Un simple error [Zulema Zahir]

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La libertad fue para Olivia un descubrimiento tan temeroso como deseado.

Poder ir a donde quisiera, cuando quisiera y sin tener que dar explicaciones, era algo realmente nuevo para ella. Pero lo mejor de todo fue el poder disfrutar de la vida.

La Olivia que había entrado en prisión meses atrás había desaparecido por completo. Su temor a volver a sumirse en las pesadillas y en la ansiedad se vio disipado en el mismo instante en el que comprendió que ella ya no era la misma. Ahora era más fuerte.

Siguiendo los consejos de Sandoval, aprovechó las primeras semanas para finalizar sus estudios, completando con éxito todo lo necesario para, esta vez sí, obtener el título de enfermera.

En el proceso volvió a reunirse con Victoria, a la que no dudó en llamar una vez estuvo fuera. Creía que tener una cara conocida le vendría bien.

Al principio se veían una o dos veces a la semana, pero sus reuniones se volvieron tan frecuentes que terminaron convirtiéndose en compañeras de piso. Pero nada más. Porque si algo había aprendido Olivia en su estadío en Cruz del Sur, es que no debía confiar su corazón tan alegremente.

Sus reuniones con Victoria pronto se vieron compartidas por otras dos personas: Fabio y Helena. El funcionario había cumplido su palabra de querer mantener el contacto con ella, y Olivia no le había rechazado. El Fabio de fuera de la prisión era diferente al que se encontraba en Cruz del Sur. Reía con más frecuencia, contaba chistes malos y disfrutaba haciéndola enfadar.

Helena se había convertido también en alguien importante. Olivia no terminaba de entender cual era la relación que la unía a Fabio, pero había terminado por descubrir que era una mujer interesante.

- Esos amigos tuyos me caen bien - le comentó Victoria una tarde en la que, tras comer en compañía de los policías, regresaban a casa - Fabio en la cárcel no me agradaba, pero tengo que reconocer que es muy simpático.

- Supongo que tiene sus momentos - Olivia sonrió mientras abría la puerta de portal, haciéndose a un lado para que su rubia amiga entrara primero. Iba a añadir algo más, cuando una vibración en el bolsillo trasero de su pantalón le hizo saber que estaba recibiendo una llamada - ¿Sí?