☯️☯️☯️
"Tranquilo Horacio, cariño... Vas a estar bien" dijo una mujer muy hermosa, de pelo castaño y ojos claros, mientras acunaba la cara de un niño, Horacio. "Mamá..." Murmuró este débilmente, buscando el refugio de los brazos de su madre. "Tranquilo cielo... Estoy aquí" dijo esta mientras ponía una bolsita de hielo en la frente del pequeño con una gran sonrisa, la sonrisa que calmaba a Horacio, que lo transportaba a un lugar seguro, alejado del mundo. "Te hice una sopa de pollo" la mujer puso sobre sus rodillas una bandeja con un cuenco de sopa, una cuchara y un trozo de pan, seguramente duro.
El niño torció el gesto, mostrando una cara de rechazo hacia la comida. "Venga Horacio cariño... Tienes que comer algo, solo por mamá... Me costó mucho hacerla" dijo la mujer con una sonrisa cansada pero aún sincera. El niño asintió y se irguió contra el cabecero de la cama. La mujer llenó la cuchara y se la acercó a los labios, "Venga, esta por mamá" dijo con una sonrisa al ver que su hijo recibía la comida. Esta llenó otra cucharada "Esta por Gustabo" dijo el niño antes de tomar la sopa de la cuchara de nuevo. La mujer soltó una sonrisa acompañada de una leve carcajada llena de ternura. "Si, por Gustabo está bien..." Volvió a sonreír, mientras llenaba de nuevo la cuchara "¿y esta?" Preguntó la madre. "Esta por papá..." Dijo el niño también contagiado por la anterior sonrisa de su madre. Pero la madre ya no sonreía, su mirada se llenó de tristeza, como si repentinamente su cabeza se hubiera llenado de pesadillas. "Si... Por papá" dijo la mujer volviendo a sonreír, pero ahora era una sonrisa triste, una que no era sincera como las anteriores. La mujer dejó la bandeja con la comida en la mesilla de noche y llevó la cabeza de Horacio a su pecho mientras acunó con sus manos el rostro de este y depositaba un beso en su cabeza. "Te quiero mamá..." Dijo el pequeño niño, enterrando la nariz en el pecho de su madre, inhalando su olor. "Y yo a tí mi vida..." Esta acarició el rostro del pequeño niño.
De pronto Horacio notó un olor familiar, un olor conocido pero que le hacía estremecerse. Notó unos brazos sosteniéndolo. Este pegó el rostro hacia aquella persona para contagiarse aún más de aquel olor. Se sentía realmente agusto en los brazos de aquella misteriosa persona. Por ello cuando lo notó separarse no pudo evitar soltar un leve gruñido.
***
Horacio comenzó a notar agua fría correr por su abdomen. "¿Qué cojones" dijo este al sentirse completamente desorientado. Por él, podría haber seguido durmiendo ignorando el hecho de que algo frío estaba pasando por su abdomen constantemente, pero su curiosidad era tanta que se vió obligado a abrir los ojos. De pronto lo que vio le dejó atónito. Una gruesa mano, tan masculina, llena de venas que la hacían ver tan sexy y que se imaginaba esa mano haciendo cualquier otra cosa menos sujetar un trapo... estaba pasando un paño mojado por su abdomen. Horacio reconocía aquellas manos, obviamente que las reconocía, pero se negaba rotundamente a que aquella persona en la que pensaba fuera el que estaba viéndolo semidesnudo. levantó la mirada con temor, "Que no sea el puto ruso, por favor que no sea el puto ruso, que no sea el puto ruso..." "mierda..." soltó un grito ahogado al ver a aquel robusto hombre, tan alto y tan fuerte clavar sus fríos y perfectos ojos azules sobre su torso desnudo. El muchacho por primera reacción que tuvo fue sujetar su muñeca, cosa que se arrepintió al instante al ver que el ruso ya no clavaba la mirada a su abdomen, si no que en sus ojos.–¿Q-qué está haciendo?...–Dijo Horacio muy débil, con la voz quebrantada y los ojos afiebrelados.
–Bajarte la fiebre, ¿Que creías, mamón?–Siguió pasando el trapo sin que le importase mucho la mirada del joven clavándose en él. Mierda, su voz se escuchaba tan condenadamente sexy.... "¿Horacio qué cojones te pasa?, ¿Podrías parar alguna vez de pensar con el pito?, gracias" Horacio sabía que tenía fiebre. Cuando la tenía sus mejillas ardían, su garganta se secaba y tenía escalofríos. conocía su cuerpo perfectamente, aunque nunca había llegado a quedar inconsciente como de aquella manera. Pero ahora la pregunta que importaba era, ¿Qué demonios hacía el comisario bajándole la fiebre cuando este le odiaba?
ESTÁS LEYENDO
ᴋᴇᴇᴘ ᴍᴇ ᴀᴡᴀʏ》ⱽᵒˡᵏᵃᶜⁱᵒ
Fanfiction¿Alguna vez habéis oído hablar de la historia del Yin y el Yang?. El Yin y el Yang son las dos fuerzas fundamentales, que al tiempo son opuestas, pero que se complementan y las cuales están presentes en todas las cosas. Además estas dos fuerzas se n...