– ¡¡¡SLYTHERIN!!!
Bueno, Ron no se había esperado eso. Vio a Draco dirigir su mirada a los ojos del rey, quitarse el sombrero seleccionador y caminar hasta él. Observó a Harry. Vio la adoración por Draco en su mirada, en su sonrisa, en su ser... Y supo que tenía que hacer algo, no podía permitirlo. Era su amigo y no iba a consentir que una serpiente lo llevara a la ruina.
– ¿Qué debo hacer ahora? – Le preguntó Draco, con aquel mismo brillo en sus ojos
Desde que Ron había levantado el hechizo de enamoramiento, al confirmar que a Harry le gustaba, la química de aquellos dos no había hecho más que crecer; aunque ninguno de los dos idiotas se diera cuenta. Pero nada de eso importaba, no ahora. Draco Malfoy era un Slytherin y debía tener la misma sentencia que todos los anteriores.
– Te trasladarás al campamento Slytherin... Mañana por la mañana. Estoy muy feliz por ti... y tu marca no ha vuelto a desaparecer estas tres semanas... Tal vez... tal vez esto sea todo... y ya puedas vivir... una vida normal – Dijo Harry
El brillo de ambos rostros se desvaneció al darse cuenta de que probablemente tendrían que separarse ahora.
– Deberíamos irnos.
– Ron, no es necesario que lo vigiles personalmente. Es solo una noche, puede ir un reemplazo. Te necesitamos en un asunto muy importante. Tenemos una pista fundamental...
- No creo que sea conveniente dejarlo con otro, recuerda el atentado que sufrió. Ya en el campamento... Bueno, los Slytherin saben cómo cuidar de los suyos
Draco sonrió satisfecho y el asco creció dentro de Ron. Solo tenía que contenerse un poco, solo un poco y entonces...
– Bueno, entonces vamos, tengo mucho que empacar...
Por un instante Harry y Draco se miraron incómodos y entonces este último avanzó hacia el rey y le dio un suave beso en la mejilla.
– Gracias... por todo
– Gracias a ti, Draco
– ¿Por qué?
– Por todo
Solo un poco. Pronto tendría a Draco a solas, y entonces le enseñaría cómo se les trata a las serpientes, y lo quitaría del camino de Harry. Él era su mejor amigo y había sufrido bastante ya, era deber de Ron protegerlo. Finalmente, partieron hacia aquella casa, que sería el último hogar de Malfoy.
»»»»»»»»
– ¿Ronald? ¿Te pasa algo?
Draco observó al auror, cuyo rostro estaba crispado por la ira y a Draco le recordó a uno de sus viejos rivales del mar. Si estaba a punto de ponerse tan loco como Drake, del mismo modo en que le había decapitado al pirata (que una vez fue su amigo) lo haría con él.
– Sí, me pasa algo...
El pelirrojo entró en la habitación y cerró la puerta tras él. Draco sintió peligro levantarse en el aire, como el telón de una función que había estado esperado el momento indicado para revelar al villano. Retrocedió hacía su mesita de noche lentamente, mientras el hombre hablaba y se acercaba a él.
– Nunca debí confiar en ti. Creí que eras diferente. Por un momento, incluso imaginé un futuro contigo... Pero eres un Slytherin, siempre lo fuiste... Escondido en las sombras, como la alimaña que son todos ustedes y ahora paga...
Draco tomó su lámpara, al toparse con la mesita, y golpeó al pelirrojo fuertemente con ella, antes de salir corriendo hacia la puerta. Por un momento creyó que podía escapar, que tenía una oportunidad.... Pero entonces sintió que su respiración se estancaba y su cuerpo con ella, como una máquina que, de repente, dejaba de funcionar. Sintió algo en su pecho, si tuviera que describirlo, diría que se sentía como una pequeña semilla plantada en medio, que improvistamente, había germinado, invadiendo sus pulmones por completo, invadiéndolo todo.
– No creías que intentaría atacarte sin unos cuantos trucos bajo la manga, ¿verdad? Pude notar lo peligroso que eres – Dijo el auror, levantándose tambaleante
Justo en el momento en el que Draco pensó que se ahogaría, el aire invadió de nuevo sus pulmones, pero volvió aquella sensación de mareo, de que sus piernas no lo sostendrían más. Esa vez no hubo gentiles brazos que lo rescataran y cayó al piso, con un inmenso dolor de cabeza embriagándolo, por el golpe.
– Vas a terminar muerto. Eso no es una amenaza, es un aviso... Pero antes... Bueno, ¿para qué desperdiciar tanta hermosura? si para algo fueron buenos todos los Slytherin que asesiné... fue complacer.
Draco no veía nada realmente, su vista estaba nublada, pero sentía. Y sintió unos labios posarse sobre su piel, repetidas veces, unas manos tocándola y sintió mucho más que eso; y aunque quería hacer algo, aunque era totalmente repugnante, sencillamente no podía, estaba atrapado, lo sabía por las repetidas veces que intentó luchar, todas en vano. Al final, la solitaria lagrima que recorrió su mejilla, fue su única muestra de sentir algo en realidad.
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Aclaración: Cuando Draco habla de "Drake", hace referencia al pirata Fracis Drake, que en realidad existió mucho antes de esto, pero decidí mencionarlo de todas formas.
Aclaración 2: El título "Serpiente rastrera" se refiere a Ronald. Es una ironía, porque en la historia él pensaba que Draco lo era, cuando era él realmente. Lo siento si para algunos es obvio o molesto que lo explique, pero solo quiero aclarar estas cosas para que no hayan confusiones. Dicho eso, espero que les esté gustando, aunque aquí se haya puesto un poco complicada la historia.
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El Paraíso Eterno
Hayran KurguDraco tenía todo bajo control; saquear, viajar por el mar, beber y cantar con sus piratas era su vida, ellos eran su familia. Lastimosamente, no todo es eterno y esa vida que llevaba, era una de las cosas que no lo es; así que cuando cometió el erro...