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- ¡Por fin apareces!

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- ¡Por fin apareces!

Los brazos de Victoria se ciñeron sobre la cintura de Olivia antes incluso de que esta pudiera poner el primer pie en el apartamento.

- Victoria, no puedo respirar - susurró cuando el agarre por parte de las más pequeña fue en aumento.

- Es que te he echado muchísimo de menos.

- Hace literalmente dos días que nos vimos.

- ¡Toda una eternidad para dos personas que viven juntas!

- Estás siendo una exagerada.

- Supongo que se me pegó de tí - terminó liberándola para que pudiera pasar y dejar su abrigo en el ropero.

La siguiente persona en saludarla fue Fabio, que llevaba un gracioso delantal.

- No digas nada - la interrumpió justo cuando iba a abrir la boca para burlarse - Ha sido idea de Victoria - la abrazó y aprovechó el momento para susurrar sobre su oído - Desde que vive aquí acabo de descubrir que es muy difícil decirle que no.

- Y lo que te queda por descubrir, amigo - rió mientras se separaba.

- ¿De qué estáis hablando? - la protagonista de la conversación se situó entre los dos con los brazos cruzados.

- De que la vida contigo es una fiesta constante - Olivia revolvió su pelo a sabiendas de que eso molestaba a su amiga - ¿Dónde está Helena?

- Tomándose una copa en el salón - le indicó Fabio - Ve para allí. Ahora te llevo yo una.

Llegó a la sala y se encontró con Helena, sentada en el sofá, y la mirada perdida en la librería que tenía frente a ella. Se dejó caer en una de las orejeras que estaban pegadas a la ventana y la policía dio un pequeño salto, sorprendida por su aparición.

- No sabía que ya habías llegado.

- Lo sé, parecías demasiado concentrada en... - miró hacia la librería antes de encogerse de hombros - En nada, al parecer - respondió finalmente, haciéndole sonreír.

Un simple error [Zulema Zahir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora