Give Me Love (Muke) [Traducción]

A Better Fuck than Any Boy You'll Ever Meet

Han sido dos días desde el beso, y Luke está empezando a entrar en pánico. Michael no ha hablado mucho, apenas más que lo usual, no lo mira a los ojos, no ha mencionado el beso para nada en las pocas interacciones que han tenido. No es que haya salido de lo ordinario últimamente para evitar tanto las cosas, pero Luke está atascado en la oscuridad de nuevo. Al menos cuando se besaron, sintió alguna conexión con él. Más allá de lo físico.

Y por supuesto, lo ha tenido preocupado de nuevo sobre las intenciones de Michael, y tal vez si realmente había estado pensando con claridad después de todo. Con claridad, siendo vagamente definido en el contexto.

Tal vez si Michael no fuera Michael, y si Luke estuviera seguro de que quiere la misma cosa, y de que no tuviera tanto miedo de que todo fuera una broma a su favor, le podría haber contado a Ashton sobre el beso. Habría estado tan emocionado de contarle sobre su primer beso con un chico. Su primer beso con Michael. Su primer beso que significó algo en realidad. Pero se lo guarda.

Tiene miedo esta noche, porque Calum regresó a casa para ayudar a su hermana a mudarse por un par de días ("Será aburrido, te juro que no quieres venir, Luke") y Ashton se va a pasar una noche con sus hermanos ("Claro que tú no quieres venir, por el amor de Dios, ellos son un dolor en el culo" [dicho con amor, claro]). Y para ser justos, realmente no quería ir con ninguno de ellos tampoco, pero no quería estar en casa solo con Michael, porque sabe que el silencio va a quedarse y será una noche dolorosa.

Mientras el auto de Ashton sale de la entrada, dejándolo parado en la puerta principal, se pregunta si Michael lo va a evitar toda la noche. Si lo hace, no será una sorpresa. De cualquier forma lo ignora la mayor parte del tiempo últimamente. A veces piensa que si no estuviera tan malditamente enamorado de él, ninguno de ellos se daría cuenta si el otro simplemente desapareciera.

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Michael voltea un panqueque en la cocina, apretando los labios mientras trata de hacerlo con esmero. Luke se detiene en el pasillo, mirándolo. Él no lo ve, sigue moviendo el panqueque. Luke desearía que su orgullo lo cegara de todos los errores de Michael, pero está jodidamente seguro de que está preparando unos panqueques horribles. En mayor parte por el olor, y un poco por sus palabrotas.

Mientras entra en la cocina, siente una oleada de calor sobre él. Arruga la nariz.

—¿Qué estás haciendo?

—Panqueques —responde Michael—. ¿No te das cuenta?

—¿Por el olor a quemado y esos trozos ennegrecidos? —dice, bromeando un poco—. Uh, no.

—Oh, cállate. No es tan malo. Si le quitas las partes quemadas en realidad sabe muy bien.

—Llenos de nutella, tal vez —sugirere—. Aquí está tan caliente.

—Eso es porque la estufa está encendida, tonto —dice Michael, sonriendo satisfecho hacia él—. Pero podría hacerlo más caliente.

Luke no está acostumbrado a flirtear y tampoco está acostumbrado a que hagan eso con él, pero está muy seguro de que esto califica como tal, y de que quiere devolverle el favor.

—Eres tan cliché —balbucea, y quiere patearse a sí mismo. ¿Qué tan poco convincente podría posiblemente ser? Debió de haber dicho algo ocurrente, o sarcástico, o cualquier cosa con la que Michael pudiera pensar rápido.

—Pero sabes que es verdad —contesta, dándose la vuelta mientras apaga la estufa y se acerca a él haciendo un gesto con la comisura de su boca—. ¿No?

—N-no —tartamudea, ruborizándose, deseando que no sonara tan inseguro. Cualquier otra persona sería capaz de decirlo con atrevimiento, seductoramente, cualquiera de las cosas de las que está muy seguro de que él mismo no podría.

—Te lo puedo demostrar —dice Michael, llevándolo contra la pared, tan tan tan cerca que podría desmayarse. Puede ver los ojos de Michael dilatados, se imagina que los suyos están igual.

—Ashton y Calum —empieza Luke.

—No estarán aquí por esta noche —responde, sonriendo rápidamente—. Vamos, Luke.

Él se está sintiendo mareado, ligero sobre sus pies, y dios, él sí quiere esto, pero quiere creer que no es tan fácil como luce. Cuando los dedos de Michael empiezan a jugar sobre su pantalón, respira.

—Espera, Michael, espera...

Él se detiene, pero no quita sus manos de encima.

—¿Asustado? —dice con algo de burla.

—No —niega, casi avergonzado—. Yo sólo, ¿estás seguro de que deberíamos... ?

—Es ahora o nunca —suelta—. No lo haré si no quieres. Pero yo realmente quiero hacerlo —su peso está presionado contra Luke y él puede sentir todo.

—Sí —Luke respira e inclina su cabeza hacia atrás mientras deja que la boca de Michael se mueva hacia su cuello—. Sí, sí quiero.

—¿Lo has hecho alguna vez? —pregunta.

—No —jadea—. No, con un chico, lo hice una vez antes, pero nunca con... ¿y tú?

—Un par de veces —susurra en respuesta—. ¿Habitación?

—¿Habitación?

—A menos de que quieras que pase aquí en la cocina, porque Ashton tendrá un ataque si encuentra...

—Oh. Oh —dice Luke, tan tembloroso y sin aliento—. Sí —está nervioso, odia eso, sabe que Michael se da cuenta, sabe que prácticamente se alimenta de eso. Necesita que deje de hablar o va a perder el control.

—Es lo que pensé —dice, y tira de él hacia el corredor.

Michael empuja a Luke hacia la cama, con las manos por donde sea. La camisa de Luke queda tirada en algún lugar durante el frenesí, y su pantalón sobre sus caderas también, aunque definitivamente se da cuenta esta vez. Michael se las arregla para quitarse su ropa también, y Luke no está seguro de que está pasando exactamente, sólo de que Michael tiene el control sobre toda la situación. Es injusto, en realidad, sentirse como un chico virgen de quince años de nuevo, como repitiendo su primera vez. Es difícil pensar cuando la boca de Michael está en todos lados.

Michael por su lado apenas puede escuchar los pequeños sonidos que Luke está haciendo sobre la sangre precipitándose en sus oídos, y se mueve con una precisión y un cálculo mecánico, mientras Luke se ablanda bajo él con un sólo toque.

Es malditamente injusto, Michael lo recorre con sus manos calientes y desliza fuera su ropa hasta que Luke está frío en la habitación con aire acondicionado, estando más caliente y avergonzado a cada segundo.

—Por favor, apúrate —dice Luke, incapaz de cubrir la necesidad, incapaz de soportarlo más, tirando del cabello de Michael cuando va por otro beso—. Sólo apúrate, por favor.

—Lo sé —responde, encima de él, y es lo más gentil que ha sonado en toda la noche—. ¿Me seguirás amando después?

—Siempre —susurra.

Entonces Michael empieza, y Luke cierra sus ojos apretadamente y deja que pase.