Bad News || Derek Hale [Teen Wolf] (1)

Cap. 73

Fue cuestión de quitarle la enorme camisa deportiva de lacrosse, sostenerla -solo como medida preventiva, pues ella se hallaba inconsciente- y así, Deaton realizó una incisión precisa y delgada en el pecho de Valeska.

Segundos después recobró la conciencia y logró clavar sus ojos castaños en los verdosos de Derek. Esto lo tranquilizó de una forma que jamás podría explicar. 

Peter se había mantenido a un lado de todo, casi en la esquina, ajeno a todo el ajetreo y el revuelo que había causado el estado de la menor de los Stilinski. Porque, maldita sea, Valeska en serio lo ponía de los nervios -casi al punto de hacerlo odiarla.

Hasta ese momento Peter no comprendía el por qué, pero tampoco se lo cuestionaba mucho. Solo sabía que pasar mucho tiempo cerca de ella hacía que algo wn su estómago se revolviera con insistencia. Quizás no lo quería averiguar.

Kira, en cuanto confirmó que su amiga estaba en buenas manos, se marchó con rapidez a casa. Pues Noshiko, su madre, estaba en la lista de muerte; y, obviamente, temía por la vida de la mujer.

Deaton, incluso con toda su experiencia y conocimiento -y por obvias razones no lo admitiría en voz alta- había tenido un poco de miedo al ver a Valeska en ese estado. Temió por la vida de la chica. E indirectamente por la integridad de Derek Hale allí presente.

Stiles. Mierda, Stiles juraba que su alma había abandonado su cuerpo y regresado de golpe, victima del terror y pánico que le generaba la sola idea de perder a su hermana. Más aún a manos de asesinos a sueldo. Por otro lado, se había sorprendido al notar que su hermana usaba -¿Qué mierda era eso?- una especie de faja, pero casi como una camisa; lo había visto porque obviamente habían tenido que desnudar su torso para poder curarla.

Derek había sentido que su mundo se venía abajo por unos segundos. El dolor en todo su cuerpo había dejado su mente en blanco y sin la capacidad de moverse; todo gracias a la marca plateada en el cuello de Valeska. Mierda, incluso había intentado quitarle el dolor a su adorada pecosa, y no había podido. ¡Sus poderes estaban desapareciendo!

Valeska solo se preparó mentalmente para el regaño más largo que Stiles le daría en su vida. Lo sabía; incluso acabando de despertar de su estado, incluso sintiendo el efecto que aquel mortal veneno había causado en sí. Sabía que Stiles la regañaría por haber estado en el campo de lacrosse.

( . . . )

—¿Alguien ha visto a Stiles, Scott, Lydia, Kira o Valeska hoy?—, cuestionó la mujer antes de dar inicio a su clase—. Malia, ¿Sabes algo de tus amigos?

—Mmm... no. Pero podría intentar rastrear su aroma.

—Claro—, alargó la maestra—. ¿Y si solo los marcamos como ausentes?

—¡Oh! Oh, espere—, la mujer se vio ligeramente fastidiada, aun así escuchó lo que Malia tenía por decir—. Solo sé que Valeska está en el hospital.

—¿Y por qué motivos serían?—, la mujer se mostraba muy evasiva y poco receptiva a cualquier cosa que fuera dicha por Malia.

—No sé, no estuve en el partido anoche—, se encogió de hombros, dando a entender lo poco que le importaba que la mujer no le creyera—. Puede llamar a su padre y confirmarlo.

Aun así, la duda se mantuvo en la cabeza de la maestra: ¿Por qué Valeska estaba en el hospital? ¿Y, si era por eso que también estaba ausente Stiles?