón en su pecho por golpearse por sus errores una y otra vez. Avanza por seguridad en una depresión, moviéndose con su mente paralizada por los mismos pensamientos. Hay un pesado dolor en su corazón. Con cada paso, se acerca más a su familia. Lo que falta.

Cuando finalmente emerge de seguridad con su mochila, levanta la mirada y ve a su tía esperando pacientemente por él con sus afligidos ojos.

Ella le da un abrazo.

—Lo siento tanto —empieza a llorar.

Michael se asegura de parpadear para ahuyentar sus propias lágrimas antes de que caigan. Él es más alto, tanto que ella se tiene que poner de puntillas para apoyar su cabeza en su hombro. Ella solía sentarlo en su baño y sacar su botiquín de primeros auxilios para curarlo después de las peleas. Solía llegar con comida en las noches cuando su madre estaba deprimida y se olvidaba de comprar, solía ayudar a pagar las facturas de electricidad cuando el trabajo de medio tiempo de Michael no alcanzaba a cubrirlo (casi nunca lo hacía).