Give Me Love (Muke) [Traducción]

You Specialize in Dying

Michael abre sus ojos como lo hace cada mañana, excepto que la cama es dura debajo de su doliente cuerpo y en lugar de sostener a Luke en su pecho, hay un espacio sin llenar, y su mano se aprieta contra las sábanas baratas del hospital en lugar de su cintura

Pensó, por alguna razón, que Luke estaría aquí.

Está vacío ahora. Su estómago duele mientras se levanta por sí mismo. Y, además de que su estómago es en realidad un agujero profundo, siente el vacío de la situación. Hay una claridad horrible ahora, y es tan fuerte que lo corta abiertamente. No tiene voz, aun si hubiera alguien a quien llamar, y no se mueve en absoluto.

Lleva la mirada hacia el techo blanco, tragando la saliva en su garganta, sin nada.

Está lleno de pensamientos que lo distraen de su inconformidad.

¿Qué pensará su familia?

¿Pensarán que está jodido? ¿Alguien lo visitará? ¿A alguien le importará?

Y la banda.

¿Está fuera ahora? No es el mejor guitarrista. No es el amigo más fácil. ¿Se molestaron en venir? Puede recordar a Calum llorando distantemente, en una demostración muy inhabitual de emociones. Duele, más de lo que piensa que debería, escuchar a tu amigo llorar porque él piensa que vas a morir.

Y Luke, ¿qué hay sobre Luke?

¿Qué hay sobre Luke?

Luke lo sabrá. Lo averiguará. Michael no quiere verlo. No quiere ver a Ashton poniéndose mal. No quiere ver a Calum poniéndose incómodo cuando se le acaben las maneras de decirle que está bien.

Lleva las sábanas hasta su mentón. El aire acondicionado está desafortunadamente posicionado sobre su cama, congelándolo en su lugar. Todo sobre este lugar está desierto y frío, de verdad. Impersonal. Él no tiene ningún significado en este hospital; no tiene ningún significado en este mundo. No es nada más que un frío cuerpo. Vivirá, y después morirá, y será frío en su corazón y en su tumba.

Aquellos que no tienen propósito en esta vida tampoco tienen lugar. Aquellos que no son necesitados simplemente se harán a un lado del camino y se desvanecerán en una música agonizante. La gente es muy fácilmente olvidada. Dispensable. Por cada persona que se convierte en pequeñas piezas indetectables, hay muchas más para tomar su lugar. Personas con un propósito.

¿Entonces por qué jodidos Michael sigue aquí?

Le toma una eternidad a la enfermera para entrar. Porque en una habitación de hospital sin reloj, un chico enfermo sin voz y que no puede sentir el tiempo que pasa no puede medir las horas de dolor, los minutos de lucidez, o los segundos de respiración gastada que sus pulmones fallando le imponen.

—¿Cómo te estás sintiendo, cariño? —pregunta. Ella es olvidable también. Pero tiene un propósito. Ya sea eso o un puto montón de dinero para gastar en la escuela de medicina.

Michael sólo se encoge de hombros, volteando su rostro para poder ver en su dirección. No confía en sí mismo para hablar.

—Déjame revisar tus niveles de sangre, y luego tendremos una charla, ¿sí? —dice casualmente. Él se retuerce internamente por el pensamiento de lo que ella podría preguntar. Lo que ya podría saber.

Habla para sí misma, incoherentemente en voz baja, mientras ajusta el goteo intravenoso que conduce a su muñeca. Escribe algunas cosas, revisa estadísticas en una máquina diferente, toma su ritmo cardiaco y pulso, todo mientras Michael mira un punto fijo en la pared, queriendo terminar con esto.

—Muy bien —dice ella, tomando una silla y llevándola hacia la cama de hospital—. Vamos a hablar, ¿sí?

Él se levanta levemente. No tiene la energía para sentarse correctamente. No quieren que lo haga, de todas formas.