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Los días fueron pasando y el estado de Olivia mejoró con cada uno de ellos

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Los días fueron pasando y el estado de Olivia mejoró con cada uno de ellos. La vida en la cárcel se hizo más dura, con más controles y menos libertades, pero ella era feliz. Hizo muy buenas migas con Victoria, con quien se unió irremediablemente, llegando a convertirse casi en su mitad.

Por otro lado, la libertad para las presas que habían logrado escapar de prisión no duró mucho. Apenas unos días después todas ellas, a excepción de Casper, se encontraban entrando por la puerta de la prisión, siendo recibidas por un gran número de miradas curiosas.

Olivia las vio entrar desde lo alto de la galería. Por la mirada que Zulema le lanzó cuando sus miradas se cruzaron, comprendió que todo había cambiado. Había molesto en su mirada, odio incluso.

No apartó la mirada en ningún momento. No sabía porque, pero simplemente no podía. Una parte de ella quería darle una explicación a Zulema, la otra, consideraba que no valía la pena.

Terminó yendo al encuentro de la gitana cuando esta llamó su atención, y no tardaron en abrazarse con fuerza. Para cuando se separaron, Zulema ya no estaba ahí.

- ¿No nos vas a presentar?

La voz de Victoria hizo que ambas se giraran hacia ella.

- Saray, está es Vic. Una nueva compañera.

- Compañera y amiga, no lo olvides.

- No lo hago - replicó con una sonrisa. Antes de que pudieran seguir hablando, una presa cuyo nombre no recordaba la llamó para indicarle que Sandoval preguntaba por ella - Nos vemos después, en la comida. Me parece que tenemos mucho de que hablar - añadió en dirección a Saray.

De camino a la enfermería se entretuvo con un par de presas que encontró, y no fue consciente de que alguien seguía sus pasos como sumo detalle hasta que al girar por una de las esquinas, se vio rápidamente presionada contra una de las paredes.

Un simple error [Zulema Zahir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora