Capítulo 16.

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–Entoces, ¿me dirás ya que coño es un parte o no?

–¿Y lo divertido que sería que lo descubrieras por tí solo?

–Me da que no me fio...

Horacio llevaba ya una semana en prisión, una maldita semana.

Los tres primeros días fueron traumáticos, de hecho, Horacio siquiera pisó las duchas.

Fue al cuarto, gracias a la fuerza de Tonet y Will ya que les tocó llevarlo a rastras.

Como era de esperar, nadie le hizo nada, siquiera le dirigieron la mirada al tener consigo 3 hombres, (Tonet, Will y porsupuesto nuestro queridísimo médico), protegiendole el culo (y nunca mejor dicho).

–Venga porfa, dímelooo...–Horacio tomó con sus dos manos la mano del médico y prácticamente se colgó de ella para obligarlo a que dejara de caminar.–Llevó una semana aquí dentro, no me puedes dejar sin saber que es.

Claudio giró sobre sus talones con una pequeña sonrisa y llevó su mano hasta la espalda de Horacio.–Un parte es como una especie de aviso.–Con la mano que tenía en su espalda lo obligó a caminar ejerciendo un poco de presión.–Por ejemplo, si no recoges tu celda o si directamente se le canta de los huevos a algún funcionario pues te ponen uno.

–¿Y que ocurre con eso?.

–A eso iba. Los partes son dos, pueden ser leves o graves. Con tres leves te vas a la celda de aislamiento y si tienes uno grave te vas directamente allí.

–¿A ti te han puesto alguno?

–Hm.. sí.

–¿Cuál?, ¿el grave o el leve?.

–Grave...

–¡¿Qué?!–No esperaba sorprenderse tanto.–¿Por qué?.

–Bueno, no me agrada decirlo. Pero apuñalé a un hombre en el comedor.

Horacio se ahogó con su propia saliva y comenzó a toser.

–¡Es broma!, ¡Es broma!.–El médico dijo entre carcajadas al ver que el rubio platino no dejaba de toser.–¡Respira porfavor!–Llevó su otra mano al abdomen del chico.

Cuando el de ojos castaños sintió que ya no era necesario seguir tosiendo, dirigió una mirada asesina al ojiazul.

–¡Mira que rojo estas!–Claudio comenzó a reír de nuevo.

–¡A mi no me hace gracia, Claudio!.

–Venga no es para tanto... ¿Por qué pones así por lo que he dicho?, tu hiciste  algo parecido, por eso estás al lado mio no deberías asustarte por ell...

Oh oh, yo se de alguien que la acaba de cargar...

Horacio le miró confundido a los ojos y de pronto Claudio dejó de reírse para mirarlo también.

Pero bien cagada...

–¿Qué?...–Dijo el rubio en apenas un hilo de voz.

–No horacio, yo no q...

–¿No querías qué?, ¿Decir qué soy un puto asesino de mierda?.

–No...–Antes de que el médico pudiera continuar, Horacio dio media vuelta y se alejó de este dando grandes pasos furiosos.–No Horacio, ¡Horacio espera!.

Puto imbecil de mierda... pensó el crestas mientras se alejaba de Claudio.

Iba dirección al patio, le vendría bien tomar aire y quizás podría encontrarse allí con Tonet y Will.

ᴋᴇᴇᴘ ᴍᴇ ᴀᴡᴀʏ》ⱽᵒˡᵏᵃᶜⁱᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora