—¿Ocurre algo?—Preguntó Claudio haciéndose a un lado de Horacio.
—Sal de la celda.—Ordenó Volkov en un tono tajante.
—¿Perdón?
—Sal de la celda, no quiero volver a repetirlo.
—No entiendo, que es...
—Claudio, haz lo que te dice—Dijo el chico de cresta con la cabeza baja.
El médico miró a Horacio con cara de sorpresa.—Pero... ¿le conoces?, no quiero que te... haga nada.
El más joven tomó sus manos—No, está bien. Le conozco...—hizo una mueca pretendiendo ser una sonrisa.
Claudio se tranquilizó un poco más y aunque seguía sin fiarse asintió con la cabeza.
El comisario se hizo a un lado de la puerta para dejarle pasar.
—Como sospeche que te esté haciendo algo juro que voy a entrar y...
—Vamos Romeo, cállate la puta boca y vete de una vez.—Interrumpió el de pelo gris y el médico acabó yéndose no sin antes dedicarle una mirada de odio al comisario.
—Volkov, ¿Qué haces aquí?
—¿Quién es ese gilipollas?.—Atacó con otra pregunta.
—¿Te interesa?.
—¿Cuáles son sus antecedentes?.
—¿Perdón?.
—¿Porque está aquí?, ¿quién es?.
Horacio rió con incredulidad—Que fuerte... no me lo puedo creer.
—Horacio, estás rodeado de ratas. No porque una tenga los ojitos azules y sea un romántico de categoría se librará de hacerte daño. ¿Cuáles son sus antecedentes, Horacio?.—Volvió a preguntar, deteniéndose más en cada palabra para darle mayor énfasis.—¿Asesinato, robo...?
Horacio volvió a reir—Bueno, acompañado de sus antecedentes también puedo anotarte su número de la seguridad social si quieres. También su grupo sanguíneo y su signo zodiacal, ¿Qué te parece?.
—No estoy bromeando.
—No, yo tampoco.—este se sentó en su cama, la litera de arriba.—Sabes, antes también estaba rodeado de ratas y mira por donde acabé acostándome con el tío que me ha jodido la vida.—Sonrió.
Volkov pegó su lengua a los dientes superiores y dio grandes pasos firmes hacia Horacio.
—Yo no te jodí la vida, hay que aprender a ser consecuentes con las acciones que cometemos. ¿No crees?
—Ahora que lo pienso—Horacio ignoró lo último que había dicho Volkov—En verdad, he estado toda mi vida rodeado de ratas. Esto no es nada nuevo, por si es lo que te asusta.
—Wow, cautivador. ¿Qué tal si escribes un libro sobre ello?.
—Hum, pues ahora que lo dices no me disgusta la idea. ¿Qué te parece de título? "Acostándome con la rata comisaría", siento que podría funcionar de puta madre.
—Vaya... me sorprendes cada vez más, la cárcel te ha vuelto muy sarcástico, ¿no?. Dime, ¿Qué pasó con el cachorrito asustado que entró aquí temblando?. ¿Hm?, me parece que ese Horacio no estaba tan disgustado con la rata comisaría, ¿No es así?.
Horacio cambió la expresión por completo.
—¿Qué es lo que ha cambiado Horacio?.
¿Qué había cambiado?, nada. Seguía siendo igual de cobarde que cuando entró. Tenía miedo a caminar solo por la zona, tenía miedo de ir solo al baño, temía las noches, incluso lloraba en estas cuando sabía que nadie podía escucharlo. Temía a los funcionarios y a sus compañeros. Todavía seguía siendo un cobarde, pero con la compañía de Claudio quizás todo se hacía más ameno.
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ᴋᴇᴇᴘ ᴍᴇ ᴀᴡᴀʏ》ⱽᵒˡᵏᵃᶜⁱᵒ
Fanfiction¿Alguna vez habéis oído hablar de la historia del Yin y el Yang?. El Yin y el Yang son las dos fuerzas fundamentales, que al tiempo son opuestas, pero que se complementan y las cuales están presentes en todas las cosas. Además estas dos fuerzas se n...