Bad News || Derek Hale [Teen Wolf] (1)

Cap. 15

—No confíes en él.

—No confío en nadie—, repuso el ojiverde, dándole una mirada severa a Deaton.

—Lo sé. Si lo hicieras podrías ser el alfa que esperas. Aunque lo malo es que en quien deberías confiar, no confía en ti. Y en quien confías no será de mucha ayuda.

—Scott.

—¿Y...?

—Valeska—, suspiró.

—Están con Stilinski ahora. Debes encontrarlos tan rápido como puedas.

Derek miró a Deaton, ahora con un ligero interrogante, sin embargo sabiendo que, lo que decía, iba en serio.

( . . . )

—Viene en camino.

Jugó con el celular en sus manos, viendo de Scott hablar con su padre, el alguacil miraba los archivos que tenía esparcidos sobre el escritorio.

Le resultaba tan malditamente extraño decir "padre, mi padre, papá" o cualquiera de sus derivados, siendo que aquel hombre había estado presente en su vida sus primeros tres años. Escasamente lo recordaba.

Milagrosamente algún día lo llegaría a ver como una figura paterna.

Ingresó al despacho Stiles con una genuina cara de tragedia; fue así que, tras un ver al chico de lunares tropezar con sus propios pies debido a un empujón, pudo ver que detrás de él se hallaba Matt apuntándole con un arma.

—Mierda. Sí es malvado—, maldijo, soltando su celular y alzando las manos al verse apuntada por un arma.

—¿Matt? Matt, pase lo que pase te aseguro que hay una solución que no requiera un arma—, intentó el sheriff.

—Okay, es gracioso que diga eso porque creo que no sabe cuánta razón tiene en realidad.

—¿Qué demonios?—, bajó sus manos algo fastidiada. Y al instante Matt regresó el arma hacia ella, nuevamente haciéndola alzar los brazos en señal de rendición.

—Sé que no quieres lastimar...—, su padre intentó razonar con él nuevamente.

—De hecho, sí quiero lastimar, a muchos. Ustedes no están en mi lista pero podría ponerlos, si, por ejemplo, intentan llamar a alguien. Como McCall lo está haciendo.

Todos en la habitación giraron la vista hacia el moreno quien al instante puso cara de completo terror.

Scott sacó el teléfono de su bolsillo. Y así los cuatro siguieron las órdenes de Matt quien en ningún momento dejó de apuntarles con el arma.

Matt forzó a Stiles a esposar a su padre a un tubo de metal frente a las celdas, y empujó entonces a los tres por los pasillos de la comisaría.

Matt y Scott intercambiaron palabras a las que ella no prestó atención. Presionó el gatillo en la sien de la chica y no pudo evitar soltar un gemido de terror.

Sí, bien, un ser sobrenatural y lo que fuera... pero definitivamente no podría sanar la herida de una bala en su cerebro.

Los empujó por los pasillos hasta llevarlos a una habitación donde los forzó a destruir cualquier evidencia incriminatoria hacia él. Stiles intentaba negociar con Matt para que los dejara libres sin embargo no surtía efecto, en absoluto. Las luces de un auto iluminaron las ventanas, y Scott alzó la vista totalmente aterrorizado.

Todos sabían quién era. Melissa.

—Si no te mueves ahora, Scott. Mataré a los Stilinski y luego a tu madre.