Horacio escucho como de nuevo unos pasos volvieron a acercarse a su celda. Habían pasado al menos doce días de los que el comisario no había vuelto a pisar los calabozos.
Además la comisaría andaba revuelta aquellos días. En su celda sólo aparecía de vez en cuando algún oficial a servirle su comida o a internar a algún chaval que hubiera hecho algo no demasiado grave para estar allí más de unas horas. Eran bastante antipáticos y por lo general estaban ebrios o drogados, por lo que mantener una conversación con ellos medianamente decente era misión imposible.
-Buenos días Pérez.-Escuchó una voz familiar. Hasta que la figura de el superintendente se hizo visible tras las rejas. No podía distinguir muy bien su rostro, apenas discernía una silueta negra, ya que Conway estaba a contraluz y la bombilla de su celda hacía días que se había fundido. Dejando paso a unas de emergencia que apenas iluminaban nada. Llevaba ¿cuántos?, quizás 10 o 15 días si ver ni un rayo de sol. Por otra parte estaba decepcionado, aquel señor de ojos azules y cabellos rubios que se dignaba a llamarse "su hermano" no había vuelto a visitarlo, ni un mísero día. Lo había abandonado como un maldito perro y Horacio estaba destrozado. El nunca le hubiera hecho algo así...
-Hola.-Dijo secamente Horacio, con la tez completamente seria clavada en las baldosas blancas del suelo de aquel maldito agujero, que se había obligado a contar una por una.
-¿Has desayunado ya?- "desayuno cuenta como un vaso de agua y un paquete de galletas rancias, entonces sí", pensó. Pero simplemente se limitó a responder con un leve movimiento de cabeza, no quería meterse en más problemas de los que ya estaba.
-Bien, acompáñame.-Dijo el hombre cuando ya había abierto la puerta de la celda. Horacio bajó de la litera despacio y le tendió sus muñecas juntas para que Jack procediera a esposarle. Cuando este terminó, salieron de allí juntos. Jack posaba cuidadosamente una mano sobre el hombro del muchacho para guiarle el camino. Sinceramente, Horacio ya no estaba asustado. Le importaba poco a donde fuera, al fin y al cabo se había convertido en un perro que debía obedecer a sus dueños sin rechistar y no morder la mano que le daba de comer.
Este vestía la misma ropa de cuando llegó, la misma camiseta blanca, ahora manchada y maloliente y la misma odiosa falda de cuadros. Esa que tanto amaba al principio había acabado odiandola cada vez más con el paso de los días .
Durante el trayecto de pasillos laberínticos y desérticos, el hombre de pelo negro algo canoso, no había dicho ni una palabra. Hasta que llegaron a una puerta que daba a un patio trasero de la comisaría. Con vistas a algunos coches aparcados y a un callejón al fondo.
Jack se apoyó en un bordillo y sacó del bolsillo de su pantalón una caja de cigarrillos. tomó uno y lo sujetó entre sus labios, seguidamente tendió a Horacio la cajetilla para que este tomara uno, pero el muchacho negó con la cabeza. Al fin Horacio veía la luz del sol, algo molesta para su retina y obligandolo a fruncir el ceño.-Eres famoso, sabes.-Dijo Jack aún con el cigarro en la boca y llevando la llama de un mechero metálico a la punta de este.
-¿Por qué?, ¿Por matar a los dos comisarios de la ciudad?-Bromeó rabiosamente. Se notaba en el cansancio de su voz y en sus facciones serias mirando hacia la nada. Jack mantuvo unos segundos de silencio por tomar una calada del cigarro que soltó al instante dejando una nube blanca en el aire.
-Estas haciendo tu solo lo que no ha conseguido una mafia entera, muchacho-Siguió la broma.
-¿También dirán que fuí yo el que mató a Volkov?, ¿No es cierto?.
-No, de hecho no está muerto gracias a tí.-Dijo Jack con la mirada perdida en la nada. Después hubo un silencio largo, no muy molesto ya que Horacio se dedicó a mirar el cielo. Creía que nunca lo volvería a ver de nuevo.-Es curioso...-Interrumpió Conway, después tomó otra calada.-Tenías la puerta abierta y a Volkov inconsciente en el suelo con más de un arma y las llaves de toda la maldita comisaría...-Este dirigió su mirada al muchacho.-¿Qué te impidió escapar?.
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ᴋᴇᴇᴘ ᴍᴇ ᴀᴡᴀʏ》ⱽᵒˡᵏᵃᶜⁱᵒ
Fanfiction¿Alguna vez habéis oído hablar de la historia del Yin y el Yang?. El Yin y el Yang son las dos fuerzas fundamentales, que al tiempo son opuestas, pero que se complementan y las cuales están presentes en todas las cosas. Además estas dos fuerzas se n...