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Los dedos de Olivia se deslizaban suavemente por el brazo de Sole mientras la mujer cogía aire con cierta dificultad

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Los dedos de Olivia se deslizaban suavemente por el brazo de Sole mientras la mujer cogía aire con cierta dificultad. Con la cabeza apoyada sobre su brazo libre la observaba con lástima al verla en esa situación.

El día anterior había sufrido un fuerte ataque al corazón y, para su mala suerte, su estado en esos momentos era crítico.

- No tienes que quedarte todo el día conmigo – le regañó en tono maternal. Ya no era la primera vez que intentaba echarla, pero la morena no parecía tener intención alguna de querer irse.

- No tengo nada mejor que hacer, Sole – se encogió de hombros – Me gusta estar contigo aquí. Es un sitio tranquilo – añadió.

- Rizos te estará echando de menos – se aventuró a decir con una sonrisa divertida que Olivia correspondió mientras ponía los ojos en blanco.

- A Kabila la veo todos los días en el comedor – apartó la mirada para clavarla en la pared – Y ya quedé de verla cuando salga de aquí.

Sole abrió la boca para decir algo pero la cerró al escuchar la voz acelerada de Tere y la respuesta de Macarena.

- Si me presionas no me va a salir el chorrito, ¿entiendes?

Olivia se levantó de la silla en la que llevaba cerca de dos horas sentada y apartó las cortinas para poder ver a Tere y a Macarena discutiendo en un tono de voz no muy bajo.

- ¿Qué estáis haciendo?

La rubia la miró con sorpresa y Tere que auténtico terror, como si las hubieran pillado cometiendo la peor de las locuras. La morena encarnó una ceja mientras se cruzaba de brazos a la espera de una respuesta. Con el paso de los días había ido desechando la idea de ser un fantasma que pasaba desapercibido, y había terminado por hacer buenas amigas. Buenas amigas que eran muy dadas a meterse en problemas, pero amigas al fin y al cabo.

- Yo...Yo... Pues – Tere miraba nerviosa a todos los lados menos a Olivia, en cuyos labios se había formado una pequeña sonrisa. Estaba claro que la mujer no encontraba la excusa perfecta.

Un simple error [Zulema Zahir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora