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Antonia cantaba alegremente mientras Saray bailaba dando palmas

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Antonia cantaba alegremente mientras Saray bailaba dando palmas. Olivia las observaba con una sonrisa en los labios y un calor naciendo en su pecho. Miraba a aquellas mujeres y podía decir con seguridad que las quería. Las quería porque, desde que había ingresado en prisión hacía ya varias semanas, se habían convertido en su más incondicional apoyo.

Zulema no las miraba. Sus ojos estaban, en cambio, clavados en la castaña, que por el momento permanecía ajena a su mirada. No entendía que le había pasado la última vez que se había encontrado con Olivia en los baños. No entendía ese necesidad de probar unos labios que hasta el momento no le habían supuesto nada especial.

No entendía porque era esa jodida mujer la que aparecía en sus sueños en lugar del egipcio, aquel que supuestamente era el amor de su vida.

Supuestamente. Qué palabra tan sencilla era, y cuánto podía llegar a implicar.

Mientras se perdía en sus pensamientos pudo ver como Fabio se acercaba a Olivia para decirle algo que hizo que la morena frunciera el ceño, como si sus palabras le desagradan. Segundos más tarde la chica se levantó para seguirle, y pensó en ir tras ella.

Desechó la idea al ver que era Saray quien, al tener la misma idea que ella, caminaba hasta su lado para preguntarle a donde iba. Tuvo que romper un poco más la distancia entre las dos para poder escuchar algo de la conversación. 

- Tengo un Vis a vis - respondía la morena a la pregunta de la gitana, que asintió antes de dejarla continuar, con la promesa de que más tarde hablarían al respecto.

Olivia sonrió una última vez a Saray sin ser consciente de que Zulema estaba plantada en el centro del patio mirándola como si quisiera leerle el alma.

Cuando Fabio le dijo que tenía un Vis a Vis frunció el ceño extrañada, pues no esperaba la visita de absolutamente nadie. Ya le había dejado claro a su abogado que no quería volver a saber nada de él, así que descartó por completo que pudiera tratarse de él.

- Fabio... - llamó la atención del funcionario - ¿No se supone que para tener un Vis a Vis con alguien tienes que tenerlo en la lista de visitas? - no sabía muy bien porqué, pero esa duda acudiera a su mente en ese mismo instante, y la verdad es que tenía todo el sentido del mundo.

Un simple error [Zulema Zahir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora