ᴋᴇᴇᴘ ᴍᴇ ᴀᴡᴀʏ》ⱽᵒˡᵏᵃᶜⁱᵒ

Capítulo 14.

Aquel mastodonte asiático daba vueltas al rededor del otro muchacho con las manos alzadas en forma de puños.

El otro, que también daba vueltas con los puños alzados, era algo más bajo.

–¡Vamos joder!, ¡Échale huevos y pégame!–Gritó efusivamente Yun, mostrando una sonrisa impúdica.

El otro muchacho se achicó un poco. Pero aún mostraba la misma postura, algo más encorvado, con los puños aún en alto.

–¿Tu novio es un matón o algo así?–Susurró Horacio en el oído de Tonet. Aún jugaba con sus mangas.

–Bueno, nadie dijo que ser narcotraficante fuera fácil–Dijo el moreno sin quitar ojo de su chico mientras mantenía los brazos cruzados.
De pronto el chico más bajo de pelo moreno fue a dirigir un puño al pelirrojo, pero este lo esquivó con una gran agilidad y proporcionó un puñetazo o quizás dos en la cara y estómago del contrario.–Bueno... puede que si lo sea, sí...

–Eh, pero no te preocupes Horacio. Estos son unos putos adolescentes hormonales. En cuanto se les cruza un cable ya se están pegando.–Susurró Will que se encontraba tras las espaldas de Horacio y Tonet.

–¿E-esto es muy común aquí...?, ¿e-el pegarse por cualquier cosa?–Su voz tembló un poco.

–Ah, obviamente sí... pero no te preocupes a ti no te harán nada.–Dijo Tonet.

–¿Cómo puedes estar tan seguro?–Preguntó Horacio aún con la voz entrecortada.

–¡Oh vamos!, eres amigo de la maldita puta del mandamás de la cárcel. Nadie se atreverá a tocarte.–Will hacía gestos bastante expresivos con sus manos, una característica de aquel muchacho alocado.

–Oh, y como te toquen un pelo les corto la lenteja que tienen como polla...–Tonet giró sobre sus talones en dirección a Will–¡Oye!, ¿Cómo me acabas de llamar?.¡¿Y tu quién eres?!, ¡¿Teresa de Calcuta?!.

–¡Ya te digo que menos puta que tú!–Respondió Will.

–¡Pero si te las comes de dos en do...!–Tonet miró hacia otro lado y el barullo de presos comenzó a hacer un silencio sepulcral.

–Hostia el Brownie...–Murmuró Will.

–Joder con el maricón este...–Se quejó tonet también por lo bajo.–¡Yun!, ¡Trae tu culo asiático aquí ahora mismo si quieres acabar con los huevos enteros!

El muchacho pelirrojo ya se encontraba encima del contrario, pegándole tantos puñetazos que había acabado con una pequeña mancha de sangre en su mejilla.

Yun giró su cabeza al llamado de su novio y antes de levantarse tomó con dureza la cara del chico que ya estaba casi inconsciente en el suelo.–Vuelve a meter un puto porro aquí dentro y a la próxima amaneces sin extremidades...

Después de la amenaza, se levantó del vientre de aquel hombre y caminó hasta Tonet.No prestó mucha atención a su alrededor. Prefirió enterrar una mano en una de las nalgas de su novio y besarlo con fervor en los labios. Sin pudor alguno a las personas que los rodeaban.

Tonet lo apartó apoyando las manos en su pecho. Lo que le dió los motivos suficientes a Yun para darse cuenta que Brown se acercaba hasta ellos.

–¡Hombre Brown!, hacía tiempo que no venías a tocarme los cojones.–Dijo El asiático con una gran sonrisa.–¿Qué te ocurre?.

–Kalahari, Parece que no te acuerdas muy bien de lo que hablamos...–Sorprendentemente y por algún motivo, el policía no parecía enfadado por aquello. Hablaba con total tranquilidad a Yun.–Acompáñame  hay unos asuntos pendientes que todavía tenemos que tratar.